Ese tribunal sustentó el dictamen en contra de los detractores de Daniel Hernán López, que aún sigue siendo el líder, en el hecho de que la petición o solicitud de toma de nota a favor de Argelia Corona no traía las 21 firmas que se requerían y por lo tanto les niega la exigencia.
Y como anticipamos también, lo anterior volvió a calentar la plaza y la reacción no se hizo esperar, las huestes de ella recurrieron a un amparo ante la justicia federal, considerando que el TECA no valoró el peso de la representación de Argelia y por un buen rato más el conflicto seguirá inquietando a los burócratas.
El asunto es que entre los sindicalizados se radicalizan posiciones y hay enfrentamientos, por lo menos verbales que amenazan con llegar a la violencia, porque las partes buscan, a costa de lo que sea, mantener el control del mayor número posible de bases para controlar la plaza.
Bueno, Argelia comenzó a enviar una serie de comentarios a través de su cuenta de Twitter, prácticamente amenazando a algunos de sus compañeros de trabajo, por mantener simpatía con Hernán López, y eso parecía tomar fuerza en las redes, en una contienda que llega a todos los espacios posibles.
Igualmente habíamos dicho que era casi imposible que el TECA desconociera a Daniel y ungiera a Argelia, por el camino que tomaron los rebeldes. Al paso de las semanas empezaron a aparecer en el Frente Amplio Morelense (FAM), haciendo bloque con aquellos que mantienen una lucha frontal contra las instituciones locales.
De validar los resultados de aquella asamblea, en la que se dijo desconocer el liderazgo de Hernán, era tanto como darle el control de la burocracia a quienes estaban sumados a los enemigos gubernamentales, es decir meterlos a la casa.
Por cometarios de algunos funcionarios sobre el tema, teníamos clara la película de que, si en las manos del gobierno estaba impedir que ella ascendiera a la secretaría general del sindicato, lo harían y más o menos eso debió tener cierta influencia, a la hora de la decisión en lo que corresponde a tribunal referido.
Claro, ahora habrá que esperar cual es la posición de un juzgado federal al respecto, pero también advertimos, que si hay alguna posibilidad de la administración del estado para influir en la decisión, no la pensarán dos veces y seguirán buscando ratificar el liderazgo de Daniel.
Éste por su lado está tranquilo, dice que con base en el dictamen del TECA, cientos de compañeros lo están presionando a fin de que desalojen por la fuerza al grupo de Argelia, que mantiene en posesión las instalaciones sindicales, pero considera que no obstante ser lo legal, dado que ha sido ratificado, hay que mostrar prudencia y esperar que sea la misma contraparte la que decida salirse.
Ayer, soltaron una serie de rumores respecto a esa lucha inter sindical, como aquello de que los inconformes venían pidiendo el apoyo de las bases a fin de tomar el Palacio de Gobierno, para obligar a la contraparte a negociar. Algunos de los empleados aseguraron que estaban incluso siendo presionados para apoyar a Corona.
Finalmente y al no encontrar el eco suficiente, optaron por esperar que el tribunal federal haga lo propio, con la esperanza de que ordene al TECA reponer el proceso y quitarle la toma de nota al actual secretario general, cosa, que reiteramos, se nos antoja casi imposible, por los intereses políticos que hay en medio de todo eso.
Pero los efectos de la lucha afectan a muchos trabajadores, que sin deberla, por el solo hecho de pertenecer a uno u otro bando, son hostigados. Ayer, Hernán López mencionaba que “acaban de llegar unas compañeras, quejándose de que las han comisionado para que se integren a la Secretaría de Movilidad y Transporte, cuyas oficinas están hoy en Jiutepec”.
Y destacaba que “yo mismo acabo de solicitar hace poco la transferencia de algunos miembros del sindicato a otras instancias y la respuesta fue que no hay, porque la ley no lo permite, entonces cómo es que me quieren transferir diez a la Secretaría de Movilidad y Transportes”.
Luego dijo que “ellas laboran en área de Hacienda, aquí en el centro, por petición de Argelia y con el apoyo de algunos funcionarios de esa instancia, las quieren perjudicar; desde luego que no lo vamos a permitir, pero es parte de las presiones del otro grupo”.
Por lo pronto, el comité sindical, que sigue conservando la toma de nota, seguirá despachando en una de las bancas del Parque Jardín Juárez, en el Centro Histórico, porque, destaca Daniel Hernán, “la verdad es que el sindicato no son las instalaciones, éste funciona donde se encuentra el comité y como que ya hasta nos acostumbramos a laborar al aire libre, de tal manera que si piensan que iremos a sacarlos de nuestras oficinas, están equivocados. En su oportunidad y conforme a derecho, las van a tener que regresar”.
Lo bueno hasta ahora, es que el enfrentamiento no ha alterado mucho el comportamiento de los cerca de dos mil miembros del sindicato, ni sus intereses, los salarios, apoyos y entrega de prestaciones continúan entregándose puntualmente, ello igualmente posibilita que el desempeño de ellos sea el normal, no existen motivos para que provoquen algún desajuste laboral.
Y si bien cada parte tiene su respaldo de un cierto porcentaje de la base sindical, un número significativo de los trabajadores no toman partido, son simples espectadores, porque además tampoco tienen una información muy clara del porqué de la pelea por el sindicato, ellos se dedican a cumplir con sus tareas diarias y se mantienen en la imparcialidad.
El secretario de Administración Javier Barona Lavín, que es la secretaría que mantiene relación directa con la organización sindical, volvió a reiterar que el gobierno es respetuoso de las decisiones de la dirigencia y que serán las instancias competentes en la materia las que determinen quien tiene la razón. Lo único que se pide, es que cumplan con su labor, lo demás es cosa de ellos, concretó.