Se hace hincapié en que la magna inversión ha corrido a cargo de la administración pública estatal, pero la franquicia del equipo la compró el accionista de Jardines de México, un inversionista que provee de medicamentos a gobiernos de corte perredista, uno de ellos, el del Distrito Federal. Fue él quien habría adquirido la franquicia del Cruz Azul Hidalgo para jugar en Zacatepec.
Hasta ahora, la polémica sigue en torno a una serie de conflictos derivados del desplazamiento de algunas familias para poder construir el estadio, así como cuestionamientos respecto a la viabilidad de la inversión. Sin embargo, la esperanza es que a partir del primer juego oficial, el entusiasmo futbolero y la afición logren opacar esos pequeños inconvenientess y se inicie una nueva era de bonanza en la zona.
Si bien se trata de un equipo no de primera división, se señala que hay el compromiso de la mayoría de los cuadros de primer nivel venir a disputar encuentros al “Coruco”, es decir, dentro de la Liga MX, lo que le dará otra connotación y sobre todo, garantiza lleno total, con todas las repercusiones positivas que eso puede tener en la economía regional de la zona sur. O sea, que el América, Cruz Azul, Pumas y muchos otros, vendrán continuamente.
Los tiempos de gloria del Zacatepec significaron para este municipio y algunos otros cercanos, como Jojutla, bonanza y desarrollo. Ello, acompañado del ingenio Emiliano Zapata cuando realmente significaba un beneficio directo a los productores de caña. Eran las dos fuentes de soporte económico y riqueza.
El equipo contaba con un espacio de entrenamiento y esparcimiento a la altura de Chiverías, que hoy día luce en el abandono, pues ya no hay dinero para el mantenimiento
Pero todo lo que sube baja, el ingenio fue privatizado en 1991 y el equipo descendió de las grandes ligas sin poder regresar al plano mayor y todo aquello se vino abajo. La propia cabecera municipal dejó de ser el gran centro de comercio que la caracterizó y más bien fue Jojutla la que capitalizó dicho retroceso. Es desde aquellos tiempos, el punto obligado de compra-venta de productos diversos y mercancías en una amplia región de esa parte del estado.
Si esta nueva época del Zacatepec logra recuperar siquiera una parte de aquella movilidad de circulante, significará el retorno de la buenaventura. Suponemos que en buena medida a eso le apuesta la actual administración con su proyecto y no es para menos, los fondos canalizados al mismo no son poca cosa, se espera que den buena rentabilidad.
Ojalá no se llegue a situaciones como las que se vivieron en la administración de Antonio Riva Palacio, cuando la nómina y otros gastos del equipo eran financiados por el gobierno estatal y nunca se vio un beneficio. Los reportes fueron siempre de pérdidas y números rojos.
Aquí necesariamente deberá haber ganancias, además de la posibilidad de que se vuelva a reactivar la economía en general.
¿Y EN EL ORIENTE?
Pero desde el gobierno estatal se debe impulsar un desarrollo equilibrado, es decir, que permita fortalecer algunas regiones que históricamente presentan un rezago importante en comparación con la parte central que es Cuernavaca y su zona conurbada. Muy especialmente el oriente de Morelos ha mostrado mayores índices de marginación.
Hay razones para ello: se trata de cerca de una tercera parte de los municipios con vocación mayoritariamente agrícola, pero que carecen del agua suficiente para poder hacer rentable la producción, cosa contraria al sur y el poniente, que cuentan con ese recurso natural casi en exceso, aunque sí se requiere de mayor infraestructura de almacenamiento.
Es de esperarse que la construcción de la autopista Siglo XXI represente un detonador, favoreciendo en particular al comercio y la apertura de mercados para la colocación de los productos primarios, porque ese es un elemento que sigue causando pérdidas a los hombres del campo. Por ahí se aprecia una especie de ventana para cambiar el escenario en esta parte de la entidad.
Pero tampoco es suficiente, por ello se ha esperado que tomen fuerza algunos proyectos que el gobierno estatal viene impulsando en esa parte del territorio. Hay en proceso el diseño de un parque industrial aledaño a Burlington que está acompañado de una extensión de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) que ofrecerá algunas carreras afines con la necesidad de profesionales en el rumbo.
Las dos administraciones anteriores de gobierno le apostaron a la construcción de presas de almacenamiento para ampliar los sistemas de riego, eso ayudó a evolucionar a un reducido número de hectáreas, pero aún así las mejoras tampoco han sido muy significativas, se requiere mucho más que eso para cambiarle el destino a miles de morelenses que habitan acá.
Este gobierno lleva algunas cosas interesantes: si se invirtieron más de 500 millones de pesos para construir un estadio nuevo en Zacatepec es porque se piensa recuperar el nivel de oferta deportiva que alguna vez se tuvo y que significó mucho para buena parte de quienes habitan en la zona conurbada de Jojutla.
Por eso hay muchas expectativas y se espera con interés cuál será el impacto que se logre a partir de que se presenten los primeros encuentros. Si hay una buena promoción no habrá problemas de asistencia.
Por el contrario, la capacidad del “Coruco” pudiera ser insuficiente. Son profesionales en la materia quienes están detrás, así que parece haber cierta garantía de éxito, y estamos muy cerca de probarlo.