Ello, en el acto de inauguración del foro “Alternativas Verdes”, en donde estuvo acompañado del gobernador Graco Ramírez Garrido, sus homólogos de Puebla e Hidalgo y el jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, así como el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.
Dijo incluso que luego de la reunión sostendría un encuentro con el gabinete de seguridad “para acelerar el paso en la búsqueda de los muchachos”, es decir, es ya un asunto del estado y no es para menos, el tema no disminuye en su intensidad, por el contrario, parece que toma dimensiones de mayor preocupación.
Pero en torno a todo esto, como que la atención en los estudiantes aún desaparecidos ha minimizado aspectos colaterales que muestran a un estado verdaderamente en convulsión, esto de la ubicación de fosas repletas de cadáveres nos lleva a considerar que todo el territorio puede ser un cementerio.
Mire, a raíz del delicado suceso de los normalistas, los cuerpos policiacos vienen desarrollando una investigación intensa, pero sobre todo, en el municipio de Iguala, si no fuera por eso, difícilmente se habría dado con esas fosas en donde han sido enterrados quizás cientos de víctimas de la delincuencia, pero ¿Quién nos puede afirmar que lo mismo no pasa en el resto de la entidad?, sin embargo, como que no le ponemos la importancia que tiene.
Es decir, que no estamos ya frente a los 43 normalistas como posibles víctimas -ojalá que no- sino ante muchos asesinatos previos y de los cuales las propias autoridades estatales o municipales deberían dar cuenta, aquí tiene que iniciarse otra investigación paralela para saber de quienes se trata, donde están los responsables y cuáles fueron las causas, también son seres humanos y merecen justicia, ¿no le parece?.
Pero lo que se aprecia es pues que en realidad el estado vecino ha sido “tierra de nadie” desde hace buen tiempo, deben ser quizás miles de seres humanos los que han acabado desaparecidos, ejecutados y sepultados en cualquier parte de la región, nunca se les consideró en las enormes listas de las víctimas de la delincuencia y se quedaron ahí, olvidados.
Nos atrevemos a decir que la absoluta mayoría son derivado de la lucha de grupos de delincuencia organizada que desde hace muchos años se disputan el territorio, como mercado de consumo o tráfico de enervantes, pero reiteramos, es demasiado, porque ya los que se han encontrado en esos hoyos superan y con mucho, a los 43 desaparecidos.
Por eso y muchas otras cosas más, es que el mandatario guerrerense, Ángel Heladio Aguirre Rivero, se encuentra tambaleante, dimensionalmente lo que hoy se conoce no tiene comparación histórica, ni siquiera con aquella matanza que tanto se ponderó, la del vado de Aguas Blancas, en 1995, eran 17 campesinos, en el tema que nos ocupa, sumando los que se han descubierto en fosas, quizás le estemos llegando a 100.
Por todo lo anterior, es que el presidente de la república sigue de cerca los acontecimientos, en cada acto público que preside, la primera expresión es en solidaridad con los estudiantes y el resto de las víctimas, ayer no fue la excepción, advirtió que su empeño va a continuar hasta que se localice a los secuestrados, porque finalmente ese es el delito inicial.
Claro que políticamente el asunto es de singular trascendencia para los involucrados, pero aquí hay dos facetas, aquellos a los que se les ubica como corresponsables de los hechos, autoridades municipales y estatales de la entidad, y los que pueden ser beneficiados con la condena social en masa, las autoridades federales, porque además, son de posiciones antagónicas, los primeros, perredistas, los otros, priistas, en un momento muy cercano a un proceso electoral intermedio, el del 2015.
Y ¿Cuál puede ser el costo para los primeros?, pues de entrada, no vemos de qué manera el Partido de la Revolución Democrática pueda mantener el control del estado, porque es casi seguro que va a tener que sacrificar a su gobernador y quien lo sustituya, así sea otro perredista, recibirá un régimen casi en agonía, en la siguiente elección de gobernador podrían estar cediendo el mando.
Pero en la justa que ya viene, es casi un hecho que perderán diputados federales y para la federación, es acercarse a la recuperación de espacios, comenzar a desvanecer el corredor perredista conformado por Guerrero, Morelos y la capital del país.
Por eso la administración federal se viene conduciendo muy cuidadosamente en torno al tema, se ha evitado presionar la salida del mandatario guerrerense, a pesar de que las condiciones están por demás dadas, han dejado que el complicado escenario sólito esté arrinconando a Aguirre Rivero, de esa manera no hay espacio para el reclamo le dejarán a los amarillos.
El mandatario está tan debilitado, que bastaría un pequeño soplido para hacerlo caer, no hay prisa, mejor que se lleve su tiempo, sirve además para seguir encontrando más fosas y más crímenes encubiertos, que la resonancia se escuche en todo el país y más allá, pero fundamentalmente en el Distrito Federal, en donde no han logrado recuperar la plaza desde que la perdieron con Cuauhtémoc Cárdenas en 1994.
Es posible que el caso Guerrero tampoco alcance como para que el priismo logre darle la vuelta al PRD en la capital, pero sí los puede poner ya en circunstancias muy favorables y sobre todo, comenzar a ganar algunas delegaciones en principio, por eso este tema se tiene que valorar desde diferentes perspectivas, no únicamente legales y de aplicación de la justicia. Es claro, se le viene dando un manejo político-electoral y mal harían si no lo aprovecharan.
Radiografia del Poder
Caso Guerrero, búsqueda sin descanso
Inauguró foro “Alternativas Verdes”
El complejo escenario que enfrenta el estado de Guerrero mantiene en preocupación constante a la figura presidencial, ayer, el Jefe del Poder Ejecutivo federal volvió a insistir en que su gobierno no descansará hasta dar con el paradero de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos.
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