No hace falta advertir que después del desastre electoral que padecieron en las elecciones del pasado primero de julio, por decisiones equivocadas en la nominación de candidatos, los diversos grupos y corrientes volverán a enfrentarse con resultados poco alentadores, porque este tipo de luchas internas dejan siempre heridas y cicatrices en ocasiones incurables.
Cano Mondragón viene respaldado por algunos contingentes valiosos, entre ellos, el ala que impulsó como precandidato a la gubernatura, al ex titular de Finanzas y planeación, Alejandro Villarreal Gasca, también los que promovieron con el mismo objetivo, a Demetrio Román Isidoro y la gente del ex candidato a la alcaldía capitalina, Marcos Manuel Suárez Gerard, además de personajes con mucha trayectoria panista, entre ellos, los Arizmendi y los Terraza, contando al regidor electo Luis Medina y a Oscar Santos, por citar a algunos
Pero en esta contienda vuelven a enfrentarse a los que se consideran dueños del partido, “la sagrada familia”, que lleva como aspirante, a Héctor Guerrero. Sin embargo, por lo que se observa, vienen ya muy disminuidos y fracturados, algunos de los que formaron parte de ese núcleo cerrado de blanquiazules están apoyando hoy a Cano Mondragón.
Hay otros aspirantes a los que no les concedemos muchas posibilidades, como Gabriela Tlapa o Laura Hernández, porque corresponden a fracciones menores, de ahí que pronostiquemos una batalla muy apretada entre Cano y Héctor Guerrero, con ligeras ventajas para el primero si consideramos que ya trae consigo escisiones de los “sagrados”.
Pero luego de la escalofriante derrota electoral en todos los ámbitos, fundamentalmente a nivel de la gubernatura, el panismo responsabilizó del fracaso a la “sagrada familia”, porque impusieron como candidato a Adrián Rivera Pérez, cuando todos los análisis llevaban a considerar que no tenía posibilidad alguna de ganar, ni siquiera de ser competitivo, pronóstico que se cumplió con creces.
Luego volvieron a repetir en la imposición de la actual presidenta del CDE del PAN, Norma Alicia Popoca Sotelo, incondicional de Rivera Pérez. Más aún, fue su suplente en el Senado de la República.
Han sembrado tantas ofensas al interior de su propio partido, que en este momento las condiciones están muy a modo para que un proyecto alterno logre por lo menos quitarles el control en la capital del estado, donde Cano Mondragón tiene mayor presencia y trabajo partidista y social que sus contendientes.
Pero el asunto es que todo depende de los métodos a utilizar en la elección, a realizarse el próximo 25 de noviembre en el auditorio Teopanzolco, porque se salen con que será través de los consejeros y delegados municipales. “Ya la puerca torció el rabo”, pues es el CDE el que controla la mayor parte de los mismos y les da línea. Así es como llevaron a Adrián y a Popoca a sus respectivas candidaturas.
Ya a toro pasado los panistas reconocen que perdieron el control del poder público por una mala estrategia en la lucha contra el crimen, una crisis internacional que afectó al país y al estado y golpeo la economía popular, pero sobre todo, “la carencia de políticas públicas cercanas a la gente”.
Nosotros insistimos en que más que todo eso, fue la voracidad desmedida de los personajes que controlaron las decisiones partidistas de manera centralizada, explotaron en extremo a sus bases, utilizaron el deseo de democratización de algunos sectores sociales en contra del viejo sistema para beneficiarse y nunca compartieron espacios de relevancia con aquellos que creyeron en su proyecto.
Después de toda una historia de agresiones a los derechos políticos de los panistas, sería muy difícil que Acción Nacional lograra su reivindicación electoral vía la “sagrada familia”. Si comienzan a mostrar apertura e inclusión puede que consigan rescatar algunos cuadros y al mediano plazo, ir en posibilidades reales de competir, por lo menos en diputaciones locales y presidencias municipales.
En ese contexto el eventual ascenso de Oscar Cano al CDM de Cuernavaca mostraría otra cara y sobre todo, mantendría dentro a algunas figuras que de otra forma, terminarían por alejarse de manera definitiva del panismo, como el ex aspirante a la gubernatura, Villarreal Gasca, porque algunos de ellos todavía abrigan la esperanza de que exista mínima actitud de cordura y les den condiciones para la competencia por la dirigencia municipal.
Claro, el ex diputado federal Enrique Iragorri Durán, quien también va con Cano, advirtió que por lo menos para competir no van a pedir permiso, ese es un derecho que tienen y lo harán respetar, sin embargo, eso nos revela el ánimo de confrontación que se sigue dando entre grupos y corrientes que piensan muy diferente.
El PAN emergió hacia la gubernatura a partir de la conquista de la presidencia municipal de Cuernavaca, la estructura de partido fundó aquí sus reales, fue ganando terreno a nivel de regidurías y legislaturas locales, hasta alcanzar una presencia estatal territorial, previas las elecciones locales y federales del dos mil.
Saben que desarrollar un buen trabajo partidista en la eterna primavera puede llevarlos a una recuperación y reposicionamiento hacia las elecciones parciales del 2015 y las federales del 2018, de ahí que estratégicamente este espacio sea fundamental, pero para tal efecto requieren de alcanzar una unidad interna que está en riesgo por intereses de pequeños grupos que ya llevaron al fracaso a ese instituto político.
1 comentario
Hey
no no no que decilucion!!! solo ponen a gente manipulable y sin… Compartelo!