Pero independientemente de que la mayor parte de las bases que le dieron vida a la FTM, se han ido con quien alguna vez fue también cetemista, Bulmaro Hernández Juárez y su Nuevo Grupo Sindical, solitos se pegan, andan agarrados de la greña y disputándose los pocos contratos que hay.
Ayer, algunos camioneros filiales de ese sector se presentaron en la delegación Morelos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para pedir prioridad en la definición para realizar trabajos en la parte norte del estado, pero la lucha es entre ellos mismos, es decir una corriente o sindicato contra otro de la misma organización.
Y el señalamiento y queja fue en el sentido de que su propio secretario general Vinicio Limón Rivera los pone a pelear, le gusta traerlos divididos y enfrentados, seguramente aplicando aquello de dividir y vencer, lo menos que quiere es agrupaciones fuertes, capaces de disputarle la dirigencia y lo mejor es mantenerlos en conflicto.
Sin embargo, mientras ellos se pelean las migajas, el NGS les sigue pegando fuerte, es el que controla la mayor parte de las grandes obras para sus afiliados, es el del contrato de la ampliación de la autopista La Pera-Oacalco a su paso por Tepoztlán, también tiene el del distribuidor vial de Palmira, en El Polvorín y en el reinicio de la autopista Siglo XXI compartirá esfuerzos con la FTM, pero porque la obra es de tales dimensiones que no puede solo, de no ser así, también se las habría aplicado.
Ya ahí, más bien son otros grupos los que tienen cierta relevancia y competitividad en la lucha por el control de contratos, como en el caso del Sindicato de la Industria del Auto Transporte (STIAT), que encabeza Javier Atrisco Meneses, ellos son los que dan la batalla, porque el dirigente estatal hace mucho que perdió control y autoridad, no tiene calidad moral para recuperar presencia y eso que a nivel de gobierno federal ya están otra vez gobernando al país.
El mismo Limón Rivera ha dejado de ser confiable para su propio partido, ha terminado apoyando electoralmente a partidos contrarios cuando no obtiene los espacios reclamados en las elecciones, así ocurrió en el 2012, trabajó en contra del Revolucionario Institucional y sin mayor recato sus compañeros sabían que movía contingentes para apoyar a las izquierdas, por eso la FTM no tiene mayor representatividad en alcaldías y legislaturas locales, las cuotas que se les concedían quedaron atrás, pero ellos tampoco han venido ya aportando nada al PRI, más bien se fueron convirtiendo al paso de los años en una pesada carga que representaba derrotas seguras.
Los cuadros que proponían para contender por cargos de elección eran personajes sin presencia ni liderazgo, en las urnas eran rebotados, por ahí comenzó la debacle del sector, pero que vivió sus mejores momentos mientras don Fidel Velázquez Sánchez lo manejó a nivel nacional, sólo que eso es ya historia.
SE REBELAN CAMPESINOS
En otro tema, campesinos filiales del Congreso Agrario Permanente y otras organizaciones siguen rechazando los términos de la reforma agraria, considerando que representa retroceso para el sector campesino, ayer miembros de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) acudieron a la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Territorial y Urbano (Sedatu) para mostrar el descontento con lo que viene ocurriendo en el país.
El señalamiento es que no bajan recursos de la federación para diversos programas relacionados con proyectos de carácter productivo, eso tiene estresadas a las centrales del ramo, que subsisten a través de gestiones con los tres niveles de Gobierno que no liberan fondos.
En el caso de Morelos, ya buena parte de esos grupos promueven actividades distintas ante la insuficiencia de espacios de productividad agrícola, ensayan modalidades de desarrollo alternativo para darle instrumentos de sobrevivencia a quienes alguna vez se dedicaron a cultivar la tierra, pero que luego de estar siendo absorbida por la mancha urbana, buscan ramas como el de manejo de invernaderos, producción intensiva, pero que requiere de asesoría y manejo de tecnología mucho más sofisticada que exige más dinero, frecuentemente proveniente de la Federación.
Por eso los dirigentes de esas centrales tocan puertas y buscan alternativas, en particular también porque el Gobierno estatal ha pintado su raya. El gobernador Graco Ramírez Garrido no quiere relación con los líderes, ha insistido en que el dinero lo hará llegar de manera directa al campesino o productor y que no requiere de intermediarios.
En ese contexto, tiene que redoblar el esfuerzo de gestión con el Gobierno federal, porque a esos niveles todavía los mecanismos siguen siendo los mismos, apoyos mediante programas distribuidos a través de las distintas dependencias federales vía las delegaciones en los estados, como la propia Sedatu, la Secretaría de Desarrollo Social, Agricultura y Ganadería, entre otras, que son las que manejan presupuestos orientados al campo mexicano.
La verdad es que en cuestión agropecuaria, Morelos sigue enfrentando un duro problema, hay zonas donde ya los ejidos están extintos, caso específico Cuernavaca y sus municipios conurbados. Aquí, hay sólo pequeños espacios productivos, la mancha urbana viene destruyendo todo a su paso, somos cada vez más dependientes del exterior en lo que toca a consumo de productos rurales.
Por eso ha cobrado auge la construcción de invernaderos, ya que generalmente producen hortalizas como el jitomate en pequeñas extensiones ante la carencia de plantaciones extensivas, acaso la caña de azúcar en la región sur y el sorgo en la región oriente subsisten y con muchos problemas por el acoso urbano.
Radiografia del Poder
Protesta sector campesino
Cetemistas a la greña
Muy debilitada se encuentra la Federación de Trabajadores de Morelos (FTM), los descalabros electorales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) han impactado de manera directa en esa central obrera y hoy no es ni la sombra de lo que alguna vez fue, particularmente porque el dirigente Vinicio Limón Rivera se ha perpetuado en el cargo, aquí la democracia es letra muerta, faltaba más.
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