Es mucho dinero el que se está poniendo en juego a favor de quienes tampoco han mostrado un ejercicio profesional ejemplar, claro, hay excepciones, tampoco todos son rufianes, pero la realidad es que la percepción que la sociedad tiene sobre su trabajo no es precisamente de aprecio.
Entre los conceptos que presenta la propuesta, se específica que con 14 años de servicio los señores se jubilarían al 100 por ciento, pero baste tener unos diez años para llevarse más del 80 por ciento del equivalente del ingreso en funciones, que no son dos o tres pesos, lo que ganan es muy bueno.
Sin embargo, lo más preocupante es que los beneficios se pretenden extender hasta esposa e hijos menores, ella seguiría recibiendo el 80 por ciento de la pensión del esposo, beneficios que perdería si se vuelve a casar o a buscar pareja. En lo que concierne a los menores, éstos estarían recibiendo el dinero hasta ser mayores de edad.
Para acabar pronto, con recursos públicos los contribuyentes estaremos manteniendo esas familias de quienes logren el retiro por haber de manera indefinida, se nos antoja algo muy bondadoso, para una economía en bonanza, pero en un país o estado como el nuestro no se ve conveniente.
Claro, queda en manos del Congreso local aprobar tal iniciativa, que es una más de las “pensiones doradas” que ya fue presentada en la Cámara y como decían algunos legisladores, abrirle la puerta a esta demanda, sería como arriesgar a que muchos otros “servidores públicos” hagan lo propio, como en el caso de los alcaldes o los cabildos en general.
La verdad es que llegar a ser magistrado es ya un privilegio, más que un sacrificio representa una especie de beca, no pocos pagarían interesantes cantidades por ocupar un espacio así, disponen de un ingreso suficientemente decoroso, cuentan con una serie de prestaciones y apoyos adicionales a su salario. Es decir, no habría motivos como para considerar que son acreedores a una jubilación o pensión y además con sólo 14 años en esa responsabilidad, cuando los trabajadores de cualquier actividad gubernamental deben laborar 30 años, en el caso de los varones, 28 las mujeres.
Pero la historia la escriben los vencedores y aquí quienes integran las estructuras gubernamentales y los poderes públicos se despachan a su manera, casi siempre con cuchara grande y en ello no toman en cuenta las circunstancias y condiciones en las que vive la sociedad, hoy día con graves problemas para resolver sus urgencias económicas, por la falta de fuentes de trabajo y sobre todo los niveles de remuneración que nada tienen que ver con lo que pasa en las esferas políticas y del ejercicio del poder público.
Vamos a esperar cuál es la reacción de los representantes populares, pero sinceramente vemos que esa demanda no corresponde a nuestra realidad, que tal vez en un país de primer mundo, como en el caso de nuestros vecinos del norte, eso fuera razonable, no aquí donde mucha gente se sigue muriendo de hambre y no precisamente por falta de ganas de trabajar.
HÉCTOR CRUZ, DESCANSE EN PAZ
Y en otro tema, el más recurrente, el de la inseguridad, le diremos que como muchos otros que han sido víctimas de la delincuencia, el pasado 17 de los corrientes por la noche, provocaron la muerte de quien fuera dos veces regidor en Temixco, una vez director de Servicios de Salud y otras responsabilidades de carácter municipal, el doctor Héctor Cruz Gutiérrez.
Hasta donde sabemos, el galeno seguía dando consulta en su clínica, que se localiza en el poblado de Acatlipa, cuando algunos sujetos llegaron a buscarlo. Lo que se especula es que debía conocerlos porque salió para atenderlos y fue ahí donde lo golpearon, lo que le provocó un ataque cardiaco. No obstante, aún se desconocía quiénes fueron los responsables.
Era político de toda la vida, militaba en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), a sus 50 años tenía mucha vida por delante, combinaba muy bien sus tareas como médico con la grilla política, ocupó la Dirección de Salud Municipal cuando Héctor José Román Nava se desempeñó como edil, sustituyendo a César Cruz Ortiz, regidor con Antonio Domínguez Jarrillo como edil y también con Noé Sánchez Cruz. Asimismo, fue jefe de Prevención del Delito apenas en la anterior administración, con Nereo Bandera Zavaleta.
Es decir, sí era un personaje en plena actividad, incluso para esta elección que se aproxima, ya andaba haciendo su tarea porque deseaba participar hacia la candidatura por la alcaldía en el 2015, pero el destino lo alcanzó. Es decir, una víctima más de la delincuencia en todas sus expresiones, ello despertó mucho enojo en Temixco, particularmente en Acatlipa, porque lo sentían cercano.
El asunto es que la situación no cambia, seguimos inmersos en una larguísima coyuntura de altos grados de delincuencia, no se ve por dónde se pueda encontrar una salida al corto plazo. Aquí en Cuernavaca también ocurrieron dos o tres sucesos, entre ellos el robo de una camioneta que posteriormente se dijo, fue encontrada en los campos de la Universidad local, ¿por qué ahí? Eso no lo sabemos, pero el demonio continúa suelto, las fuerzas del orden público no pueden con el paquete, siguen dando palos de ciego.
Ojalá que los militares que acaban de ingresar a la Procuraduría y a la Secretaría de Seguridad Pública se pongan pronto las pilas para que refuercen los frentes, porque de otra manera, pronto habrá la necesidad de revocarles el mando para seguir experimentando en nuevas opciones que demuestren mayor efectividad.