Y ocho cargos de subsecretarios quedarán igualmente anulados, éstos corresponderán a instancias como Ciencia y tecnología, Desarrollo social, Turismo, Economía, por citar algunos, con la finalidad de reducir gasto corriente, es decir que al final se dio un viraje, alguien debió abogar por los titulares de tales espacios, porque inicialmente se habló mucho de fusiones, es decir Administración con Hacienda o Turismo con Economía, lo que significaba que algunos miembros del gabinete perderían la chamba. Finalmente, se optó por llevarse a los de segundo nivel, aunque eso impactará mucho menos en la reducción del gasto, porque los de primer nivel ganan más y sus gastos de representación también son otros.
Pero nos encontramos en una regresión, hoy se debe estar admitiendo que fue un error el haber creado al vapor una serie de secretarías al arranque de gobierno, que no llevaban otra finalidad que colocar a algunos personajes, que se la jugaron con el entonces candidato a la gubernatura, en posiciones importantes. Lo anterior, elevó sustancialmente el costo de la nómina, presupuestalmente no es lo mismo una secretaría que una dirección, pero hasta se tuvo que llegar a la negociación con la anterior legislatura local, a fin de que se aprobaran las modificaciones correspondientes para crear una serie de dependencias de primer nivel.
Como que sólo funcionó un poco más de un año, ya a mediados del 2014 los ajustes presupuestales a la baja obligaron a la toma de decisiones en sentido contrario. Primero, se recurrió a cancelar privilegios y gastos de representación a funcionarios, luego incluso una dolorosa acción, el despido de unos 600 burócratas para aligerar la carga en el erario, sin embargo eso tampoco fue suficiente.
Para esta acción actual de echar a la calle a más personal, seguramente influyó mucho el desbordado gasto orientado a las elecciones del pasado 7 de junio. Cuernavaca fue un ejemplo claro de cómo el régimen de gobierno en turno, buscó desesperadamente instalar en la presidencia municipal a Jorge Messeguer Guillén, intento fallido, pero que costó seguramente cientos de millones de pesos.
Pero el derroche también llegó a otros espacios. Jiutepec fue un territorio que el perredismo “ganó” con dinero, fuerza y hasta agresiones, y todo con cargo al presupuesto estatal. Sólo que del mismo modo se afirma que dineros de Morelos participaron en el intento de conservar la gubernatura de Guerrero, otro fracaso, y entonces las arcas se habrían quedado vacías.
El año entrante viene aún menos bondadoso, si no se aplican ajustes de fondo, el presupuesto no alcanzaría ni para salarios, entonces se lucha denodadamente por ampliar el margen de maniobra a fin de justificar ante la sociedad la existencia del propio régimen, que está ahí para administrar los impuestos ciudadanos y transformarlos en obra pública, servicios de calidad y diversos satisfactores más que hace rato no llegan a la sociedad.
Pero si el año venidero no hay inversión social de parte de la autoridad estatal, pues difícilmente se logrará en lo que resta del sexenio, por eso la urgencia de bajarle a los excesos, aunque pareciera una decisión tardía, como que se gastó mucho en aspectos poco trascendentes y se abundó en cosas sin importancia, sólo la Federación ha venido poniendo algo de su parte con obras como el libramiento Exprés, la autopista Siglo XXI o la ampliación a cuatro carriles de La Pera-Oacalco. Pero localmente no hay nada de que presumir, acaso infraestructura en materia de seguridad, que tampoco da los resultados esperados.
INICIATIVA LABORAL, ¿UN DISTRACTOR ANTE LAS FOSAS?
En otro tema, pareciera que la propuesta de reformar algunos artículos de la Ley del Servicio Civil del estado y municipios a fin de que las jubilaciones y pensiones se den vía el IMSS y el ISSSTE, pareciera un distractor en busca de desviar la atención en lo que se refiere a la fosa con 150 cadáveres en Tetelcingo en Cuautla, ante cuyo suceso el gobierno no logra ofrecer explicación alguna, más bien muestra serias deficiencias en el manejo informativo.
Por cierto, sobre el caso de la ley, ya las fuerzas laborales del Poder Ejecutivo, el mismo Legislativo, el Judicial, municipal de Cuernavaca y agrupaciones en apoyo, advirtieron que podrían paralizar buena parte de las instituciones si llegara a prosperar tan descabellada propuesta –claro, a juicio de ellos-, porque en serio la armarían grave, sienten que se les están agrediendo derechos fundamentales.
Pero resulta curioso que en medio de la polémica desatada en relación a la fosa, de pronto aparezca una iniciativa de reforma que arrancaría reacciones en cadena y de cuyos efectos las propias autoridades tenían consciencia plena. Así que bien pudo tratarse de una estrategia para desviar nuestra atención, mientras se logra dar salida al otro conflicto, y más ahora que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha aceptado intervenir.
Igual y al final no pasa nada con la famosa ley, pero sí nos mantiene enredados en la discusión una o dos semanas y da oportunidad de lograr apaciguar los ánimos en el caso de los cuerpos que fueron depositados como animales en esa fosa común, muchos de ellos, sin la documentación y los trámites legales correspondientes, así que habrá que estar muy atentos a ambos sucesos. Y lo decimos, porque no sería la primera ocasión que desde el ejercicio del poder público, se echa mano de estrategias orientadas a generar cortinas de humo para confundir a la opinión pública y menguar el nivel de crítica popular y como que el tema lo merece.