En dos escenarios monumentales, la Catedral de Cuernavaca –espacio considerado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco- y la Iglesia de San Luis Obispo de Amatitlán –con un Cristo crucificado gigantesco colgado de lo alto-, una fusion de diversas agrupaciones corales de la entidad le dio realce artístico a la Semana Santa 2015, con la interpretación de la obra “Las siete palabras de Jesús en la Cruz”, de César Franck.
La noche del pasado viernes 27 de marzo, ese segundo recinto religioso recibió a las agrupaciones de los Niños Cantores de Morelos, el Coro de Niños y Jóvenes de Cuernavaca, el Coro de Cámara de Morelos, el Ensamble Vocal Arión, Jóvenes Cantores de Morelos y el Coro de la Licenciatura de Música del Centro Morelense de las Artes (CMA), para la realización de un concierto con una obra poco conocida en el país.
En la primera parte del programa, cada coro cantó por separado una obra religiosa. En la segunda, el coro monumental conformado por todas las agrupaciones interpretó la obra central, que César Franck concluyó en 1859 y que se estrenó en 1977, gracias a que el estudioso Armin Landgraf halló su manuscrito en la biblioteca de la Universidad de Lieja en 1975.
El proyecto coral que se presentó la semana pasada, se logró por la iniciativa de los maestros Pablo Puente y Verónica Pérez, directores de las agrupaciones, al organizar como concierto de Semana Santa, una obra que ya habían trabajado unos años atrás.
La directora coral Verónica Pérez expuso que, dado que la pieza es “poco conocida en México, para eso invitamos a algunos coros y decidimos hacer este gran coro monumental, interpretando esta maravillosa obra. En realidad es una obra sinfónica coral, y nosotros, en esta ocasion, hicimos una reducción a piano”, destacó.
Un día antes, el jueves 26 de marzo, las agrupaciones corales se presentaron en la Catedral de Cuernavaca, donde resaltó que el recinto resultó insuficiente para la gente que asistió al centro histórico a escuchar la fusión coral.