De repente, te enamoras y eres presa de los celos, de la necesidad de ser amado, del sexo o de la posesividad de la otra persona. Si trabajas estás atrapado por el sistema económico, por la ley de la oferta y la demanda, y te ves luchando por tu economía de la que pareces esclavo.
“Una persona con esta cualidad conquistada se desarrolla como quiere y no como se lo van imponiendo los que lo rodean o la sociedad.”
Puedes haber optado por adaptarte a tu grupo de amigos que para pertenecer todos toman sus cervezas, y acabas adicto al alcohol. Luego parece que tienes emociones descontroladas y que explotas con facilidad o que te deprimes, y entonces parece que tus estados de ánimo rigen tu vida.
Y entonces te preguntas si de verdad eres libre o esclavo, dueño de tu vida o víctima de tus circunstancias.
Todos somos libres de nacimiento, siempre podemos elegir. Aún un bebé reacciona diferente a otro ante las mismas circunstancias. Nuestra forma de ser, nuestro temperamento, nuestra capacidad para adaptarnos o nuestra intolerancia para ello marcan decisivamente la manera en que reaccionamos y las decisiones que tomamos respecto a nuestra situación.
A veces no podemos sino vivir una situación sin poder cambiarla, como de niños, pero siempre tenemos la posibilidad de cómo reaccionar ante lo que nos es adverso y ante lo que nos es agradable.
Nuestra autonomía se conquista. Ser autónomo significa que podemos tomar decisiones, valernos por nosotros mismos sin necesitar del consejo, apoyo, solución y cobertura de otras personas.
Esto no quiere decir que una persona autónoma no oye consejos o no desea amar y ser amada. Se trata de que ha superado ese estado infantil en el que necesitamos continuamente de la aprobación, del consejo e incluso de la acción de otros para hacer nuestra vida y tomar nuestras decisiones. Es ese grado de madurez en el que tenemos dominio sobre nuestra vida y somos soberanos sobre nuestras circunstancias.
Es decir, las gobernamos. Como un rey al que se someten sus súbitos, así somete las circunstancias aquel que es autónomo y ha renunciado a que otros le resuelvan o a escudarse en lo que ocurre afuera como excusa para no actuar o para mantenerse en sus planes y promesas. Además de que una persona con esta cualidad conquistada se desarrolla como quiere y no como se lo van imponiendo los que lo rodean o la sociedad.
Una persona autónoma es independiente. No depende de los demás para vivir, para tomar decisiones. Los consideran, pero no se paralizan si los demás no están diciéndoles qué hacer. Tampoco están pendientes de hacer lo que los demás esperan sino que respetan sus propios principios, aun cuando puedan discrepar de los que tienen quienes les rodean.
Quienes son autónomos actúan guiados por firmes principios. No están sujetos a los caprichos de sus emociones. Si bien, como todos, sienten, han procurado manejar inteligentemente sus emociones. Esto se conquista a través de la experiencia de la vida y se puede enseñar en la psicoterapia. Y es que muchas veces lo que nos hace dar tumbos de acá para allá son las diversas inclinaciones de nuestro corazón, al que tenemos que tener sometido a amores elevados, que nos hagan mejores personas. Pues todo el que ama adquiere la forma del amado. De allí que es importante saber elegir qué y a quién amar, ya que de allí nos modelamos a nosotros mismos.
Algunas personas comprometen su autonomía en sus relaciones amorosas. Hay un malentendido de que amar a alguien es perder la cabeza y ser totalmente controlado por el amor que se siente. A veces realmente quienes son así suelen tener tendencias a la dependencia enferma por el hogar del que provienen, si en su crianza ha habido abandono, carencias afectivas, si alguno de sus progenitores es alcohólico o dependiente de alguna droga o tienen trastornos de la alimentación como anorexia, bulimia, obesidad o comedores compulsivos.
En ocasiones hay ideas de dependencia enferma por ser mujer hacia el hombre, generalmente machista. En fin, hay varias razones por las cuales se puede ser co-dependiente. Hay un grado de dependencia normal pero siempre debe haber un respeto a la autonomía de cada quien.
Conquistar nuestra autonomía es un ideal. Se requiere haber madurado, y madurez no es cuestión de edad, sino de crecer y ampliar nuestros horizontes. Es haber podido superar el dolor que la vida nos trae y seguir nuestro proyecto de vida con constancia y dedicación.
La psicoterapia es una alternativa para ayudarse a conquistar la autonomía, sobre todo si hay sufrimiento psicológico de por medio que lleve a la persona a la dependencia enferma o co-dependencia. Sanar nuestras relaciones amorosas es fundamental para conquistarla.
Y por supuesto que también el miedo que puede dar a cualquier ser humano ser libre y la responsabilidad que conlleva, pues no podemos culpar a nadie de lo que han sido nuestras decisiones. Es también decisión nuestra capacitarnos para tomar mejores decisiones y conquistar nuestra autonomía. Decídete por un tratamiento psicoterapéutico para liberarte de ataduras emocionales y mentales.
*Mtra. Ruth Holtz, Terapeuta psicocorporal, Analista bioenergética, Psicoterapeuta psicoanalítica. Orientadora cristiana. Informes y citas para ciberterapia a Colima al tel. 01 312 3 30 72 54 Correo electrónico: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. www.facebook.com/crecimientoemocionalintegral