Esto lo sabe perfectamente todo aquel que se dedica a la actividad política; por ello, hace un rato que ya empezó a ser el centro de movimientos y de atención de partidos, grupos y desde luego, aspirantes a suceder al actual alcalde Jorge Morales Barud, quienes andan desarrollando trabajo de acercamiento y conquista de sus electores.
Y es que además por el número de éstos, la ciudad suele ser la que define los resultados de una justa por la misma gubernatura, sobre todo en estos tiempos de alternancia y de pluralidad partidista en los que se suele ganar con unos cuantos votos de diferencia; por ello, es sustancial tener mayoría de simpatizantes en este territorio para poner los ojos en la gubernatura, por ejemplo.
Pero para aquellos que aspiran a alguna candidatura al corto plazo, particularmente a través de los partidos, Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD) o de Acción Nacional (PAN), con base en Cuernavaca, es indispensable mantener cierto liderazgo, el capital social debiera ser el elemento que diera las mayores posibilidades de acceder a cargos públicos por la vía de las urnas, aunque no siempre es así; sin embargo, sí facilitará cualquier negociación a cambio, de ahí que se debe pelear palmo a palmo lo que se tiene aún al interior de cada instituto político.
Y eso es lo que parece, ocurre en este momento en el caso muy particular de los priistas, el dirigente municipal, Rafael Cepeda Aguilar, se resiste a ser relevado, asegura que el encargado de despacho del CDE del tricolor, Jorge Schiaffino, pretende “tenderle la cama” y que ya hasta lo platicó con el edil Morales Barud.
Su reacción fue seguramente la esperada, se fue con todo en contra de éste y lo menos que pidió, en una rueda de prensa ayer por la mañana, fue su remoción al frente de la dirigencia en el estado, claro, de paso le lazó algunos dardos bastante cargados de veneno al presidente municipal.
A Cepeda Aguilar se le acusa de ser un instrumento del ex alcalde Manuel Martínez Garrigós, él afirma que es falso y recuerda que fue uno de los primeros en demandar la salida de aquel del CDE priista, al término de su gestión en la comuna por los señalamientos de presuntos actos de corrupción que se le atribuyeron.
El asunto es que sí fue bastante incisivo en sus conceptos, muy en particular en el caso de Schiaffino, de quien considera, no es merecedor de una responsabilidad de tal naturaleza.
Sin embargo, todo parece indicar que este conflicto aparece como con secuencia de un desaseo en las formas y las estrategias en busca de sustituir mandos en el CDM de Cuernavaca.
Es decir, no se ha venido actuando con sensibilidad y respeto, es la clásica e histórica imposición sin el cumplimiento mínimo de procedimientos y estatutos partidistas. Lo que apreciamos es que si los mecanismos hubieran sido los correctos, igual y el señor lo acepta, al admitir que ya no son sus tiempos, pero por ahí algo le falló a los hoy responsables del manejo del partido en el estado y las reacciones están a la vista.
Sobre todo el PRI, con todo lo que ha pasado necesita hacer un esfuerzo para mantener la unidad que le posibilite continuar al frente del Ayuntamiento a partir del 2015, si empiezan con sus luchas internas, sólo estarán propiciando las facilidades para volver a perder la capital y eso los alejaría de la remota aspiración de reconquistar la gubernatura en el 2018.
En las marchas contra la comuna ¿infiltrados?
Y en otro tema que entre aquellos que vienen participando muy activamente en los movimientos de protesta en contra del ayuntamiento capitalino, se encuentran personajes, algo así como activistas muy cercanos a la figura del secretario de Gobierno, Jorge Messeguer Guillén, y que también del ex edil, Manuel Martínez Garrigós.
Los datos sugieren incluso que en número, esos personajes se han multiplicado en las más recientes expresiones, es decir, que gradualmente están apareciendo para impulsar ya casi de manera abierta, acciones de desestabilización contra el presidente municipal, que finalmente es el blanco a fin de ir desacreditando al priismo en la capital.
Esto de que gente de MMG viene incluida en esos movimientos convocados entre otros por Gabriel Rivas Ríos, tiene cierta lógica, hace algunas semanas tomó fuerza aquello de que ya el ex alcalde volvió a pactar acuerdo con la izquierda perredista, o sea, que comenzó a trabajar a favor de la candidatura de Messeguer por Cuernavaca.
El secretario anda muy apresurado porque como parte del gabinete del gobernador Graco Ramírez Garrido, debe mantener las formas para no ser cuestionado; sin embargo, ello no implica que esté durmiendo el sueño de los justos, por el contrario, muy cuidadosamente está tejiendo, intentando sumar algunos liderazgos, trató de convencer al rector de la Universidad del Valle de Cuernavaca (Univac), Jorge Arizmendi, hasta donde tenemos entendido, aunque sin éxito, pero en otros casos seguramente lo ha logrado muy concretamente con Manuel Martínez y por eso de la presencia de algunas de sus células en las marchas contra la comuna.
Lo que debe quedar claro, es que dichas acciones no son ya -y la verdad nunca lo fueron- de auténtica lucha a favor de las causas del pueblo, traen tintes político electorales en bien de determinados políticos y en contra de algunas autoridades, a las que hay que desacreditar para restarle potencialidad a sus respectivos partidos políticos.