A diferencia de su antecesora, emprendió una estrategia de contacto cercano con agrupaciones y organizaciones diversas a las que mostraba un intenso trabajo y desde luego, ponderaba los logros que en pocos meses se venían alcanzando, sin embargo, al paso del tiempo el escenario ofrece condiciones tan difíciles o más que en aquellos tiempos, para empezar, no ha hecho caso a las denuncias continuas sobre el mal comportamiento de un buen número de los elementos de Mando Único y a estas alturas se aprecia que está siendo rebasado por ellos.
Lo que se comienza a percibir es que por los motivos que sean, ya le están dejando las manos libres a la delincuencia y vienen aprovechando su jerarquía para abusar de inocentes, extorsionar y amedrentar; lo ocurrido en Jiutepec, donde torturaron inmisericordemente a jóvenes que levantaron por consumir bebidas en vía pública es sólo una muestra del terrible proceder de los agentes.
De acuerdo al testimonio de familiares y testigos, intentaron hacerlos confesar que pertenecían a una banda de forajidos, al oponer resistencia, los maltrataron y agredieron sin consideración, la denuncia ya está en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos, pero los hechos están consumados, el daño está hecho, las ofensas consumadas y lo más seguro es que los agresores sean protegidos por su jefe que viene perdiendo respeto y credibilidad por poner oídos sordos a los insistentes señalamientos respecto a toda clase de tropelías.
Las estadísticas nacionales en materia de delitos graves, o de alto impacto como le llaman ellos, no dejan lugar a dudas, seguimos ocupando los primeros lugares en materia de secuestro, la más reciente medición coloca a Cuernavaca en el segundo lugar con 23 casos, sólo superada por Reynosa, Tamaulipas con 26, de ese tamaño está el asunto. Pero no sólo la capital morelense enfrenta graves problemas en ese sentido, en la lista de las 25 ciudades con más delincuencia aparecen también Cuautla, con siete casos en el lugar once y Jojutla con cinco en el sitio 21.
La pregunta es ¿y dónde está el trabajo de prevención del Mando Único?, cuando Capella presionó con todo al ayuntamiento de Cuernavaca a fin de que cediera la responsabilidad de prevención al M. U. sostenía que sería la solución, que las corporaciones municipales no tenían ni los instrumentos ni la capacidad y formación que sus muchachos. Así se los dijo a los comerciantes del Centro Histórico en una de tantas reuniones con ellos en el restaurante bar Cuernavaca.
A unos meses de aquello el fracaso es evidente, Jesús Alberto debería considerar su posible dimisión ante el incumplimiento de promesas y sobre todo, para no seguir hundiéndose en el descrédito personal, porque al paso que va, acabará repudiado y echado por la fuerza.
Insistimos, por lo menos la capital, buena parte de los municipios de la región sur poniente y el oriente siguen en medio del fuego cruzado, la delincuencia organizada pareciera en reorganización, los “rojos” en la parte sur están muertos de la risa, porque nadie parece molestarlos, sus células están en crecimiento, esa es la impresión que tiene la ciudadanía, los malandrines deambulan a la luz del día sin mayores problemas y eso que en aquella parte se ubica el cuartel del M. U.
Todo ello propicia que en este momento desde diversas trincheras se insista en que son los propios policías los que han venido secuestrando y el caso de Jiutepec pudiera reforzar esa hipótesis, porque la acción inicial fue llevárselos a una casa de seguridad para torturarlos.
Ya preocupante es que este pasado fin de semana ocurrieran nueve ejecuciones, como que volvemos a aquellos tiempos de terror recurrente, y se mostrara la incapacidad de las instancias “competentes” para hacerle frente a la oleada de crímenes, entre ellos el desafortunado caso de una abogada de Temixco.
Quizás consciente de la delicadeza del clima local, aunque públicamente no lo admita, el Secretario de gobierno, Jorge Messeguer Guillén, considerara ayer que se necesita establecer un blindaje en los límites territoriales de Morelos y Guerrero, considerando que el flujo de malandrines viene de esta parte sur.
Igual y ayuda en algo, pero esta misma propuesta la hemos venido escuchando reiteradamente, sin resultados visibles y es que ese término suena bonito, “blindar la frontera”, se antoja como si se instalara un muro impenetrable, la realidad es que está lejos de serlo, a lo más que llegan es a instalar retenes en las principales vías carreteras que comunican a los dos estados, pero los delincuentes se mueven por las zonas serranas.
No vemos otra alternativa que admitir la incapacidad de la Comisión Estatal de Seguridad en la prevención y pedir el apoyo del Ejército Mexicano o de la gendarmería como ya ocurre en sitios considerados “focos rojos” en otras entidades. Claro, si es que en verdad se quiere combatir el delito, igual y sólo se trata de discursos distractores para aparentar trabajo, porque ya se arreglaron con los cabecillas.
Pero a propósito de la declaración de Messeguer, algunas voces comenzaron a decir que esta medida se estaría aplicando ante señales en el sentido de que se avecinan tiempos peores, que se advierte de ajuste de cuentas entre grupos antagónicos del delito organizado en disputa por el control del territorio morelense y que los primeros agarrones ocurrirían en la parte sur, ¿será?.
Reiteramos, Jesús Alberto Capella muestra signos de seria incapacidad, no es capaz de controlar ni a sus huestes, ¿o es acaso que ya a través de ellos le entró al negocio como se afirma ocurría con ex jefes policiacos como Luis Ángel Cabeza de Vaca?, francamente preferimos seguir pensando que ya no le alcanza para más.
Radiografia del Poder
No puede Capella
Excesos del Mando Único
Cuernavaca, segundo lugar nacional en secuestro
La llegada de Jesús Alberto Capella en sustitución de Alicia Vázquez Luna a la entonces Secretaría de Seguridad Pública, hoy comisión, generó muchas expectativas, el señor traía fama de haber hecho un buen papel en Tijuana y su facilidad de discurso mostraba a un hombre con una visión de mayor alcance.
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