Hasta hoy ese grupo mantiene en su poder las instalaciones sindicales de la calle de Arista, mientras el aún líder gremial –porque tiene la "toma de nota"- Daniel Hernán López Rodríguez, despacha en una de las bancas del Jardín Juárez, en el Centro Histórico.
Y a pesar de que será hasta hoy cuando se entreguen los resultados, como suele pasar en asuntos en los que tienen que ver actores gubernamentales, ya en palacio de gobierno dicen saber en qué sentido viene. El mismo Hernán López confió a La Unión de Morelos que “por lo que hemos podido saber, a través de instancias oficiales y de parte de quienes intervinieron en el análisis de la demanda, el dictamen nos favorece, porque la demanda no tenía sustento”.
Luego indicó que “a partir de este momento, vamos a tener otro escenario como batalla, los tribunales de justicia, porque el asunto se sale de lo laboral luego de tres demandas interpuestas en contra de quienes cometieron a nuestro juicio, algunas irregularidades”.
Y enumera tres procesos: “el primero es por despojo, cuando allanaron instalaciones nuestras en Chipitlán, al sur de Cuernavaca, en la calle Quintana Roo; la segunda, también por despojo, al entrar en las oficinas sindicales, donde echaron mano de algunos muebles y equipos del sindicato, y la tercera, por robo, precisamente a partir de esos sucesos”.
Pero agrega que “hay una denuncia más en puerta, por usurpación de funciones, porque sin que existiera algún elemento legal para que ocuparan la dirigencia, siguen ahí y eso es un delito. Entonces hay que proceder de manera legal”.
Todo inició el primero de julio pasado, cuando se llevó a cabo una asamblea informativa, que fue aprovechada por quienes venían acusando al líder de algunos malos manejos al frente de la organización, para someter a votación su remoción.
Ya con los números de la asamblea, Argelia Corona y unos 60 miembros más del sindicato interpusieron el recurso ante el TECA, reclamando la toma de nota a fin de formalizar la sustitución. Sin embargo, la Secretaria del Trabajo Gabriela Gómez Orihuela opinó al respecto, en aquel entonces, que “ello, conforme a la Ley, tendrá que esperar un plazo mínimo de 60 días”, que hoy se cumplieron. Y recordó que “para asuntos oficiales, quien sigue siendo el representante del sindicato es Daniel, porque nadie más que él tiene la toma de nota, hasta que las instancias competentes digan lo contrario”.
Igualmente calificó algunos hechos de sus detractores como ilegales, y estimó que todo ello seguramente sería tomado en cuenta de parte del TECA en la definición. Pues por lo que se pudo conocer por parte de algunas fuentes gubernamentales, ya la respuesta se tiene sobre el escritorio y va a favor de la permanencia en la secretaría general del sindicato de Hernán López Rodríguez.
El titular de la Secretaría de Administración, Javier Barona Lavín, quien no quiso meterse en mayores problemas, sólo indicó que el gobierno estatal sigue siendo respetuoso de las partes en conflicto, que ese gremio tiene autonomía y decisiones propias y que se acatará cualquier decisión de parte del TECA.
Por encima de lo que haga el tribunal el día de hoy, se volverán a agitar las aguas al interior de la burocracia sindicalizada de la administración estatal. Si es que vienen las cosas como se ha anticipado, los otros van a reaccionar con fuerza, sobre todo, porque ya con la reinstalación a su favor, el comité de Hernán López presionará en los tribunales de justicia a fin de llevar a cuentas a quienes los echaron a la calle, porque eso fue lo que pasó, literalmente.
Y por lo que pudimos apreciar, van con todo, incluso con la advertencia de que “yo no les voy a ir a solicitar que nos devuelvan nuestra sede, ese es su problema, serán ellos mismos los que vengan a entregarnos las llaves y si no lo hacen, tampoco nos preocupa, ya nos acostumbramos a despachar aquí en la vía pública y al aire libre”.
Ya decíamos, son en promedio unos 60 “compañeros” suyos involucrados, pero es de entender que van por las principales cabezas que agitaron las aguas y hasta tocar fondo, o sea, con la clara intención de aplicarles todo el peso de la ley a través de cuatro denuncias, tres ya en proceso y una en puerta. Y a manera de chascarrillo, un integrante de la dirigencia comentó que les ayudarán a cargar los peregrinos, pero en el penal de Atlacholoaya el fin de año.
A reserva de que se consuma el hecho, lo habíamos anticipado, el comité de Hernán López siguió siendo apoyado por todas las instancias de gobierno. A través de él fluyeron los apoyos y estímulos a los agremiados, como en el caso de la despensa o la entrega de becas para hijos de trabajadores.
Se instalaron en una de las bancas del Jardín Juárez para recibir ahí la documentación para el trámite de la beca a unos mil sindicalizados y eso obligo a algunos de los que se habían ido con el otro grupo, a “regresar a casa”, porque se dieron cuenta que el control estaba de este lado.
Incluso para la solicitud de créditos especiales ante el instituto había que tener la firma del dirigente formal, y quien traía la bendición para hacerlo era Daniel. En su oportunidad, él mismo confió al reportero que “ya algunos de los que son parte del otro comité vinieron a pedirme la firma. No tenían de otra, porque podían quedar fuera de ese beneficio”.
Pero además, otra de las razones que debió influir y hasta merecer de alguna “recomendación superior” al TECA a fin de que ratificara el comité sindical original es que los otros se fueron a engrosar las filas de oposición al mismo gobierno, ya que son parte del Frente Amplio Morelense (FAM).
Entonces pues, la lucha en los tribunales laborales concluye, pero los veremos ahora peleando en el terreno legal y ahí también pudiera darse la “línea”, a fin de que se les ajuste cuentas, sobre todo por el activismo político que venían practicando, del lado de los enemigos oficiales. Ya lo veremos.