Además, apreciamos en el secretario de Seguridad una estrategia y manera de conducirse diferente, el hombre es más discreto, sólo trae a dos o tres elementos como seguridad personal, suele ser atento y sencillo, cosa que no ocurría con la señora que hacía gala de autoritarismo y soberbia, eso de entrada cambia ya un poco las cosas.
Muchas cosas buenas se han dicho del titular de la SSP, entre otras, que por su eficiente desempeño en Tijuana, se ganó el mote de “Rambo” y que es un tipo de mucha efectividad; la verdad es que es poco tiempo todavía para ver de qué tamaño son sus alcances, pero por lo pronto puede ser quien lleva la intención de controlar desde su dependencia a los 33 ayuntamientos en materia de seguridad, es decir, va por el monopolio completo desplazando a los cuerpos policíacos locales.
Por lo pronto, este fin de semana anterior apareció de nueva cuenta como uno de los más sangrientos de los últimos tiempos, fueron unas 12 ejecuciones presumiblemente ligadas al crimen organizado, cosa que no pasaba desde hace ya muchos meses.
Frente a ese desafortunado escenario, se dio una respuesta oficial que pareciera llevar la intención de forzar al resto de las alcaldías, a ceder el control policíaco al Mando Único porque el secretario de Gobierno atribuyó la falta de prevención a los alcaldes, donde ocurrieron los asesinatos.
Entre otros conceptos, recordó que “en Cuernavaca por cada 10 elementos del municipio, hay solo uno nuestro; ustedes estimen en dónde recae más la responsabilidad”. Pareciera pues que se busca presionarlos con eso de que si algo ocurre es porque sus policías son incapaces o están ligados al delito, que lo más recomendable es que entreguen la parcela.
Sin embargo, se ve que les interesan las poblaciones más grandes porque buscan la capital del estado, Cuautla o Jiutepec. Claro, si el resultado es el deseado, al ciudadano lo que menos le importa es quién prevenga los delitos, pero se sigue insistiendo mucho en que ya también al interior del Mando Único hay contaminación, sobre todo en el rumbo de Yautepec.
Sigue habiendo en materia una visión casi antagónica entre el ciudadano y las autoridades, para éstas, ya el índice de criminalidad bajó en cerca del 50 por ciento, para la población las cosas están más mal que antes, desde luego que esta ha sido la dinámica desde hace varias décadas, los “servidores púbicos” ven el entorno de otra manera.
Es entendible, generalmente no tienen problemas económicos, su situación patrimonial está coyunturalmente resuelta, sus ingresos son suficientes como para vivir sin preocupaciones en esa materia, pero también suelen disponer de todas las facilidades institucionales para su autoprotección cuando sea necesario y por supuesto que siendo los responsables de salvaguardar nuestros intereses, buscarán minimizar los efectos de la inseguridad.
De cualquier forma, la llegada de Capella a la SSP disminuyó el nivel de la crítica y reclamo contra el Gobierno; Vázquez Luna no tenía calidad moral ni credibilidad en su trabajo, a partir del atentado en contra del procurador; si sigue insistiendo en que ella debió tener alguna participación en el fallido suceso y esa sola duda era suficiente como para pensar que andaba metida en intereses poco claros.
Reiteramos, no vemos aún avances significativos en la lucha anticrimen, lo que ocurrió el fin de semana desde luego que es responsabilidad de la SSP, se trata de delitos de alto impacto, de competencia estatal y federal, intentar descargar las culpas en los ayuntamientos donde se dieron los desafortunados hechos, es sólo eludir compromisos.
Y si se mencionan buenas cosas del encargado de despacho de la SSP, también hay otros comentarios no tan positivos, como aquello de que el mayor acierto suyo fue contratar a un general como el segundo de mando en Tijuana, que era realmente quien hacía el trabajo pesado.
No obstante hacemos énfasis en que lo más acertado por ahora, es que tanto procuraduría como SSP, parecen jalar parejo; cada espacio en sus respectivas competencias y ese solo hecho es ya un paso adelante, por lo ocurrido, Vázquez Luna y Dorantes eran prácticamente enemigos.
Se resiste Cepeda
Por otra parte, Rafael Cepeda Aguilar no se resigna a quedar fuera de la dirigencia municipal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Cuernavaca, ahora sostiene que irá con todo ante la comisión de justicia partidaria para demostrar que no había ninguna razón para que colocaran en su lugar a Iván Saucedo.
En una conferencia de prensa, en la que en esta ocasión fue menos crítico, mostró los documentos que en su oportunidad lo acreditaron ante el Instituto Estatal Electoral (IEE) como presidente del CDM en la capital, con los que, dijo, comprobará que fue relegado sin ninguna causa fundada.
Ya no se fue contra el presidente municipal Jorge Morales Barud, como en sus anteriores declaraciones, esta vez culpó al encargado del CDE, Jorge Schiaffino Isunza, quien, dijo, ha venido a hacerle un enorme daño a esa institución política.
Por cierto, también corrió el fuerte rumor ayer de que estaba por llegar a Morelos, en calidad de delegado especial para comenzar a preparar el proceso electoral hacia el 2015, quien fuera candidato a la gubernatura de Guerrero en la justa anterior, René Juárez Cisneros. Claro, eso fue solo un comentario recurrente que en todo caso, deberá tomar forma en el futuro inmediato y se aclaraba que no vendría a sustituir a Schiaffino, más bien a reforzar el trabajo estratégico para enfrentar el proceso del año venidero.