se trató de la publicación de la reseña sobre la Ley de Cambio Climático que se aprobó por nuestro congreso. Así México se une a la Gran Bretaña, al ligar las metas sobre emisiones de gases de efecto invernadero con el objetivo de modificar la tendencia actual en el cambio climático. Es importante recordar que México es el décimo primer país en emisión de gases de efecto invernadero, y se dice que también ocupa ese lugar en aspectos económicos; aunque sea de los últimos en cuanto a la distribución de la riqueza y el bienestar de la sociedad.
El día 19 de abril el senado aprobó la Ley General de Cambio Climático, el Fondo para el Cambio Climático y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático. En el contexto de la ley, México asume el objetivo o “meta aspiracional” de reducir en un 30 por ciento para 2020 sus emisiones, y reducirlas en un 50 por ciento en 2050; en relación con las emitidas en el año 2000. También se pretende que el 35 por ciento de la electricidad del país, sea generada por fuentes renovables de energía para el año 2024. Claramente, aunque estas metas están en concordancia con el Protocolo de Kyoto, son insuficientes para realmente propiciar un cambio en la tendencia actual en nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. En mi opinión, los ciudadanos podríamos exigir acciones que realmente produzcan un efecto importante en la tendencia el cambio climático antropogénico, al que nos enfrentamos. Algunos de las acciones tomadas en esta ley, que en mi opinión deben ser rescatadas:
En el Artículo 8 de esta ley, se delega en las entidades federativas la obligación de formular, regular, dirigir e instrumentar acciones de mitigación y adaptación al cambio climático, de acuerdo a la estrategia nacional y al programa, en cuanto a la infraestructura y transporte eficiente y sustentable.
En cuanto a los municipios, en el Artículo 9, se establece que tendrán la obligación de formular e instrumentar acciones para enfrentar el cambio climático, a través de establecer un ordenamiento ecológico y desarrollo urbano. El compromiso es que el país tenga un Programa de Ordenamiento Ecológico General del Territorio, para noviembre de este año. Es decir, los municipios deberán enviar sus propuestas a la federación antes de esa fecha. Aquí tenemos una tarea pendiente en Cuernavaca. También en este Artículo se requiere que se establezca un transporte eficiente y sustentable en el ámbito municipal. Todo ello, entre otras muchas acciones.
El aspecto del transporte es retomado en el Artículo 34, donde se reitera la necesidad de reducir las emisiones en el sector transporte, además se enfatiza la promoción del uso de las fuentes renovables de energía.
En particular, se propone un paquete que promueva el transporte colectivo urbano y suburbano. La finalidad de este paquete, es evitar que sean los automóviles los que consuman casi el 50 por ciento de la energía que se genera en el país. Ya en estas líneas hemos insistido en la creación de un transporte público de calidad para las ciudades y zonas metropolitanas, basado en fuentes renovables de energía.
En mi opinión los candidatos podrían revisar este paquete y hacer propuestas que vayan en esta dirección, ya que en principio habrá presupuesto para este tipo de medidas.
En cuanto a la Política Nacional de Cambio Climático, uno de los principios es la participación ciudadana en la formulación, ejecución, monitoreo y evaluación de la estrategia nacional, planes y programas de mitigación y adaptación al cambio climático, principio que compartimos.
En resumen, la importancia de esta ley no radica en que fue promulgada, sino en que apunta en la dirección hacia el desarrollo sustentable, y la participación ciudadana para enfrentar el cambio climático. Aunque puede pasar a ser letra muerta, debemos proponer acciones concretas y en eso tenemos que trabajar todos los ciudadanos, en particular los candidatos a los puestos de elección, quienes pueden orientar sus propuestas a lo largo de estas líneas. No debemos dejar pasar esta oportunidad.