Pero eso tampoco es cosa nueva, a medida que la alternancia se consolida, otros institutos políticos distintos al tricolor han logrado acceder al ejercicio del poder público, se abrieron opciones reales y las bases militantes comenzaron a tener una permanente movilidad.
Hay que recordar que durante más de siete décadas, si alguien quería en verdad llegar a ocupar un cargo de representación popular por el camino del voto mayoritario, no tenía más remedio que afiliarse al PRI y esperar años para que se le permitiera siquiera participar en alguna contienda de selección interna de aspirantes. La absoluta mayoría de quienes lo intentaban se hacían viejos sin poder alcanzar el sueño, porque no bastaba tener liderazgo y trabajo con el electorado, generalmente se necesitaba de un buen “padrino” que abogara por el interesado para entrar al círculo de los privilegiados, o en su caso, de una buena lana.
Pero a partir del 2000, cuando el tricolor pierde la presidencia de la república, las cosas cambiaron, sí empezó a ser posible llegar al Senado, al Congreso de la Unión, a las alcaldías o diputaciones locales, a través, fundamentalmente, de opciones como la del PAN y la del PRD.
Es por eso que el fenómeno de la migración de militantes y simpatizantes de un instituto a otro ha sido algo recurrente y en cierta manera normal. Para qué le hacemos al vivo, los políticos de nuestros tiempos -hay algunas raras excepciones, claro- no tienen amor a la camiseta, como el aficionado a los deportes, les anima a la mayoría, el interés y la ambición por el ejercicio del poder que en esencia se traduce en dinero, comodidades y placeres.
Y son esos cabecillas, quienes suelen sustentarse en algún número indeterminado de simpatizantes y seguidores, los que mueven al elector. Eso ocurrió por ejemplo con Agüero Tovar, dijo haberse traído al PRD gente del PRI y del PAN, porque además son a los que apoyan de manera directa para operar cualquier movimiento o reunión y trabajo electoral que necesitan.
Y como ya están dentro de donde se cuecen las habas, cuando se aproxima una elección son los primeros que ven hacia donde se inclina la balanza y entonces buscan afanosamente cómo montarse en el autobús que estiman, es el que sale enseguida, así son y si al paso de los años tienen que “regresar a casa”, lo hacen sin el menor rubor porque han perdido vergüenza, dignidad y decoro, tratarán siempre seguir colgados del presupuesto para seguir amasando fortunas y no pasar temporadas de sequía como la mayoría de nosotros.
Así que no se sorprenda, a partir de los días siguientes veremos con mayor frecuencia la transferencia de grupos, politiquillos de banqueta y de falsos militantes de partidos que igual, van a pedir refugio a donde estiman les irá mejor y están en su derecho, esa es una opción personal, pero que no deja de mostrar inconsistencias.
OCDE: ¿SERÁ POSIBLE EL SUEÑO?
Y en otro tema, ayer el gobierno estatal y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) a través de su secretario general José Ángel Gurría firmó con el gobierno de Morelos, vía el mandatario Graco Ramírez Garrido, la carta de intención para la cooperación en el levantamiento de estudios locales en relación a diversos temas como la salud, el medio ambiente, la educación, la seguridad o el empleo, bajo el concepto ¿cómo va tu región?
El objetivo, por lo menos en lo que toca a la entidad, es conocer de fondo los problemas que en la materia enfrentamos, adoptar sugerencias de solución, propuestas por la OCDE con base en experiencias de aspectos similares en otras regiones del mundo y de esa manera perfeccionar las políticas públicas, buscando en todo momento satisfactores en el nivel de vida de los ciudadanos.
La verdad es que no está nada mal el objetivo, en buen momento se acepta o mejor dicho se pidió a la OCDE signar un convenio de esta naturaleza que busca nobles propósitos, porque a pesar de que se insista en que en el primer estudio se encontró que estamos, en algunos aspectos, por arriba de la media nacional, la verdad es que no lo parece. La entidad presenta graves problemas de pobreza, marginación y desprotección en bastas zonas territoriales, mejor deberíamos admitir que estamos tan amolados o más que en otros estados.
Pero ¿en efecto tenemos la capacidad para poder modificar los escenarios y mejorar las condiciones en que vivimos buena parte de los habitantes en Morelos?, porque en la mayor parte de los casos, no es cuestión de querer hacerlo, o tener voluntad ante las sugerencias, se requieren instrumentos, recursos, esfuerzos conjuntos.
Tan fácil, se decía por ejemplo, que desde ya se trabajará fuertemente para llevar a la formalidad a cientos de miles de comercios ambulantes y fuera de orden, y lo que supimos es que en las instancias competentes de gobierno cuentan con la maravillosa fuerza de dos supervisores, es decir es imposible desarrollar la tarea con ese equipo humano y así podríamos ir analizando cada uno de los casos.
Bueno, en educación se ha reiterado que estamos bien posicionados respecto al nivel académico, no sabemos cómo, porque derivado del asunto de Ayotzinapa, el Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), incluso violando la norma, le abrió la puerta a todas las egresadas de la normal de Amilcingo, a pesar de que en los exámenes salieron prácticamente reprobadas, dejando fuera de plazas a educadoras con talento demostrado. ¿Es así como vamos a darle la vuelta a la página?, habrá que verlo, pero de entrada, nos parece un buen acuerdo, ojalá algo salga de todo eso.