Pero el que igualmente está puesto, aunque no lo diga, es el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, la trascendencia de su cargo lo pone en la carrera, pero además, tampoco se ve que le haga gestos, por eso viene cuidando muy bien su figura e imagen; iría por el PRD.
Y desde el momento en que ganó la gubernatura de Nuevo León por la vía de la candidatura independiente, Jaime Rodríguez, el “Bronco”, se apuntó en esa misma lista, porque se supone que intentará repetir la dosis, o sea, contender ahora por la presidencia.
Es en los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) donde aún no se ve con claridad por dónde vendrían las cosas. En lo que se refiere al tricolor, quien ocupa la Secretaría de Gobernación (SG) suele ser uno de los prospectos, entonces incluiríamos a Miguel Ángel Osorio Chong, aunque se insiste en que otro que volverá a pedir chance es el presidente del CEN del PRI, Manlio Fabio Beltrones, y como que se la deben, porque se disciplinó ante el actual mandatario, Enrique Peña Nieto, en la justa del 2012, él era el principal contendiente.
Así como andan las cosas hoy, es casi imposible medir tendencia, en política los cambios son continuos, lo que hoy es, mañana pierde vigencia, pero hay dos factores que son determinantes en las justas electorales, el peso y presencia de los candidatos, así como la fortaleza de los partidos políticos.
Si hoy fuera la elección, a nivel de aspirantes el tabasqueño tendría ciertas ventajas, lleva como 10 años haciendo campaña, pero igualmente se advierte que por esa circunstancia será quien sufra el mayor desgaste en lo sucesivo, ya le han empezado a poner dos que tres guarapetazos y es apenas el principio. Pero además, en lo que toca a estructuras partidistas, a nivel país no significan gran cosa, así que la tiene difícil.
En lo que toca al “Bronco”, pues su mayor riesgo es que no logre cumplir las expectativas ofrecidas en campaña ya como gobernador y ahí pudiera atorarse, independientemente de que sin partido tampoco le será fácil, una presidencia de la república no es lo mismo que un estado.
También Mancera es bien visto, pero igual que los otros, el PRD anda muy bajo, tocando los 13 o 14 puntos, porque su presencia es regional, en la parte norte del país, por ejemplo, no pintan para nada y en el centro vienen perdiendo, tienen serios desequilibrios.
Entonces y a nuestro juicio, la lucha cerrada, sin que sepamos aún quiénes pudieran ser sus abanderados, se dará entre priístas y panistas, así se ve hoy día. Y a nivel de institutos políticos el tricolor muestra mejor estructura y además es el partido en el poder.
Pero a nivel estatal también ya vemos a muchos moviéndose y abriendo camino para llegar en condiciones de reclamar la candidatura al gobierno de Morelos. Aquí hablaríamos de un senador, Fidel Demédicis Hidalgo, casi como única figura, porque quien estaba pensando hacer lo mismo es el secretario de Movilidad y Transporte, Jorge Messeguer Guillén, pero con la derrota por la alcaldía capitalina, nada tiene que hacer y otros que quedan no les vemos el nivel para dar la pelea.
Acción Nacional también agotó sus cuadros, sin embargo, en medio de esa pobreza tendrán que hacer el esfuerzo, por un lado, el diputado federal Javier Bolaños Aguilar y por el otro, el legislador local Víctor Manuel Caballero Solano, por ahí tendría que salir el bueno.
En lo que corresponde al PRI, ya tampoco queda mucho, las cosas deberán resolverse entre una caballada flaca. Claro, ya aparecerán muchos prospectos, hasta el perdedor del 2012, Amado Orihuela Tejo, aunque tampoco tiene ya nada que hacer.
Aquí, como a nivel nacional, no se descartan candidaturas ciudadanas o independientes, insistimos en que el rector, Alejandro Vera Jiménez, podría ser uno de ellos, como que cuenta con posibilidades de cumplir todos los requisitos que se exigen.
Y desde luego, condicionado a su desempeño, como el “Bronco”, si es que llega a ocupar la silla de la presidencia municipal de Cuernavaca, tenemos a Cuauhtémoc Blanco Bravo. Si ya hizo el milagro por la comuna, con un regular papel en el ayuntamiento, se estaría colando por la grande y casi en calidad de ciudadano, porque el Partido Socialdemócrata (PSD) es simbólico.
Y la medición o pronóstico iría bajo las mismas característica, fuerza del candidato y estructura partidista. El Cuau sacó la elección con base en su fama y prestigio, podríamos decir que el partido sólo le ayudó con la plataforma, pero a esta elección el deportista llegó virgen, a la otra lo haría ya en condiciones menos adecuadas, porque necesariamente sufrirá desgaste.
Al PRD lo vemos casi de salida, difícilmente podrán mantener la gubernatura, lo que ocurrió el 7 de junio mostró que perdió más de la mitad de su capital social y lo que se agregue, pero con poder y dinero se va a defender. El PAN volvió a ser un instituto sólo con presencia en Cuernavaca, en el interior del estado anda débil, no la tiene fácil y es igualmente el PRI el que mantiene presencia territorial, eso lo pone un pie adelante. ¿Y si fuera el rector por la vía independiente?, pues la cosa se pondría más interesante, es decir, como que la moneda está en el aire.