El origen de ello se dio a partir de una serie de irregularidades, tanto en el cumplimiento de prestaciones establecidas en el Contrato Colectivo, como de maltrato de parte de algunos servidores públicos, quienes estaban tratándolos con desprecio.
El problema es que el secretario general de la organización, Fermín Octavio Sánchez Ocampo, no quería o no podía atender sus exigencias, algunos insisten en que se ha entregado de manera penosa en los brazos de algunos miembros del gabinete, otros lo califican de ausente de autoridad y liderazgo, de tal manera que los delegados fueron los que armaron todo el movimiento y hasta presentaron un emplazamiento a huelga.
Bueno, por ahí a mediados de la semana anterior, comenzó a filtrarse la información, a tal grado, que ni las áreas competentes en la materia de parte de la administración pública estatal tenían idea de lo que ocurría, debieron empezar a informarse para aceptar que era real y que había la amenaza de los delegados de iniciar una huelga que habría sido histórica si no se les resolvían las demandas.
Pero ya sabrá usted, cuando se prendieron los focos rojos, todo mundo se puso las pilas y lo primero que pasó, es que llamaron al dirigente Sánchez Ocampo para que los pusiera al tanto, éste, en un primer intento, quiso negarlo ante el secretario de Administración Carlos Rivapalacio Than, porque entre los señalamientos, se le acusaba directamente a él de algunas cosas, más aún, los puntos contemplaban pedirle al Gobernador su renuncia al cargo.
Sin embargo, con quien sí fueron sinceros, fue con el titular del Trabajo, De Jesús Pérez, y el señor comenzó a buscar salidas, por lo visto hizo bien la labor porque logró incluso que el mismo Jefe del Poder Ejecutivo aceptara agilizar trámites y entregar en forma personal un apoyo, a través de vales de despensa por 700 pesos a cada sindicalizado.
Ayer, en un evento muy breve, se dio el apoyo y el compromiso de resolver cualquier diferencia y de poner en su lugar a todos aquellos funcionarios que, aprovechándose de su autoridad, abusan de sus subalternos, en eso Ramírez Garrido fue muy tajante, “no se permitirá ningún otro abuso”.
Y aprovechó para dejarles claro que gobierna con la Ley en la mano, sin distingos de religiones o tendencias partidistas y los invitó a que se sientan parte del Gobierno y para lograr mayor armonía entre el personal de los distintos niveles, les dijo que les va a dar unos talleres de relaciones humanas y hasta ayudar a quienes quieran seguir la formación en sus respectivas actividades.
Es decir, la falta de representación de parte del comité directivo y el mal comportamiento de jefes de personal llevó a la urgente necesidad de calmar los ánimos, desde luego que en un comunicado entregado precisamente al secretario del Trabajo se mencionan algunos nombres de personal culpable de abuso, sin embargo, son sólo figuras de mediana estatura en el organigrama oficial. Es de entenderse que se les pidió desistir de las acusaciones a “peces más gordos”, porque insistimos, la idea era ir por la cabeza de algunos miembros del gabinete de primer nivel como Rivapalacio Than.
A pesar de que también entregaron por escrito el desistimiento del emplazamiento a huelga, lo que se vio es que la inconformidad en contra de su dirigente continúa, se sienten desatendidos y desprotegidos por la falta de combatividad del comité. Para acabar pronto, no está haciendo su chamba y algo tendrá que hacer para recuperar la confianza y el liderazgo, de otra manera en cualquier momento surgen más inconvenientes.
Lo menos que necesita el actual Gobierno es enfrentar una inconformidad interna, por eso se procedió con tanta rapidez. Esas irregularidades las tienen que resolver el comité directivo sindical, para eso es elegido, es su principal responsabilidad, además de un trabajo permanente de gestión por mejoras integrales, algo que no se viene haciendo de manera correcta.
Por lo menos ya se sentó un precedente, porque hay estructuras complementarias, en este caso los delegados, que ante la pasividad e inoperancia del secretario general, optaron por superarlo y hacer ellos la chamba que aquel no podía, claro, por presión de la base laboral.
Pero alguien en la administración estatal, pudiera ser precisamente la Secretaría del Trabajo, debería hacer una encuesta respecto a la percepción que su trabajadores tienen del Gobierno y se encontrarían con que pudieran llevarse una sorpresa.
A causa del negativo actuar de algunos jefes, y de la dirigencia sindical en este caso, la burocracia en una franca mayoría, nos atrevemos a decir, tiene un concepto negativo del modo como se están haciendo las cosas, diariamente platicamos con muchos de ellos y por eso decimos que algo anda mal.
Desde luego que los compromisos vertidos ayer por el Gobernador suavizan el ambiente, porque además, ante cualquier inconformidad a futuro, ya saben cuál es el camino a seguir para lograr una solución pronta, sin embargo, lo ideal sería anticiparse a los conflictos y sancionar a quienes no entienden.
Y de parte de Sánchez Ocampo, mantener esa relación de respeto con los funcionarios, que es necesaria para lograr acuerdos, pero en todo momento tener en cuenta que su papel es defender al gremio a costa de lo que sea, o seguirá enfrentando rebeliones que pudieran poner en peligro su gestión. No sería la primera ocasión que esto pasara, ya ha habido líderes depuestos por las bases por no estar al nivel de las circunstancias.
Radiografia del Poder
Resuelve Graco el conflicto
Se defienden burócratas
El gobernador Graco Ramírez Garrido debió intervenir directamente, a través del secretario del Trabajo José de Jesús Pérez, a fin de apaciguar los ánimos al interior de los integrantes del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo, que la semana anterior estuvieron a punto de generar un conflicto de grandes alcances.
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