Aunque conozco algunos de esos motivos, no soy yo el indicado ni es éste el lugar para comentarlos. Baste señalar que yo, e imagino que esta opinión la comparten varios otros colegas investigadores, lamento que haya que tenido que tomar esta decisión. Más allá de la amistad que nos une y que se inició hace mucho tiempo, el reconocer la labor desarrollada por Manuel al frente del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología me parece un acto de justicia. La creación del Centro Morelense de Innovación y Transferencia Tecnológica y la culminación del proyecto de creación del Museo de Ciencias de Morelos hace poco más de un año, bastarían como ejemplos del éxito de su gestión. Pero además, se preocupó de que la evaluación de los proyectos del Fondo Mixto de Fomento a la Investigación Científica y Tecnológica se llevara a cabo con el mayor rigor posible y de que los recursos económicos de aquéllos que fueron aprobados se entregaran con prontitud a los grupos de investigación. También se interesó por estimular la investigación en las entidades con menor tradición en este aspecto de Morelos, instaurando el reconocimiento al mérito estatal de investigación y creando el Sistema Estatal de Investigadores.
Una de las cualidades que admiro en Manuel Martínez, y que a mi juicio subyace en los logros mencionados, es su capacidad para escuchar a aquéllos que discrepan de su punto de vista y la firmeza con que defiende sus convicciones. También su valentía para tomar decisiones cuando, estando en situación definitoria, cree que éstas son correctas a pesar de que lo que decida supondrá un enfrentamiento con el enfado de alguna autoridad superior. Adicionalmente, su experiencia en investigación y su talante de administrador responsable le han redituado para lograr una mejor comprensión y compaginación de las necesidades de ambos ámbitos.
El pasado 13 de mayo el Dr. Gustavo Urquiza Beltrán fue nombrado nuevo director general del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología. No tengo el gusto de conocer personalmente al Dr. Urquiza aunque por diversas razones sí estoy al tanto de su exitosa trayectoria como investigador. Habiendo señalado algunos de los logros de su antecesor en el cargo, creo que al lector le quedará claro que el reto que enfrenta para igualarlos o superarlos es enorme. Valgan estas líneas para desearle desde aquí el mejor de los éxitos. Pero también para advertirle de que veo nubarrones en el horizonte. Sin ser exclusivo de Morelos o de México, aquí de manera creciente se suele enfatizar el desarrollo y la innovación como fin último de la actividad científica. Por ello me permito recordar dos ideas expresadas con total rotundidad por el premio Nobel Santiago Ramón y Cajal a este respecto hace más de cien años: "Otro de los vicios del pensamiento que importa combatir a todo trance es la falsa distinción entre ciencia teórica y ciencia práctica, con la consiguiente alabanza de la última y el desprecio sistemático de la primera". Y “Cultivemos la ciencia por sí misma sin considerar por el momento las aplicaciones. Éstas llegan siempre". Ojalá el Dr. Urquiza tenga en mente estas ideas a lo largo de su gestión.