Incluso apareció el polémico líder gremial, Martín Esparza, que debe ser uno de los principales promotores del movimiento en puerta, que necesariamente debe ir anclado a la posibilidad de participar ya como partido, en la justa electoral del 2015.
El discurso, posicionamiento y doctrina no están mal, es coincidente con la mayor parte de la población que enfrenta situaciones verdaderamente críticas económica y socialmente, es decir, traen ese atractivo como plataforma para lograr simpatías; sin embargo, se nos hace un desperdicio que lejos de intentar un proyecto integral, que conjunte a todas las fuerzas con tendencia liberal, democrática y de lucha social, conocida como izquierda, sigan apareciendo grupitos que por el contrario, dividen y minimizan la fortaleza de algún frente amplio capaz de enfrentar a los grandes partidos, PRI, PRD, PAN.
Bueno, algunos de los actores negaron que se tratara de la formación de otro partido, y que por el contrario, cualquier ciudadano, sin importar su preferencia política, pudiera afiliarse con ellos, pero en un comunicado que distribuyeron, claramente menciona el mensaje, “hacia un partido político del pueblo y los trabajadores”.
Mire, ya existe un Partido de la Revolución Democrática (PRD), que por cierto, es la plataforma principal que llevó a Graco Ramírez Garrido al cargo de Gobernador, pero ahí viene una escisión de sus filas, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), empujado por el ex aspirante presidencial, Andrés Manuel López Obrador.
Todavía no obtiene registro como partido; sin embargo, ya prácticamente cuenta con el número de asambleas estatales y de afiliados a fin de lograrlo, es un hecho que para la elección que viene, ya aparecerán en las Boletas a cruzar por los electores.
Además, ahí se encuentra el Partido del Trabajo (PT), que difícilmente difiere mucho en la plataforma ideológica, tanto de Morena como del PRD, pero si eso no fuera suficiente, Movimiento Ciudadano es otra institución con los mismos ofrecimientos y oferta política a los ciudadanos, de tal manera que parece poco congruente e inteligente pensar en otro partido más con esas tendencias.
Pero resulta extraño, ¿o acaso será por el negocio de las prerrogativas?, porque en tiempos no electorales, cada uno de ellos hace su trabajo por separado, pero durante las más recientes elecciones presidenciales, al final, se juntan para apoyar a un candidato en común y claro, terminado el proceso, vuelven a conducirse en forma separada.
Mientras la izquierda en México no sea capaz de alcanzar acuerdos a fin de congregar a todas sus fuerzas en un solo partido, difícilmente podrá acceder al poder total, es decir, a la Presidencia de la República, ¿cuál es el motivo por el cual no han logrado este objetivo?, pueden ser muchos, pero el más importante parece ser el que tiene que ver con los intereses de cada corriente o agrupación que llegan a coincidir en algún proyecto.
Ellos no escapan a los vicios históricos de priistas y panistas, las luchas internas por lograr los mayores espacios y beneficios a los que lleva la actividad electoral, ese fue finalmente la razón por la que AMLO decidió iniciar la formación de su propio partido, nunca lograron conciliar intereses con quienes dirigen al PRD, hace unos años, Jesús Ortega Martínez, hoy, Jesús Zambrano.
Y mire que podrán ser muy criticados los famosos “chuchos”, siempre señalados por buena parte de sus propios correligionarios como “vende patrias y negociadores”, pero “haya sido como haya sido”, dijera Felipe Calderón, el caso es que han podido alcanzar posiciones de Gobierno bastante importantes, ahí está Guerrero y Morelos, son territorios de ellos, incluso el Distrito Federal, porque Miguel Ángel Mancera, actual jefe de Gobierno, parece coincidir más con ellos que con el “peje” tabasqueño.
Pero insistimos, no pensamos que pueda ser de mucho éxito buscar un instituto político más con discurso populista, además, pareciera que con sus pequeñas diferencias, se busca recuperar parte de los que fue el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), que ya perdió hasta su registro y como que reencarnó en el Partido del Trabajo.
En muy buena medida, los sectores que estarían sumándose a este intento, vienen de la extinta CLyFC, como ya lo decíamos, no se resignan a abandonar la lucha, eso nos parece legítimo, porque insisten en que se les violaron sus derechos laborales y ahora siguen sumados colateralmente a AMLO en la lucha de resistencia ya casi infructuosa, contra la Reforma Energética.
En todo caso, lo mejor sería que simplemente se adhirieran a Morena y se acabó, pero lo que dijeron el viernes pasado es que van por un partido político que abandere las luchas por la justicia y la democracia y en contra del modelo neo liberal, que destacan, lleva 30 años, generando pobreza y miseria.
Esta no es una negación a sus derechos como ciudadanos de hacer política de la manera que más les convenga, sólo decimos que flaco favor le hacen a quienes en este país o estado comulgan con esos pensamientos, lejos de llevarlos a un proyecto integral, los dividen y achican, facilitándole más el camino a los demás partidos ya consolidados.
Y aquí estuvieron algunos luchadores sociales como José Martínez Cruz o el diputado local Héctor Salazar Porcayo, que se han distinguido por mantener una actitud indeclinable de lucha a favor de las clases sociales marginales, sin embargo, ese no se considera que pueda ser el acceso para lograr el objetivo que dicen buscar, gobernar al estado y al país, acaso espacios sin gran trascendencia como regidurías, algunas alcaldías de baja estatura o algún diputado plurinominal.
Radiografia del Poder
Izquierda diseminada Pobreza de cuadros
El pasado fin de semana, estructuras sobrevivientes de lo que fuera la Comisión de Luz y Fuerza del Centro (CLyFC), ya extinta por el régimen panista, además de algunas figuras del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), estuvieron en Plaza de Armas anunciando el intento de formación de otro partido político, vía la Organización Política del Pueblo y los Trabajadores (OPT).
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