La responsabilidad de la presunta muerte de los jóvenes –aún no se prueba que fueron ultimados- se le atribuye directamente al ex edil de Iguala, José Luis Abarca y esposa, también perredistas, porque igual estarían metidos hasta las chanclas con la narco delincuencia.
Sin embargo, se esperaba que hasta ahí llegaran las cosas, pero ahora resulta que la red alcanza a muchos más personajes de este partido y ello lo prueba la detención, a media semana pasada, de Adán Casarrubias Salgado, uno de los cabecillas de Guerreros Unidos, cártel opositor a “Los Rojos”, que controlan la plaza en Morelos, ¿con anuencia de quiénes?
Pero el señor departía en Cuernavaca con otras dos figuras políticas, el alcalde de Cocula, de ese mismo estado, y un asesor del grupo parlamentario del PRD en el Congreso local. ¡Imagínese el alcance de las complicidades, porque en el caso del asesor, contamina a toda la fracción!
O sea, no es un invento que en efecto, los perredistas estén detrás de los supuestos crímenes de los muchachos, la hebra debe ser todavía muy larga y todo esto mete en más problemas al instituto político, no sólo en Guerrero, donde ya perdió la plaza, el descrédito es en toda la República.
Todo lo anterior, es bastante lamentable porque nuestra que esa parte de la izquierda mexicana, que traía un discurso muy combativo y frontal contra el viejo régimen, sobre todo orientado a prometer cosas nuevas, proyectos de rescate de la pobreza y la justicia social, de llegar a gobernar, se viene tambaleando y hundiendo en el descrédito y la perdición.
¿Hasta dónde están metidos con la maña en Guerrero?, pues seguramente hasta el cuello, habría que seguir jalando la cobija para poder ver el fondo, porque la aprehensión de los sujetos en Cuernavaca fue fortuita, suponemos, el nivel de polución pudiera ser total y ¿sólo en este estado?, parece que no, porque su ex gobernador en Michoacán, Leonel Godoy, terminó siendo señalado de las mismas complicidades, incluyendo algunos familiares.
Una vez que comenzaron a ganar posiciones relevantes, fueron perdiendo la cordura, se les olvidaron los compromisos con el pueblo, cayeron en prácticas que combatían y que les ayudaron a crecer en el ánimo del electorado, buscando el beneficio propio, pero por lo que se ve, se fueron muy lejos.
Más pronto de lo que esperaban, perdieron algo que anhelaban desde hace años, quedarse con el control político del corredor del centro y sur del país, es decir el Distrito Federal, Morelos y Guerrero, sólo les duró el gusto tres años porque en nuestra entidad ganaron en el 2012.
Ahora bien, ¿en el caso de Morelos cuál será la situación al respecto?, existen muchos indicios de que algunos de sus cuadros están contaminados. ¿Recuerda cuando un operativo decomisó enervantes en una residencia en Tlaltizapán?, pues incluso perredistas sostuvieron que era propiedad del edil de Yautepec, Agustín Alonso Mendoza, y eso lo dijo a La Unión de Morelos, Ignacio Suárez Huape, que en paz descanse.
¿Y qué decir de todo lo que se llegó a asegurar de la ex candidata del PRD a la alcaldía de Emiliano Zapata, Catalina Ríos, o del ex legislador local Alfonso Miranda Gallegos? Como se ve, hay mucha tela de dónde cortar, así que igual y aquí tampoco andan muy libres de culpa.
Por los motivos que sean, se ha venido generando una especie de animadversión en contra del perredismo en nuestro estado, lo vimos en las elecciones del pasado 7 de junio, si no logra revertirse, no vemos de qué manera logren mantener el poder a nivel de la gubernatura a partir de las elecciones del 2018.
Con mucho “esfuerzo” y dinero lograron algunos ayuntamientos y diputaciones locales, nosotros continuamos sosteniendo que se robaron la comuna de Jiutepec con Manuel Agüero Tovar y que se la quitaron al priista Rafael Reyes mediante una negociación de cúpula.
En Cuernavaca no ganaron nada en las urnas, a pesar de tener controlado el Impepac y ello indica que en un proceso realmente democrático habrían quedado en quinto o sexto lugar, de ahí que los pronósticos hoy no sean para nada halagüeños.
Y mire que la descomposición fue de unos años a la fecha, porque arrancaron bastante bien. Surgieron como partido político tras la elección presidencial del 6 de julio de julio de 1988, cuando Cuauhtémoc Cárdenas encabezó aquél movimiento constituido por distintos partidos y aún se sigue diciendo que ganó la presidencia de la república.
Para la justa de 1994 se quedaron un poco más atrás, pero siguieron siendo la segunda fuerza y fue en el 2000, cuando retrocedieron más, porque la ola venía con el Partido Acción Nacional, que sólo aguantó dos sexenios, le regresó el mando al PRI en el 2012, pero aún aquí con Andrés Manuel López Obrador quedaron muy cerquita de Peña Nieto.
Con todo lo que estamos viendo, vienen en picada, al tiempo, pero consideramos que para el proceso que viene, serán superados por fuerzas electorales de mediana estatura. Igual y acaban del tamaño de un Movimiento Ciudadano o un Verde Ecologista y eso sino desaparecen por pérdida de registro.
Lo que está ocurriendo no es cosa menor, son pruebas irrefutables de la complicidad de muchos de sus cuadros con el delito organizado, lo cual merecería una investigación profunda de las instancias federales competentes, a fin de desmantelar las redes de mafias entre malandros y políticos, de otra manera nos van a seguir hundiendo en el lodo como sociedad y francamente que como país no merecemos lo que nos están haciendo, lo más viable es que se les aplique la ley con el máximo rigor, ¿no le parece?.