Los panistas se venían ya quejando de un revanchismo del gobernador Graco Ramírez, a raíz de que pretendía que su bancada se sumara en el rechazo a la denuncia de juicio político, ya que intentó que fuera por unanimidad, ellos no lo aceptaron y entonces inició el ajuste de cuentas.
La primera reacción del tabasqueño fue impulsar una denuncia por un supuesto desvío de recursos del legislador local blanquiazul Víctor Manuel Caballero Solano, cuando se desempeñó como secretario de salud en la administración anterior, expediente que por cierto, sigue en curso, pero que todo indica no prosperará, porque ya es un asunto sobreseído legalmente.
Pero lo del pasado 26 de abril en torno a la Comisión de Hacienda, pareciera que consolida la versión en el sentido de que desde Palacio de Gobierno, arremeterán contra ellos por todos los flancos posibles, aprovechando que hay una sensible debilidad al interior de ese partido, luego de que cuadros jóvenes desplazaron al grupo que controlaba el CDE, la “Sagrada Familia”.
Y era un tema que seguramente ya estaba acordado entre la mayoría de las fracciones parlamentarias, porque nos consta que no venía en la agenda a tratar en esa sesión ordinaria del pasado martes, lo sacaron de la manga y dieron el golpe.
Claro, también se habla de que había elementos para buscar sacar de la jugada a Mojica Linares. Hacía semanas que se le acusaba de venir presionando a los presidentes municipales, a fin de que apoyaran una empresa familiar como condición para aprobarles créditos. Incluso sobre el tema, un panista decía que en su caso, no se van a meter mucho en su defensa, porque hay acciones poco transparentes y se les puede revertir.
Ahora bien, en lo referente a Caballero Solano el objetivo parece ser otro, de corte político. Si hay un legislador local que puede presumir de buena imagen es él, por lo tanto, no deja de ser un cuadro electoralmente valioso hacia las elecciones del 2018 y por lo tanto hay que ir desgastándolo, pudiera convertirse en un problema ante los intereses del tabasqueño y el resto del grupúsculo en el poder.
Hemos insistido en que Acción Nacional adolece de figuras con nivel y estatura para cubrir las principales candidaturas en el proceso que viene y estará en juego la gubernatura del estado. Sólo llevan al diputado federal Javier Bolaños Aguilar.
Caballero no sería mal aspirante a la presidencia municipal de Cuernavaca, ayudaría a cosechar votos para la causa del candidato a la gubernatura, de ahí que la estrategia de los perversos personajes de Palacio sea exhibirlo e irle bajando los humos, ¿no le parece?
Todos sabemos que ganar la gubernatura requiere no sólo de un buen candidato, hay que integrar una fórmula de arrastre que abone sufragios. O sea, mínimamente se necesitan aspirantes de peso completo a las dos senadurías, las cinco diputaciones federales y a la alcaldía capitalina, si no es de esa manera, unos jalarán hacia adelante, otros para atrás y el PAN no tiene en este momento quien ocupe el resto de las posiciones.
Por la vía legal no le van a hacer nada a Caballero, eso lo advertimos desde ahora y Graco lo sabe, por esa razón es que la acción debe ser de corte electoral. Pero los azules se encuentran en una encrucijada y uno de los cuadros destacados lo aceptaba.
Decía que ya recurrieron a la dirigencia nacional a fin de que intervenga en lo que estiman, es una acción de revanchismo, pero sin muchas esperanzas, sobre todo porque al CEN por ahora le interesa más mantener la alianza con el PRD en la batalla por gubernaturas, como la de Veracruz, que entrar en problemas con algunos de los gobernadores amarillos, en este caso Ramírez Garrido.
Bajo esa perspectiva, reconocían que no tienen esperanza de que el Comité Ejecutivo Nacional los respalde con todo. A pesar de que aquí no hay alianzas por el momento, a nivel nacional es otra cosa y en efecto no van a perder la posibilidad de triunfo en dos o tres gubernaturas por atender Morelos, que es además una entidad de escasa trascendencia.
Lo anterior muestra crudamente la actitud de venganza con la que se actúa contra aquellos que no se alinean, pareciera ser asimismo una advertencia para muchos otros que no agachan la cabeza o muestran sumisión ante el Rey y la Reyna, sólo que muy tempranamente Graco comienza a quedarse solo, su divorcio con el electorado representa pérdida de poder real en el mandato.
Y todos sabemos que como quiera que sea, el poder dimana del pueblo y por más influencias que el señor presuma en el centro del país o en la cúpula de su partido, ya la mano le comienza a temblar y gradualmente va en declive, particularmente porque no tiene ninguna credibilidad.
Hay quienes le conceden mucha habilidad e inteligencia política, pero el camino que viene tomando parece no ser el más adecuado y menos a estas alturas del mandato. Sólo que la soberbia lo domina y no entiende que a diferencia de la mayoría de sus antecesores, que mostraban debilidades ya en la recta final del sexenio, él a mitad del mandato se encuentra arrinconado.
Y aún cuando se supone que la determinación de sustituir a Mojica surgió desde el interior del Poder Legislativo, se le viene atribuyendo el hecho a Graco y con ese solo detalle, los panistas se convierten en víctimas y políticamente les estará beneficiando, una parte de la ciudadanía en la capital los va a arropar, sólo por llevarle las contras al gobernador.
Con seguridad que eso no lo advierte, ni mucho menos lo acepta el tabasqueño, pero es la verdad, les está haciendo el caldo gordo a los azules. Bueno, no obstante que hay acuerdos desde el arranque de la actual legislatura, y entre ellos, que en el segundo año legislativo la junta política y de gobierno les corresponde, advierten que igual y no se las dejan, por instrucciones superiores.