Con sus diferencias en perfiles, al PRD le dieron dirección y sentido dos personajes claves en la política, que se han distinguido por una férrea lucha en busca de alcanzar un equilibrio de fuerzas entre la derecha, el centro y la izquierda, el propio Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, quien ante tantas incongruencias, tomó distancia luego de las elecciones del 2012, cuando igual que el michoacano consideró que venía siendo utilizado por quienes se habían instalado en el CEN del partido, usándolo como instrumento para la negociación y el beneficio de un pequeño grupo de afines.
Lo más lamentable para lo que queda del perredismo es que para la elección del 2015, van a llegar ya sin estos dos pilares de la política que atraían en conjunto, la mayoría del caudal de votos que los acompañó en los más recientes procesos de elección y que los llevó a estar muy cerca de lograr el sueño de cualquier institución de esta índole: ganar la Presidencia de la República.
Hay quienes sostienen que la ganaron ya en dos ocasiones, aquel 6 de julio de 1988 cuando CCS enfrentó a Carlos Salinas de Gortari y el 2 de julio del 2006, “haiga sido como haiga sido (sic)”, dijo Felipe Calderón Hinojosa, de cualquier manera nadie podría negar que casi tocaron el cielo y no se les permitió acceder a ese primer plano en el ejercicio del poder en México, sí han venido administrando ya diversas gubernaturas, no se diga obtener mayoría en algunas legislaturas locales y presidencias municipales estratégicas.
Es decir los personajes mencionados, que ya no están para la justa que viene, eran el espíritu mismo de un PRD que fue dando tropiezos desde el ascenso al CEN de los famosos “chuchos”, Jesús Ortega Martínez y Jesús Zambrano; toca el turno a Carlos Navarrete Ruiz, que es parte del mismo grupo, pero le toca “bailar con la más fea”, apenas llega y se presenta el desafortunado caso de Ayotzinapa, en el que se enreda y no logra manejarlo correctamente.
Primero intentó meter las manos por el ahora gobernador depuesto Ángel Aguirre Rivero, luego, cuando filtran algunos antecedentes muy delicados del mismo, lo suelta y se suma a quienes lo sacrificaron, pero los indicios de que buena parte de los que controlan el PRD nacional sabían en qué andaba el alcalde con licencia José Luis Abarca, el mundo se les vuelve a venir encima y aparece la voz de Cárdenas demandando su renuncia al CEN.
Ahora bien, para que el ingeniero decidiera renunciar al partido que él mismo formó, es porque simplemente no encontró eco en la contraparte, es decir los dirigentes perredistas rechazaron su demanda, aferrándose al cargo a pesar de las inconveniencias de seguir al frente.
Lo que apreciamos es que la cordura y decencia política la está mostrando Cárdenas Solórzano, a su juicio, era preferible tomar distancia que ser cómplice de lo que él debió percibir, así que las consecuencias de ello todavía no las conocemos a profundidad, esto lo veremos gradualmente.
Y eso de que “su renuncia no representa nada”, como han respondido algunos personajes desde el Congreso y otras posiciones, es simplemente una reacción natural y obvia ante el escenario que se les presenta. Desde luego que sumados CCS y AMLO, significan mucho más que un 50% de la fortaleza partidista y ya lo veremos en la elección del 2015.
También es cierto que AMLO ya ha venido perdiendo buena parte de las simpatías y seguidores que lo arroparon en las dos elecciones presidenciales pasadas, en las que fue aspirante a la presidencia de la república porque se antoja que se ha excedido en algunas acciones, hay muchas líneas que evidencian su mano en conductas reprochables, pareciera estar detrás de protestas en las que se llega a agredir, a destruir, a ofender, de manera poco civilizada, pero aún así, su separación va a significar mucho en el PRD.
En lo que toca a Cárdenas, pues para militantes, cuadros y simpatizantes era el líder moral y padre de esas siglas, el que ya no esté simplemente representa la orfandad del instituto, pero si esto se hubiera dado por lo menos un año antes, igual y se logra sanar la profunda herida o por lo menos amortiguarla, pero estamos ya en el inicio del proceso formal hacia el 2015 y esto generará mayor daño.
Sin embargo, insistimos en que por su cercanía y acuerdo con el presidente Enrique Peña Nieto y demás figuras hegemónicas del PRI y el gobierno federal, el gobernador Graco Ramírez seguramente buscará sortear el temporal electoral en lo que a su territorio se refiere, el estado de Morelos.
Para acabar pronto, luchará por negociar posiciones clave que requiere mantener para poder terminar su sexenio sin mayores dificultades, o sea quedarse de manera directa o a tras mano con el control del ayuntamiento de Cuernavaca, tal vez Temixco, Jojutla y uno o dos municipios más, la mayoría de diputados locales y ceder los distritos federales, pero otras entidades no podrán hacer lo mismo. Así que nuestro pronóstico es que en el resto del país, el perredismo se va a colapsar, por eso decimos que quienes intentan menospreciar el efecto de la salida de CCS sólo sangran por la herida, porque además no les queda otro recurso, lo menos que desde dentro pueden decir es que se encuentran al borde de la desaparición.
Ahora habrá que ver hacia dónde se inclina el michoacano, porque igual y decide apoyar algún otro proyecto político-electoral por abajo del agua hacia el año entrante, no creemos que sea a favor de Morena, tienen diferencias con AMLO.
Radiografia del Poder
Cárdenas Solórzano ¿cuál es el costo?
Primero fue AMLO
Cualquiera que conozca algo de los antecedentes históricos del nacimiento del Partido de la Revolución Democrática (PRD) sabe del peso que tenía el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, simplemente fue el artífice en la construcción de esta plataforma política que al paso del tiempo algunos de los “invitados” a formar parte de ella, se han encargado de debilitarla y están muy cerca de desvanecerla.
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