El hallazgo de dos menores de edad y un feto dan otra dimensión al asunto, sin embargo a través de sus operadores y sin el más mínimo remordimiento de conciencia, Graco Ramírez continúa insistiendo en que no pasa nada.
La inmoralidad de Palacio parece no encontrar límites, Morelos ha pasado por coyunturas difíciles en las décadas recientes, sin embargo, nada se compara con el horror que venimos observando a partir de los descubrimientos en esas fosas.
La Federación está preocupada, porque de ninguna manera quiere que el tema se convierta en otro escándalo internacional del tamaño del de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, por eso intenta controlar la información, sin embargo tampoco lo anterior puede ser factor como para que los responsables de todo esto queden impunes.
Por muchas más razones es que insistimos ante la opinión pública, Graco Ramírez debe separarse del cargo a fin de que enfrente, sin fuero constitucional, el castigo por toda una serie de ofensas y agresiones que le viene causando a la sociedad morelense en su conjunto.
Tetelcingo es más que suficiente para que se inicie un juicio de responsabilidades y se pueda buscar una recomposición real del tejido social, recuperar la paz e intentar volver al desarrollo, porque es el factor Graco el origen de todas las calamidades.
El gobierno federal no puede pagar las facturas del tabasqueño, aunque de hecho, la percepción en el sentido de que desde Los Pinos se le viene ofreciendo impunidad, es ya motivo de crítica hacia las instituciones nacionales y a los gobernantes en ese nivel.
A lo mejor hay compromisos y acuerdos políticos de apoyo recíproco, pero éstos no pueden amparar a alguien que ha abusado reiteradamente de sus facultados y ofendido a un pueblo que merece un mejor destino, se tienen que establecer límites y Ramírez Garrido los ha rebasado y por mucho.
Comparativamente, el régimen, en 1998 sacrificó a Jorge Carrillo Olea en su calidad de gobernador por una vacilada, hoy existen múltiples razones para enjuiciar al mandatario en turno y todas con sustento incluso para ponerlo tras las rejas, no sólo a él, también a su pareja Elena Cepeda y su hijastro Rodrigo Gayosso Cepeda, porque operan en complicidad, cual delincuencia organizada, en lo referente al robo del dinero del erario.
¿Cómo es que los dos menores y el feto fueron a dar a esas fosas clandestinas?, alguien deberá explicarlo y asumir las consecuencias legales, de no ser así, simplemente se entenderá que vivimos en una dictadura y con un gobierno represor ante el cual la vida del ciudadano no vale nada. Pero aún así, ¿vamos a tolerar todas estas ofensas como si no pasara nada? Como que ya es tiempo de sacar la casta y demostrar que tenemos pudor y dignidad, ¿no le parece?
¿PERSECUCIÓN A DIPUTADOS REBELDES?
En otro asunto, inaceptable es que hasta representantes populares padezcan ya la embestida de un gobierno, que al verse rebasado por los problemas generados desde su interior, comience a hostigar y perseguir a aquellos que no están alineados.
Nos referimos al tema, porque diputados locales han sufrido amenazas e incluso advertencias de agresión por venir cuestionando el desempeño del gobernador Graco Ramírez Garrido. Y eso no lo dicen ellos, lo señalamos nosotros, porque hasta eso, uno de los legisladores fue bastante benevolente, al decir que no podía hacer señalamientos directos.
No vamos a dar nombres, porque sería ponerlos en mayor riesgo, sólo mencionaremos que luego de llamadas telefónicas para amedrentarlo y amenazarlo de muerte, el diputado en referencia ha tenido que echar mano de estrategias a fin de no ser ubicado fácilmente.
Para empezar, dejó de usar el auto que traía de manera rutinaria y a partir de eso usa dos o tres y en los trayectos que recorren, con apoyo de colaboradores, se cambia constantemente de uno a otro, a fin de no ser blanco perfecto. Tampoco usa los mismos caminos, ahora se ve obligado a transitar por vías alternas con el mismo propósito. Sólo le diremos que el referido pertenece a la bancada azul.
En lo referente al otro, durante cuatro días fue perseguido por dos sujetos, bueno, lo siguieron hasta Ciudad Ayala. Se entiende que la finalidad era intimidarlo, pero al cuarto día de hostigamiento se armó de valor, sacó un fierro que ya traía a la mano y se les lanzó, rompiéndoles el parabrisas. Los malhechores se dieron a la fuga y ya no volvieron a aparecer. Todo esto aconteció los primeros días de enero.
Pero hará cuestión de una o dos semanas, intentaron agredir a su hijo por el rumbo de Temixco, logró salir ileso de milagro porque había gente cerca. En ambos casos, la posición desde el recinto legislativo ha sido en contra de acciones poco honorables del gobernador. Uno de éstos votó a favor del juicio político, el otro no baja de ratero y mentiroso a Graco, en ambos conceptos les asiste la razón, pero pisan intereses.
La manera de proceder de los sujetos, tanto en las llamadas como en los intentos de agresión, muestra que no son de la delincuencia organizada, en todo caso sí, pero de cuello blanco, de quienes despachan en Palacio de Gobierno.
Todo eso revela que no obstante mostrar lo contrario, Ramírez enfrenta ya una serie de presiones que vienen poniendo en riesgo su permanencia al frente del Poder Ejecutivo, tanto, que en efecto –lo explicaremos en una entrega iniciando la semana- ha tenido que tocar puertas de la Federación, una de ellas la del secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong para que le ayude a sacudirse a dos personajes locales que lo traen de cabeza.
Claro, tocó otra, la de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), pero lo mandaron al diablo, fue entonces cuando optó por recurrir al gobierno federal y como que le intentan hacer el favor, pero los otros no están mancos ni cojos y se van a defender.