Lo más delicado es sin duda el retraso en la obra de recuperación del bulevar Cuauhnáhuac y prolongación hacia La Joya, un trabajo que fue pensado para entregarse hace dos o tres meses y que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) tiene prácticamente tirado.
No sólo es el tránsito vehicular el que enfrenta situaciones complicadas para circular por esta vía, la más concurrida en la entidad, sino que son diversos establecimientos laterales los que también tienen que soportar una serie de inconvenientes por el desorden que priva el abandono de la obra.
Así haya sido con muchos aprietos, el Gobierno estatal cumplió con la parte que le correspondía, la construcción del puente o distribuidor vial de Tejalpa y parte de la repavimentación, sin embargo, aquello no puede funcionar porque el resto sigue esperando.
La federación se echó a cuestas dos o tres acciones importantes en el caso de Morelos y en todas ellas tiene algunos problemas, se encuentra también la ampliación a cuatro carriles del tramo La Pera-Oaxtepec, aquí además de la negativa de comuneros de Tepoztlán a donar su tierra para ello, igualmente arrancó con un conflicto entre agrupaciones del ramo de la construcción que se disputaban el contrato de acarreo de materiales.
Tenemos entendido que finalmente el Nuevo Grupo Sindical se quedó con el compromiso, pero de todos modos la inversión no camina y si bien, todavía a nivel federal faltan algunos meses para el cambio de mandos, tampoco es mucho, son nada más dos meses, octubre y noviembre.
Ya del libramiento norponiente mejor ni hablamos, seguimos escuchando el mismo discurso y promesas oficiales en el sentido de que sólo falta superar las diferencias con los habitantes de la zona y ecologistas que se oponen para poder arrancar, así nos la podemos llevar otro sexenio.
Incluso en la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del Gobierno estatal señalan que para el gobernador electo, Graco Ramírez es mejor construir un segundo piso al libramiento actual. No pensamos que sea el ideal, pero por ahí van las cosas.
Incluso en lo que tiene que ver con el distribuidor vial del Polvorín se aprecia un lento esfuerzo por avanzar, se sigue un pausado paso en los trabajos de cimentación y en todos los casos descritos, el principal argumento o excusa es que no hay dinero, aunque entendemos que se trata de proyectos cuyo presupuesto ya ha sido aprobado.
De seguir así las cosas, la federación heredará al entrante gobierno que encabece Enrique Peña Nieto, una serie de desarrollos inconclusos, o por lo menos en Morelos, aunque tampoco consideramos que seamos los únicos afectados, este debe ser un fenómeno nacional.
Más bien la administración de Marco Adame Castillo viene haciendo el esfuerzo por cumplir cabalmente con las etapas que en materia de obra y construcción les corresponden, dejando a los que vienen, la parte proporcional, tanto en avance como en presupuesto, pero no observamos la misma actitud de parte de otros niveles de Gobierno.
Enfrentados en la FTM
Y en otro tema, al interior de la Federación de Trabajadores de Morelos (FTM), las cosas no andan del todo bien, hay un enfrentamiento entre grupos y corrientes, algunos de sus dirigentes han aprovechado la falta de autoridad y rumbo del sector para “llevar agua a su molino”.
Y es que recientemente se presentaron fenómenos que alimentaron la anarquía y el desorden, uno de ellos, la muerte del dirigente Tito Barrera Ocampo, el otro, de carácter electoral, porque mientras ciertos grupos y cuadros menores se mantuvieron fieles a su filiación priista en el proceso electoral reciente, algunos más al no haber visto satisfechos su intereses personales, como en el caso del secretario general de la FTM Vinicio Limón Rivera, jugaron a las contras, pero todo ello se refleja hoy al interior de sus estructuras.
Bueno, el hijo de Tito Barrera, Iván Barrera Domínguez, secretario de sindicatos unificados de obreros y empleados de establecimientos comerciales, sostiene que Roberto Castrejón Campos, está haciendo negocios personales utilizando como instrumento al sector.
El secretario del trabajo y conflictos del grupo “Ignacio Guerra”, Baldemar Tinoco Ortega, sostiene que con el desorden al interior de la FTM, algunos como Castrejón Campos traicionan a la federación desarrollando trabajos y compromisos de índole individual. Aostienen que es el que aporta una flotilla de vehículos para el proceso de limpia en la capital del estado, de lo que no da cuenta a la dirigencia cetemista.
La posición de ambos va en el sentido de que se debe hacer una profunda reestructuración para sacudir “las manzanas podridas” y oxigenar liderazgos, sin embargo, esto sería directamente de la competencia del secretario general Limón Rivera, sin embargo, éste anda buscando también lo suyo, le apostó a la candidatura de Graco Ramírez y considera que puede ser incluido en el equipo de trabajo del mismo una vez que tome cargo.
Así que lo que menos le interesa es ver es hacia el interior de la FTM. Primero tiene que amarrar algún hueso y después pensar en esa organización que dista mucho de ser aquel sector que definía incluso candidatos a la Presidencia de la República y al Gobierno estatal en el caso del tricolor, ese tipo de traiciones los han achicado casi hasta la extinción.