Hacemos mención de él porque ayer estuvo en Morelos para formalizar la red de municipios morelenses por la salud, impulsando programas y estrategias para contrarrestar el embate de una serie de enfermedades que temporalmente asolan al estado y cobran decenas de víctimas, entre ellas el dengue, el zika y la chikungunya.
El hombre dio un mensaje por demás profundo y emotivo de lo que pasa en materia de salud, no sólo en Morelos, también en el resto de la república, e incluso aprovechó, sin ser muy político, para enviar un mensaje a quienes empujan hacia la confrontación. Ahí tenía a uno de ellos enfrente: el gobernador Graco Ramírez, aunque por el sentido de los argumentos más bien se la tiró al líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) Andrés Manuel López Obrador.
Dijo, como preámbulo, que cuando los mexicanos logran unidad y coincidencias en la lucha, cualesquiera que esta sea, al país le va bien, “sin embargo, cuando se opta por la intolerancia y la desintegración social, los resultados se revierten, hoy vemos algunos desafortunados ejemplos de ello”. Seguro se refería al caso Oaxaca, por ejemplo.
Claro, dio algunas cifras bastante demoledoras, como aquello de que anualmente mueren miles de personas por males como la diabetes. En 2014 fueron más de 94 mil, representando el primer lugar a nivel nación, pero agregó que “la salud no empieza en un hospital o unidad médica, eso se da cuando ya estamos con altos grados de afectación, ésta inicia en la casa, la escuela, el deporte, el trabajo”.
Otro rubro que resaltó fue el referente al embarazo de menores de edad, sobre el caso refirió que anualmente se registran más de 11 mil nacimientos de niñas hasta de 10 años, por eso recomendó a los presidentes municipales ahí reunidos, reforzar los programas de educación y cultura.
Hombre lúcido, sin lugar a dudas, lo malo es que al lado tenía a Ramírez Garrido, que al final del evento se aventó un chorizo enorme para, como siempre, presumir que en la materia, estamos en primer mundo, que los “eficientes” servicios de salud han hecho posible milagros y que el descenso de incidencias de enfermedades de época como las arriba señaladas, son notables y todo lo que usted se pueda imaginar.
Pero nunca le dijo al titular de salud federal, ni por asomo, que hace unos días médicos del Sistema de Salud Morelos ofrecieron una rueda de prensa en la que denunciaron una serie de deficiencias e irregularidades, como inexistencia de equipos y medicamentos, sin los cuales no pueden desarrollar su trabajo como compete.
Habían anunciado la realización de una marcha que debió ser suspendida por amenazas de despido. Pero lo anterior es producto de un saqueo de recursos de toda naturaleza por parte de las autoridades de primer nivel, léase Graco y familia. De nada de eso se enteró el funcionario federal. Por cierto, en un ejercicio abierto, ahí los alcaldes nombraron como presidente de la Red de Municipios por la Salud al edil de Miacatlán, Francisco León y Vélez Rivera, quien además tiene la coordinación para los trabajos de integración de un fideicomiso de rescate financiero de las alcaldías.
¿DESINFORMAMACIÓN?
En otro orden de ideas, ayer en la colonia Antonio Barona y cerca del kinder Julio Cáceres, se registró un suceso del que algunos lugareños dieron a conocer vía redes sociales. En esta casa editorial se difundieron los hechos con la referencia de que se hablaba de diversos disparos, sólo eso.
El caso es que de inmediato algunos voceros oficiales comenzaron a desmentir el hecho, asegurando que era mentira y que con ello se alimentaba el terror y la desinformación. Hubo quienes a la ligera, hablaron de proceder contra quienes alimentan ese tipo de alarmas.
Pero las expresiones de la parte oficial fueron erróneas, hablaron de “una balacera”, cuando los términos jamás fueron esos. Además, poco tiempo después, una funcionaria del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), confirmó que en efecto, cerca de ese plantel –tampoco se dijo que fue al interior del mismo- se escucharon diversas detonaciones, agregando que primero fueron tres, luego uno, seguido de dos más y después una serie.
Para acabar pronto, los sucesos en efecto se dieron, oficialmente están confirmados y aquellos padres de familia que en ese momento llegaban a dejar a sus hijos se retiraron con ellos, los menores que ya estaban en el interior fueron resguardados.
Lo que podemos apreciar en torno a dicho acontecimiento, es que las redes sociales funcionan muy bien, que son más rápidas que cualquier autoridad. Mediante ellas, la sociedad puede informarse más oportunamente que las mismas instancias oficiales “competentes” en esa materia; el hecho anterior lo prueba.
Pasados algunos minutos de aquello, todavía en las estructuras oficiales no se sabía, tanto así que se atrevieron a desmentir lo que nuestras plataformas habían dado a conocer casi al instante y eso se nos antoja bastante preocupante.
Más aún, el hecho de que se lancen expresiones poco amigables en contra de los canales informativos, acusándolos de mentir, cuando ni siquiera se han dado tiempo para verificarlo, es la razón de los bajos niveles de credibilidad en la autoridad.
Al final, son las mismas instancias oficiales las que dan fe de que en efecto la información ha sido correcta. Estos espacios no llevan de ninguna manera la pretensión de desacreditar el trabajo gubernamental, sobre todo en cuestiones de prevención y persecución del delito. Por el contrario, se quisiera que todo fuera perfecto, sin embargo, tampoco podemos ser cómplices de la omisión e incapacidad, nuestro deber será siempre mantenerle bien informado para que usted tome las decisiones que a su juicio sean correctas, sin afanes perversos como en otros ámbitos se considera.