Desde este próximo fin de semana, en el caso muy particular de Morelos, las corrientes se volverán a enfrentar en la disputa de elección de delegados y consejeros tanto estatales como nacionales, así como de la dirigencia en Cuernavaca, que tendrán mucha relevancia a la hora de la elección de candidatos a cargos de elección popular para la justa en puerta.
Hay que recordar que las corrientes se enfrentaron en la lucha por el control del CDE del partido, los viejos panistas aglutinados en la “Sagrada Familia” fueron desplazados por el ala neopanista, que actualmente ostenta el control, no obstante, al paso de los meses, debieron buscar la reconciliación y la unidad a fin de defender sus intereses políticos e ideológicos frente a presiones externas.
Esta vez van de nuevo a definir el resto de las estructuras que serán las que operarán en la selección de los cuadros de competencia frente al proceso del 2018 y ya se forman las planillas. Como en otras trincheras, en Acción Nacional también se disputa palmo a palmo cada espacio.
En el pasado, el panismo aplicó siempre aquello de que la ropa sucia se lava en casa, difícilmente trascendían las diferencias entre grupos. Sus asambleas y reuniones se desarrollaban bajo un estricto sigilo, para evitar la fuga informativa.
Hacia afuera, mostraban siempre posiciones de unidad y fraternidad, que en la práctica no eran como tal, pero de unos años a la fecha perdieron esa discreción y comenzaron a pegarse entre sí con todo y públicamente. Lo que temen algunos de los principales actores del instituto político es que ese proceso los lleve a un desgaste que abone en debilidad, cuando estiman que traen un ritmo bastante positivo, derivado de las más recientes elecciones.
Pero algunos connotados panistas también mencionan que están muy a tiempo para resarcir cualquier herida que les deje esta elección y además, ya con lo anterior, quedan integradas al 100% las estructuras partidistas, a diferencia de otros institutos, como el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que sigue en medio de un conflicto por el reclamo de sus bases de renovar la dirigencia estatal.
Lo que se puede apreciar es que medirán otra vez fuerzas grupos antagónicos, pero es una realidad que los viejos panistas, aquellos que se consideraban dueños del partido enfrentan un grave desgaste y son los que ellos mismos denominan neopanistas, quienes han venido tomando fuerza y ascendiendo a espacios importantes de representación, hay que ver cómo les va ahora.
Esa corriente en ascenso vio sus orígenes a partir de la llegada de Sergio Estrada Cajigal Ramírez, quien lograra ganar la presidencia municipal de Cuernavaca en 1997 y luego la gubernatura en el 2000 para el panismo. Buena parte de sus colaboradores y miembros del gabinete fueron gente no afiliada al PAN. Hicieron grupo y han podido disputar espacios con éxito a la “Sagrada Familia”.
¿VELÁZQUEZ SÁNCHEZ POR DIPUTACIÓN?
Y en relación a los movimientos que se viven en otras trincheras, parece que para la elección que viene, la ex aspirante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia municipal de Cuernavaca, Maricela Velázquez Sánchez, ya trabaja hacia la búsqueda de otro espacio de representación popular.
Ella fue la que se acercó más al actual alcalde capitalino Cuauhtémoc Blanco Bravo, es decir se quedó en segundo lugar de la contienda del año pasado y como quiera que sea, logró un capital electoral significativo, pero que no le alcanzó para vencer al popular futbolista.
Esta vez y hasta donde sabemos, quiere llegar al Congreso local como legisladora, pero por la vía plurinominal, como que se la deben y además tanto Maricela Sánchez Cortés, su madre, como Guillermo del Valle Reyes, delegado del ISSSTE, tienen muchos contactos y amigos en las altas esferas del Revolucionario Institucional, de tal manera que no les sería difícil conseguirle el espacio.
Bueno, ella fue diputada federal, trabajó en aquel entonces muy cerca de Manlio Fabio Beltrones, que era el coordinador de la fracción priista en la Cámara baja y a pesar de todo el señor todavía se mueve y cuenta con ciertas influencias, por eso es de considerar que se le pueden dar las cosas.
Independientemente de todo lo anterior, como que el tricolor ya necesita renovar sus cuadros, muchos están demasiado envejecidos, ella encarna ya a una nueva generación y se observa que Sánchez Cortés ya le viene cediendo el terreno, cosa muy sensata, por cierto.
El problema es que si ese partido no se pone las pilas, reestructura su dirigencia, hace un esfuerzo por reconquistar el voto ciudadano, llegará muy mal a las elecciones del 2018, sin muchas posibilidades de ganar posiciones relevantes y bajo tales circunstancias muchos otros querrán un lugar seguro, por ese mismo camino, la vía plurinominal y la lucha será cerrada entre distintos actores.
Dependiendo del nivel de votación que alcances es el número de plurinominales que les corresponde a cada instituto, pero generalmente hablamos de dos o tres como máximo, de ahí que se suele dar una lucha interna interesante, por los espacios del partido en la Cámara local, pero ella es una figura con un buen nivel de rentabilidad electoral, eso le da ventajas.
Habría que considerar también que no hay mucha relación con el actual presidente del CEN, Enrique Ochoa Reza, bueno, hasta donde nos quedamos, ni Guillermo ni Maricela asistieron a la reunión que encabezó hace unos días en su visita por la entidad, algo que fue bastante notorio entre los priistas que sí se dieron cita.
Reza debe tener algunos motivos para esa “sana distancia”, como también parece la tiene con el ex candidato a gobernador Amado Orihuela Trejo, a partir de que éste apareció en una foto, en la que aparece acompañado de un dirigente estatal de otro partido, algo que dicen quienes andan cerca del líder nacional, le molestó bastante.