Pero por sus características especiales, es Cuernavaca la que sigue atrayendo la mayor atención y sobre ello hay polémica todos los días. Primero, porque se trata de la capital del estado; segundo, porque políticamente es el espacio más significativo; y tercero, por las circunstancias como se dio la elección, con un alcalde electo que ganó el proceso con base en su fama pública como estrella del deporte.
Pero primero hay que tratar de analizar en qué condiciones heredará el actual edil Jorge Morales Barud su gestión a su sucesor Cuauhtémoc Blanco Bravo, porque la verdad es que el ixtleco encontró un ayuntamiento empantanado, con una deuda cercana a dos mil 500 millones de pesos y conflictos por todos lados. Para empezar, se estima que a la hora de la entrega-recepción, los pasivos andarán por el orden de mil millones de pesos, es decir una reducción arriba del 50%.
Previas las elecciones del pasado 7 de junio, JMB vivió momentos bastante difíciles, que obstruían el desarrollo de sus actividades. Movimientos de protesta armados con el fin de intentar paralizar su gestión, logró sobreponerse a todo eso y pareciera que en este momento las condiciones son diferentes, las aguas volvieron a su nivel y hasta se advierte que terminará sin mayores conflictos.
Incluso se habla de un apretón interesante a la hora del cierre, cuando disminuyan las lluvias pondrán en marcha un programa de bacheo y de recuperación de calles y avenidas, con una inversión de 20 millones de pesos.
Y dadas las condiciones financieras poco bondadosas, el acuerdo del cabildo va en el sentido de cancelar toda posibilidad de hacer lo que pasadas administraciones practicaban al final, entrega de todo tipo de apoyos y bonos económicos a regidores, síndico y alcalde.
Esta vez no habrá nada, se irán con sus salarios o emolumentos nominales, para evitar seguir causando detrimento y desajustes a la comuna. En contraparte, se anticipa que se vienen generando ahorros a fin de garantizar el pago de prestaciones, como el aguinaldo, a cerca de tres mil empleados de la ciudad capital.
Por ese lado Blanco Bravo podrá estar tranquilo, porque encontrará una administración más o menos encarrilada y con dificultades que se alejan de lo que sucedía hace tres años, pero de todos modos se sigue analizando, desde la óptica ciudadana, cuál podrá ser el rumbo que se le imprima al nuevo gobierno.
CUAUH DEBE IMPONER ORDEN
En efecto, desde fuera se intenta ir observando paso a paso los movimientos que se están dado por parte de quienes serán parte del gobierno municipal que viene y para muchos sería conveniente que el edil electo Cuauhtémoc Blanco empezara a poner orden, porque ya hay jaloneos, particularmente entre tres grupos que se perfilan como los que tendrán influencia al interior de la comuna, por la disputa de posiciones.
Por un lado, está el equipo de trabajo cercano del alcalde electo con Juan Manuel Jaus a la cabeza, por otro la corriente del Partido Social Demócrata con los Yáñez al frente y un tercer grupo en la figura del ex alcalde Manuel Martínez Garrigós, que desde luego contará con sus espacios.
Y por si eso fuera poco, surgen voces desde la comuna en el sentido de que el Partido de la Revolución Democrática (PRD), a través de sus regidores, quiere que le den posiciones específicas, de tal manera que entonces hablaríamos de cuatro movimientos.
Y uno de los que formará parte del cabildo en proceso de integración dijo al reportero que “todavía no nos integramos bien con el edil electo, porque las pocas veces que ha venido para ir dándole forma al proyecto, nos ha dicho que tenemos que ser breves en las audiencias, ya que generalmente nos dedica una hora para todos”.
Y lo que se agrega es que esas ausencias, son las que están siendo aprovechadas por otros actores que tratan ya de adjudicarse posiciones relevantes, que además estarían poniendo a subasta, es decir al mejor postor. Por ejemplo, se dice que MMG contará con tres secretarías y el SAPAC. Las dependencias se estarían colocando a razón de una especie de renta mensual de uno o dos millones de pesos, dependiendo de su rentabilidad y en el caso del sistema de agua podría llegar hasta tres millones al mes.
Si esto es cierto, el panorama se complicaría mucho y por eso hay quienes reclaman la figura de Blanco Bravo, a fin de que llame al orden y la cordura desde el principio, pero sobre todo marque la línea y estrategia a seguir porque administrar la ciudad no es poca cosa.
Y en torno al equipo de colaboradores del próximo edil, uno de los que ya fueron invitados a sumarse comentaba: “Las cosas no serán para nada fáciles, es más no bastará con designar a los mejores perfiles y cuadros profesionales, porque lo más importante es que se trabaje en armonía y comunicación constante”.
Y lo decía precisamente por la diferencia de grupos y corrientes que ya se perfilan sobre distintos cargos y áreas, señalando que “el presidente municipal tendrá que imponer su autoridad y liderazgo, de tal manera que sea el origen de las instrucciones y quien oriente el rumbo y el proyecto que piense aplicar, si lo anterior no sucede, las capacidades se diluyen y los resultados son pobres, lo vimos al inicio de la administración de Manuel Martínez Garrigós, cada quien jaló por su lado y no se formaron equipos de trabajo”. Así que la sugerencia de buena parte de quienes se integrarán al trienio en puerta, piensan que Cuauhtémoc necesita ya empezar a dirigir la orquesta.