No había otra salida, el propio Cepeda generó las condiciones para que lo depusieran del cargo, primero se fue recio en contra del presidente municipal Jorge Morales Barud, contra la miscelánea fiscal y posteriormente, cuando supo que se planeaba la llegada de Iván, volvió a levantar la voz, pero en esta ocasión no sólo contra Morales, también contra el delegado y líder del CDE, Jorge Schiaffino Isunza, a quienes calificó de todo, cosa que los molestó mucho y seguramente decidieron acelerar el proceso de cambio.
Más o menos esa fue la dinámica, porque es cierto que ya había planes para quitarlo de la dirigencia de la capital del estado, sin embargo, no se tenía aún una fecha específica, las cosas obligaron a actuar de inmediato y al día siguiente de la arremetida de Rafa, hicieron oficial el nuevo nombramiento.
Ahora el depuesto va a buscar al presidente del CEN, César Camacho, sin embargo, es difícil que logre el objetivo, particularmente porque tampoco logró reunir un buen contingente, se habla que eran menos de 70 las personas que lo acompañaban y eso en la capital del país no tiene mucha relevancia.
Se aventuró mucho, porque además, hay que recordar que es igualmente el suplente del alcalde Morales, es decir, que de haber tenido otro comportamiento, igual y queda al frente de la comuna unos meses si es que el edil decide ir por alguna candidatura en las elecciones del 2015, cosa casi segura. Se da por hecho que lo estarían promoviendo para una diputación federal y ello le daba la posibilidad al ahora ex presidente del CDM priista, de sentarse en la silla un rato, para cuestiones de currículum es muy bueno y también en lo que toca a ventajas económicas.
Pero con todo lo que ha pasado, pudiéramos decir que no sólo se quedó sin el PRI municipal, tampoco va a sustituir en calidad de suplente a Barud, eso lo afirmamos porque conocemos el manejo político en este estado y en este país. En mal momento se equivocó de estrategia.
El asunto es que todo esto le sigue pegando a un partido que no ha logrado la unidad que requiere para poder ir por mejores resultados en las elecciones venideras, es casi un hecho que con lo anterior, lo poco o mucho que tenga de simpatizantes, Cepeda se los llevará a otro instituto, muy seguramente al Partido de la Revolución Democrática, donde ya está trabajando el ex alcalde Manuel Martínez Garrigós.
Igual y no son tan necesarios para el priismo, pero de todos modos requieren de ir consolidando un proyecto de conciliación, si quieren conservar el poder en esta ciudad luego de la justa del 2015 y las cosas no se les siguen dando muy bien que digamos, ya ve que en el informe del gobernador Graco Ramírez en el Congreso local, la fracción tricolor decidió abandonar el recinto, pero no completa, porque el legislador Manuel Agüero Tovar decidió no secundar esa posición y se quedó en su curul.
Hoy sostiene que fue una actitud de institucionalidad y respeto, sin embargo, en su muy caso particular, ya hay antecedentes de que ha venido pactando con la izquierda y ahora lo menos que se dice en los cafés y en las reuniones de políticos, es que seguramente tomará distancia a medida que se acerca el proceso electoral para acabar en brazos del PRD. Claro, estaría reclamando a cambio la candidatura a la Presidencia Municipal de Jiutepec, de donde es oriundo.
Pero aún es tiempo para darle una sacudida al árbol y quitar de en medio a quienes de todos modos no van a jalar parejo, como ocurrió en las elecciones anteriores. Todo mundo desde el interior del PRI supo con mucha anticipación que el entonces dirigente estatal y diputado local Manuel Martínez estaba haciendo campaña para el perredismo, incluso le puso dinero al asunto, integró una especie de asociación, a cuyos miembros les daba vales y recursos para que trabajaran.
No había otro remedio, lo tuvieron que tolerar porque ya estaban cerca las votaciones, el costo seguramente fue alto. Ahora, quizás con esas amargas experiencias prefieren adelantar las escisiones y quienes no están contentos en el partido, de una vez pinten su raya, por ahí debe ir el asunto.
Hay priistas morelenses que tienen contacto directo con el líder nacional y aunque Cepeda Aguilar logre ser escuchado, difícilmente le resolverán sus demandas, los cambios en el comité municipal ya venían encarrilados con la venia de quienes deciden a nivel superior, por eso consideramos que no va a pasar nada y seguramente en breve estaremos siendo invitados a alguna rueda de prensa, donde ese pequeño grupo de priistas anunciarán su renuncia a tal militancia.
Todo ello ha de estar siendo capitalizado de manera muy sigilosa por los opositores al tricolor, sobre todo los amarillos, que son los que consideran que a partir del 2015 gobernarán Cuernavaca. El conflicto interno les pegará en ese sentido, aunque, reiteramos, todavía estamos a año y medio de la justa y hay tiempo para la recuperación.
Pero el golpeteo se va a intensificar, sobre todo en contra de la figura del alcalde, a quien le traen ganas desde muchas trincheras, pero todo esto pareciera que viene obligando a algunos priistas a arroparlo, conscientes de que la debilidad de la alcaldía es sinónimo de achicamiento del partido y eso para nada les conviene, por eso buscan ponerse de acuerdo y jalar juntos hacia adelante.