Podríamos decir que, salvo la atención que necesariamente se le tiene que estar dando al rubro de la delincuencia e inseguridad nacional, son los otros dos aspectos los que traen preocupados al gobierno y a los partidos políticos y en ambos casos los pronósticos parecen reservados.
Veamos el rubro electoral, si bien, luego de una reposición de elección, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) logró quedarse con Colima, tiene enfrente otros 12 territorios en los que las mediciones siguen siendo inciertas. Ahí está Veracruz, Puebla, Oaxaca, Durango, Aguas Calientes, Baja California… por citar algunos.
Como que la atención se viene centrando más en la zona centro, pero habrá que imaginar cuál es el interés por Chihuahua, por ejemplo, el estado más grande de la república a nivel de territorio, por eso decíamos recientemente que los ojos del tricolor están puestos en otras latitudes, ni quien se acuerde de que en Morelos se necesita una reestructuración del CDE.
Pero en medio de tal panorama, en torno al cual se debate y se hacen pronósticos y hasta apuestas entre apasionados militantes de los partidos, aparecen indicios de que la férrea lucha que se aprecia, libran institutos y candidatos, son sólo apariencias, porque en las alturas, algunas gubernaturas se decidirán conforme a negociaciones de escritorio, no en las urnas.
Toma fuerza por ejemplo la versión de que Puebla volverá a manos del PRI, igual que Oaxaca, éste último porque la Federación aún no termina el trabajo de control con el sector educativo, acuérdese que después de muchos años, se le quitó el control magisterial a la sección 22 de la disidencia y que por lo tanto seguirá siendo asunto de los priistas, aterrizar el proyecto.
Y en cambio, de la misma forma se adelanta que Durango será cedido a la oposición, en una especie de cambalache, atendiendo también una cuestión de estrategia electoral hacia la elección presidencial del 2018. Es por eso que ya se da por hecho que en Puebla, no habrá alianza entre PAN y PRD para enfrentar al tricolor, porque así van los acuerdos.
Ahora bien, ¿en qué consistiría esa estrategia electoral entre PRI, PAN, PRD y aliados hacia el 2018?, aquí se hace hincapié en que la distribución de gubernaturas lleva la intención de limitarle los accesos de maniobrabilidad a un adversario político que tienen en común y que no deja de tenerlos estresados: Andrés Manuel López Obrador, líder moral del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
El tabasqueño va por la tercera candidatura presidencial y para ello viene desarrollando un intenso trabajo de precampaña en todo el país, las tendencias –claro, aún es demasiado pronto para eso- lo favorecen y es por esa razón que los tres grandes partidos tejen desde ahora acuerdos que se traduzcan en el acotamiento de espacios para quien les viene dando sustos desde hace rato y sigue asegurando que ganó la presidencia en el 2006 frente a Felipe Calderón.
ECONOMÍA, NO HAY CERTEZA
Pero lo que tiene que ver con la situación económica y de desarrollo de México no es cosa menor, pudiéramos decir que a diferencia de lo electoral, en donde Morelos no está incluido en elecciones este año, aquí sí vamos envueltos en un mismo paquete con todos nuestros connacionales.
El peso y el petróleo siguen siendo los temas que ocupan los primeros espacios financieros en los medios nacionales de comunicación todos los días y desde hace mucho rato los centros financieros internacionales no tienen hoy día, una medición clara y exacta de lo que pudiera pasar en el futuro inmediato en la materia que nos ocupa, a ese grado se encuentra la indefinición.
El problema comienza a ser comparado con lo que se vivió en 2008 y parte del 2009 con la recesión que causó múltiples conflictos en el rubro que golpeó a la sociedad en general. Lo que pasa en este momento, es algo similar y desde luego que nuestra entidad no es ajena a todo eso.
Por eso tantos conflictos e inconformidad creciente en todos los sentidos en nuestro entorno cercano, por lo que se comienza a apreciar, todo lo que tiene que ver con dinero, le viene representando dificultades a las autoridades del estado. Claro, en buena medida el desaseo con que se manejan los recursos presupuestales en la administración pública local deriva en esos problemas, pero como quiera que sea, se suman efectos de lo que más allá de nuestras fronteras acontece.
Por lo que reflexionábamos en principio, seguramente las cuestiones electorales las resolverá el gobierno federal, incluso con base en acuerdos y negociaciones a conveniencia de todos, pero donde no hay márgenes de maniobra es en lo tocante al otro tema, porque dependemos del orden económico mundial.
Y por todo lo que se ve y se escucha, en esto afecta a todos en general, como la muerte para ricos, pobres, guapos, feos, gordos, flacos, no existe distinción. Pero, claro, hay naciones que pueden resistir eso y mucho más, como nuestros vecinos de Estados Unidos y algunas naciones del viejo continente, sin embargo, en mayor o menor grado, sufren deterioro de la planta productiva y de su Producto Interno Bruto (PIB).
¿Hasta dónde llegaremos? Eso es lo que no queda claro, sin embargo, como que el precio del crudo mexicano repuntaba ligeramente en los recientes días, aunque la paridad del peso frente al dólar nos continuaba pegando, al estar cerca de la barrera de las 20 unidades por billete verde. Por eso es que siempre estuvimos advirtiendo en los últimos meses del 2015, que el presente sería un año bastante distinto, en lo referente a la economía, no nos equivocamos, tal vez nos quedamos cortos, porque todo esto pinta para mucho más y no precisamente para bien.