Quiere vincular a la universidad con la sociedad; quiere explorar, intervenir, escuchar, motivar y aprender de ella, destacó el director de la publicación, Francisco Rebolledo
Luego de afirmar que la universidad tiene que cuestionarse a sí misma cuál es el papel histórico que quiere jugar, en este momento de “crisis civilizatoria” que estamos viviendo, en donde “el arte de la convivencia humana es uno de los más lastimados”, el rector de la universidad del estado, Jesús Alejandro Vera Jiménez, expuso su consideración de por qué se sentía “legítimamente orgulloso” de la aparición de la revista trimestral Voz de la tribu.
“Porque este acto académico es un testimonio fehaciente de la responsabilidad, seriedad y compromiso con la comunidad para encarar el reto”, aseveró ante el numeroso público que colmó el auditorio de la Biblioteca Central de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), la tarde del miércoles 20 de agosto.
De entrada, dijo que se trataba de una revista que emezaba a marcar ya una tendencia en nuestra universidad, de lo que estaremos haciendo en los próximos años (durante la administración 2012-2018), de cara a la comunidad, a la que nos debemos.
Reflexionó que si el primer número de Voz de la tribu tenía como tema “Universidad y sociedad”, era porque desde muchos espacios de discusión, se está cuestionando cada vez más la función de la universidad, la posición de la universidad y la pertinencia de mantener a la institución.
Estableció que si realmente queremos permear con un pensamiento crítico en nuestro quehacer, tenemos que empezar por revisar lo que han sido y están siendo las universidades; de no hacerlo –subrayó-, estas instituciones van a terminar sepultadas.
Por ello, anunció que en otros foros y espacios, se continuaría debatiendo sobre esos temas. “La UAEM da un paso al frente”, sentenció.
En los comentarios por la aparición de la revista de la Secretaría de Extensión de la UAEM, participaron Ignacio Solares, director de la Revista de la Universidad de México (UNAM); Javier Sicilia, secretario de Extensión de la UAEM; Francisco Rebolledo, director de Difusión Cultural, además del rector Vera, en un acto moderado por la escritora Alejandra Atala, responsable de Cátedra de la Dirección de Difusión Cultural.
*EL VENENO Y EL ANTÍDOTO
En su participación, el escritor Ignacio Solares dijo estar muy contento con la aparición de la revista, “lo único que lamento es que no sea semanal”, ya que se trata de una publicación
“espléndida”.
“Me pareció verdaderamente un privilegio presentarla, con esta calidad, contenido y cómo está diseñada”, añadió, para luego afirmar que “es tan fácil hacer las cosas mal y tan difícil hacer las cosas bien”.
Dijo que tenía una pequeña fórmula, así como los alquimistas, que le gusta repetir en todos los foros a los que asiste y que resume su pensamiento y sentir sobre publicaciones como la que se presentaba: “La violencia es el veneno y la cultura es el antídoto”.
Después leyó un apartado significativo de la entrevista titulada “Un binomio perfecto” y que sostuvieron Rebolledo y Vera Jiménez, incluida en el primer número de Voz de la tribu, en donde el rector explica por qué Sicilia es secretario de Extensión.
“Porque esta universidad ha decidido hacer suya la agenda del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, que es un movimiento de movimientos de ciudadanos que no buscan posicionarse partidista ni políticamente; que en cambio buscan hacer una acción política que permita reconstruir a la víctima de la violencia como un sujeto con derechos, como un sujeto que tenga la capacidad de movilizarse, que tenga la capacidad de interlocución con los distintos poderes del estado”.
Y, por supuesto, continuó Solares en la lectura de lo declarado por el rector Vera, “Javier Sicilia le ha venido a dar a nuestra institución este nuevo rostro de la extensión; rostro que creemos debe tener nuestra universidad de cara a la ciudadanía”.
Por otra parte, planteó que “todo lo que podamos hacer por la cultura” iba a redundar, a la larga, en una disminución de la violencia, “puede ser un granito de arena”, dijo.
Puso como ejemplo, un “experimento” que hizo la universidad al regalar a varios reclusorios los libros La muerte de Artemio Cruz, de Carlos Fuentes y Pedro Páramo, de Juan Rulfo, con la consigna de que se obligara a los presos a leerlos.
Afirmó que fue asombroso ver como un par de libros podía abrirle los ojos a la gente y estableció que una de las obligaciones de nuestros políticos, es alentar la cultura, porque por ahí podemos amortiguar lo que estamos viviendo.
Por último, consideró que Voz de la tribu era una revista “ejemplar, la lee uno de cabo a rabo, entusiasmado” y pidió a quienes la realizan, seguir por el camino que han trazado, “no es fácil mantener una revista universitaria, pero confío que podrán hacer historia en esta universidad, con una publicación como ésta”, finalizó.
*LAS UNIVERSIDADES, TAMBIÉN GENERAN BASURA QUE NADIE LEE
Durante su intervención, Sicilia refirió que “en la lógica de sacar a la universidad a la calle, tratamos de ser verdaderamente la ventana de la universidad, algo que se perdió” y criticó que, en la lógica neoliberal, las universidades se fueron encerrando en un ghetto autorreferencial, en donde reconoció que si bien se generan genialidades, también hay “basura que nadie lee”.
Agregó que, “en medio de los amordazamientos de la prensa”, no hay una revista así que trate de salir de los ghettos de las universidades, y sostuvo que Voz de la tribu viene a llenar un hueco en la vida social, política y cultural; “puede ser un material tremendo de discusión”, apuntó.
Resaltó que el director de la publicación, Francisco Rebolledo, “para mí es un hombre con un sentido de la cultura y de su importancia, como pocas gentes conozco”, y dijo que había que devolver la cultura a la plaza pública.
Planteó por último, que una revista es quizás la extensión más importante y un aparato crítico destacado, por lo que manifestó su deseo de que esta tribu “que a veces es Cuernavaca, hecha de rostros y pensamientos, encuentre aquí un foro de discusión”.
*UNA PUBLICACIÓN REFLEXIVA
En tanto, Francisco Rebolledo aseguró que la aparición de la revista se explica a partir del compromiso que hizo el rector Vera Jiménez con la sociedad, desde que asumió su función, desde que puso el lema de su gestión: “Una universidad socialmente responsable”.
Precisó que Voz de la tribu, busca vincular a la universidad con la sociedad; quiere explorar, intervenir, escuchar, motivar y aprender de nuestra sociedad, resumió.
Puntualizó que el impreso que dirige era cultura, no coyuntural ni informativa, “es una publicación reflexiva, de ensayo y de artículo de fondo”, en donde cada número sería dedicado a un tema.
Como una de las colaboraciones más destacadas del primer número, “es una joyita”, dijo, mencionó “El texto y la universidad”, de Iván Illich, “una reflexión de la universidad como hija del libro. Es un artículo que no tiene desperdicio y es nuestro artículo padrino”, afirmó.
Luego de enunciar los demás contenidos, en plan jocoso dijo que agradecía a Alejandro Vera la aparición de la revista, “él metió el billete, él apoyó y metió a Sicilia y agradezco a Sicilia, porque él me metió a mí”.
Comentó para terminar, que Voz de la tribu, “una revista sobria, elegante, bien planteada, sin adornitos, a la que además, le dimos nuestro toque”, era como una prima hermana de la revista de la UNAM.