“Me he sentido gratamente sorprendido porque Carlos, en algunos campos pictóricos y técnicos, ha superado al maestro”. Huascar Taborga.
Por increíble que parezca, la exposición Papusetichi, de Carlos Campos Campos, es la primera muestra individual de un artista con la que cierra su ciclo de “alumno”, luego de un aprendizaje de 25 años de experiencias en las artes plásticas.
“Es como una síntesis de todo ese tiempo, en este momento y en esta época”, asegura el expositor en entrevista, antes de la apertura, al recordar que sus estudios datan desde que existía el Instituto Regional de Bellas Artes de Cuernavaca y que después continuaron en el Centro Morelense de las Artes (CMA), desde su surgimiento.
“Estudié aquí, en el CMA, con casi todos los maestros, y es muy honroso para mí presentar Papusetichi por primera vez y cerrando mi ciclo de alumno en este recinto hermoso”, dice al hablar del trabajo que se puede apreciar en la galería de ese espacio cultural y que permanecerá hasta el próximo 13 de abril.
El resultado que el público puede observar es fascinante, porque la obra está muy lejos de ser considerada como la de un aprendiz: es la exhibición de un universo ejecutado con maestría, que presenta una técnica que no existe en ningún museo del mundo.
Huascar Taborga, uno de los maestros de Campos Campos, lo establece en estos términos: “Me he sentido gratamente sorprendido porque Carlos, en algunos campos pictóricos y técnicos, ha superado al maestro”.
Papusetichifue inaugurada el pasado viernes 6 de marzo y es la exhibición del descubrimiento personal de una técnica novedosa, en donde las primeras letras de papel, acuarela, punta seca y tinta china, forman el llamativo título que le da nombre.
No puede perderse de vista, además, que el autor de las piezas es el mismo que, en este país, construyó más de dos millones de metros cuadrados de obra urbana, en la que destaca la Red Nacional de Hospitales en todo México.
Carlos Campos estuvo presente en 28 inauguraciones de obra pública que realizaron dos presidentes de la República durante sus mandatos: José López Portillo y Miguel de la Madrid, “las obras urbanas estuvieron a mi cargo, no nada más en la dirección, sino en la propia construcción, yo las hice”, destaca el artista.
Con todo este bagaje y a manera de reflexión, dice Campos durante la conversación: “El arte es la parte espiritual del ser humano, si se combinara la ciencia con el arte, seríamos hombres perfectos”.
“Entonces considero que en esta etapa de mi vida ya hice mucha ciencia, desde mi carrera profesional de ingeniero y arquitecto, y ahora estoy más del lado espiritual, precisamente equilibrando y me siento muy satisfecho por eso, precisamente, y es lo que quisiera transmitir a la gente: que haga arte”.
En cuanto a sus orígenes, Carlos Campos se asume como morelense aunque sus documentos oficiales digan otra cosa.
“Yo soy de Morelos muy especialmente, yo fui concebido en la calle 20 de noviembre de Cuernavaca, por donde vive el maestro Jorge Cázares, pero mi abuela vivía en Zamora, Michoacán y fui a nacer a Zamora y allá me registraron, pero al mes ya estaba aquí. Entonces soy morelense, más que michoacano. Sin embargo, en mis papeles dice Michoacán, pero soy morelense, morelense”, enfatiza.
*COMBINACIÓN DE MATERIALES Y TEMPERAMENTO
-¿Qué es lo que ve el espectador que ingresa a la galería del CMA, en esta mezcla de técnicas de la exposición Papusetichi?
-El título proviene de papel, acuarela, punta seca y tinta china, que son los materiales con los cuales se hace. ¿Qué es lo que va a ver el espectador? Justamente esa combinación de materiales, pero con una cosa que es muy especial: el temperamento.
El temperamento no nada más del exterior, sino también del que lo ejecuta, el temperamento es la temperatura. Es una obra que se hace en el trópico o en el semi-trópico. Si se quisiera hacer, por ejemplo, en Nueva York, no saldría, no resultaría.
Y combinado con el temperamento del que lo está haciendo, que es el sentimiento, justamente su calor o su frío, da esa combinación que van a ver. Es una obra que se encaja en el expresionismo abstracto, entonces la expresión abstracta es ya un cúmulo de conocimientos de quien ya la ha desarrollado en cuanto a otras técnicas que debe haber dominado. El iniciador de esto fue el maestro Kandinsky en 1911, cuando justamente hace la abstracción de sus bellísimas obras.
Entonces, esto es como un descubrimiento que en lo personal hago, no existe esta técnica en ningún museo, nadie la ha hecho. Es mi primera exposición individual, estudié casi 23 años aquí, en el CMA, con casi todos los maestros, y es muy honroso para mí presentarlo por primera vez y cerrando mi ciclo de alumno en este recinto hermoso.
*ESCOGÍ LA ACUARELA POR SER LA TÉCNICA MÁS COMPLEJA
-¿Puede hablar de la influencia del Sumi-e/ Zen?
-Sí, claro. La acuarela es la técnica más compleja de las artes plásticas, creo que por eso la escogí también. Tienen que equilibrarse los medios con el papel, con justamente donde se aplica, tiene que ser uno muy cuidadoso en cómo emplear los materiales para que no se manche o no se disgregue saliéndose de un cauce que uno le quiere dar.
Ahora, aquí juega un papel muy importante, en esta obra, la tinta china. El Sumi-e es una técnica oriental totalmente, es una expresión que puede ser inconsciente o consciente.
En el oriente, los calígrafos son justamente los pintores que lo hacen con el alma, con el corazón y de ahí deriva todo lo que pintan en cuanto a la naturaleza, ya sea los paisajes, los animales, un retrato, el cuerpo humano, lo hacen con una intención.
Es gestualismo el Sumi-e, entonces esto tiene también mucho de gestualismo y, por otro lado, también tiene otra intención, de hacerlo como una action painting también, como lo hacía Jack Pollock, digamos.
Entonces es todo un bagaje de conocimientos de 16 años en la acuarela, 23 años en la escultura, que también hago, y hago grabado y esto es como un resumen y como una síntesis de este tiempo en este momento y en esta época.
-Una síntesis, pero de la experiencia del artista.
-Exactamente, es una síntesis de casi 23 años, digamos de 25 años de estar en las artes plásticas.
*LA SÍNTESIS, VALOR DE LA ABSTRACCIÓN
-Tratándose no de figurativo sino de abstracto, ¿por qué no titula a sus piezas?
-En algunos casos sí, pero en estos específicamente no, porque justamente lo abstracto es lo que el espectador siente. Primero que nada es lo que siente el ejecutante, pero más que nada, como es abstracto, el que ve tiene que sentir, tiene que mirar y si logra mirar y ver y lo hace emocionarse, la abstracción logró su objetivo.
-¿Usted cree entonces que un título interferiría en este proceso del espectador?
-Llevaría. Tengo dos o tres ayudantes y en muchas de mis piezas, cuando las termino, ellos me dicen: ‘oiga ingeniero, le quedó muy bien la sirena’. Yo no veo la sirena pero él sí la ve. O ‘le quedó muy bien ese desnudo’.
Mi inclinación al desnudo es bárbara, porque durante 23 años yo tomé dibujo al desnudo, y mucha gente ve muchos desnudos.
Esa es la abstracción, lo que usted pueda ver, es una síntesis y justamente ése creo que es el valor
*INTENSIDAD ALTISONANTE O EN LÍNEAS SUAVES
-¿Y esa intensidad de que me habló al principio cómo se consigue?
-Por una emoción y las emociones las tenemos positivas y negativas. Entonces puede ser una emoción muy negativa y así, en una pintura, puede uno ser “altisonante”, en el lenguaje que uno hace y desquitarse de ese coraje intenso que trae uno.
O puede salir de una meditación, que también la hago, y estar en una paz y en una tranquilidad y expresar a través de esas líneas suaves, totalmente en paz y tranquilas, la misma emoción y esa pasión, o sea, que por eso es el temperamento de uno el que lleva a cada uno de estos cuadros.
-Entonces en esta exposición vemos esas intensidades que pueden ir de un extremo al otro.
-Pueden ir de un extremo al otro, eso dependerá de ustedes encontrarlas, descubrirlas, para mí será más fácil decir en qué estado de ánimo estaba o qué temperamento tenía. También le podría decir qué temperatura había, si había mucho calor o estaba fresco, yo le llamo a eso una pintura de tropical a semitropical.
*COMPARTIR LOS DESCUBRIMIENTOS
-¿Usted qué piensa que puede ocurrir con esta innovación que hace al trabajar amalgamando diferentes técnicas?
-Es una satisfacción de muchos años de trabajo y creo que puede surgir una nueva experiencia para los que la puedan practicar.
Tengo pensado dar talleres más adelante, una vez que la presente en México y Estados Unidos y ojalá en Europa, porque yo creo que lo que deja uno de legado, cuando descubre uno algo, hay que compartirlo.
No es que uno invente, no hay inventos: hay descubrimientos, y también deben de compartirse.
Y ese compartir puede ayudar, el arte es la parte espiritual del ser humano, si se combinara la ciencia con el arte, seríamos hombres perfectos.
Entonces considero que en esta etapa de mi vida ya hice mucha ciencia, desde mi carrera profesional de ingeniero y arquitecto y ahora estoy más del lado espiritual, precisamente equilibrando y me siento muy satisfecho por eso precisamente y eso es lo que quisiera transmitir a la gente: que haga arte.
No se trata de decir cuánto voy a ganar o que voy a tener cosas materiales, se trata de qué voy a tener dentro de mí.
*QUERÍA EL RETO DE LA PARTE ESPIRITUAL
-¿De dónde surge su interés por lo que le cuesta más trabajo y no por lo fácil?
-Porque mi vida fue muy compleja y quiero decirle que tuve 28 inauguraciones con un presidente de la República, donde yo era el encargado de decirle y yo había hecho las obras.
Entonces ahí estuvo lo complejo de mi vida, yo no quería ese tipo de complejidades, pero sí quería el reto de la parte del alma, la parte espiritual, ese reto de hacer algo que justamente yo me sintiera satisfecho, pero personalmente, no hacia el exterior, sino al interior.
Hacia el exterior era para el gobierno o la iniciativa privada, para que dijeran están bonitos, le quedaron bien, los hospitales, los parques que hice, las bibliotecas, hice mucha obra urbana, más de dos millones de metros cuadrados construí.
Y las inauguraciones fueron con dos presidentes de la República: López Portillo y Miguel de la Madrid. La Red Nacional de Hospitales en todo México, y en Tabasco, las obras urbanas que estuvieron a mi cargo, no nada más en la dirección, sino en la propia construcción, yo las hice.