Lo que pasó pues y que fue motivo de un fuerte debate entre priistas y perredistas, es parte de la necesidad de que algunas fracciones parlamentarias, sobre todo la perredista, tome consciencia de su papel, se conduzca con más humildad y sobre todo con conocimiento de las normas internas y legislativas.
Las actitudes de soberbia y de agresión no son buenas consejeras, todavía recordamos aquellas poses priistas de antes del 2000, cuando mantenían un número hegemónico que les daba la posibilidad de mayoritear cada vez que les venía en gana o lo necesitaban, a pesar de oposiciones verdaderamente razonadas y sustentadas.
Al paso de los años el peso de la razón se fue imponiendo y no obstante aquella mayoría, perdieron fuerza y autoridad. La historia la conocemos, acabaron arrinconados y con descrédito que sólo los años y los errores de quienes los sustituyeron, tanto en el Legislativo como en los otros poderes, hicieron olvidar parte del rechazo social.
Hoy vemos a un PRD aquí en lo local muy echado para adelante, tal vez con muchas ganas de mostrar que pueden, pero con escasa sensibilidad, como mostrando una especie de sed de venganza contra quienes han sido sus enemigos históricos. Pero éste no es el camino, los acuerdos y las coincidencias serán en todo momento el camino correcto para poder alcanzar los objetivos esperados.
En especial y cuando del servicio público se trate, hay que actuar con humildad y voluntad de servicio, porque, reiteramos, la vida es una ruleta, quienes hoy están en la cúspide, si no actúan maduramente, mañana tocarán piso.
Pero volviendo al caso de la toma de protesta del hoy gobernador electo Graco Ramírez, ciertamente tiene pensado desarrollar el protocolo de asunción del cargo bajo métodos poco ortodoxos. Primero, en lugar de acudir al Congreso local como han sido la costumbre o norma de siempre, hacerlo en el Centro Histórico, consideramos que con la finalidad de que el mayor número de ciudadanos puedan atestiguar la toma de protesta, aunque deberá ser bajo un esquema de seguridad y vigilancia bastante fuerte, para no permitir algún inconveniente, dadas las circunstancias que privan en nuestro entorno a ese respecto.
Pero por otro lado, hasta donde tenemos entendido, Ramírez Garrido prepara ya también un magno evento a desarrollarse en el Jardín Borda, que contará con orquesta u grupo musical de primer nivel y evidentemente a esta fiesta sólo asistirán invitados de honor. Se entiende que el ingreso ahí será bastante restringido, es decir algo muy selecto.
De concretarse el programa, efectivamente estaremos viendo un comienzo de sexenio bastante distinto a los anteriores, ojalá que ello venga acompañado de acciones inéditas que tengan que ver con el desarrollo del estado, porque lo que la sociedad espera es más seguridad, empleos y sustancialmente mayores ingresos, porque las cosas no andan muy bien, sobre todo a nivel de economía familiar.
Se ha estado especulando respecto a un gobernador cercano a la gente, es decir, un poco de populismo que al pueblo le gusta, lo vimos en su momento con Lauro Ortega Martínez, aunque para ello hay que llevar una maleta de respuestas bastante gordas, porque el pueblo pide de todo y si no se le da, acaba retirándose.
ALGUNOS LA VAN A SUFRIR
Y en otro orden de ideas, se ha insistido mucho en una transición de poderes bastante tersa entre Marco Adame Castillo y Graco Ramírez, derivada de un empate de ideas, acuerdos e intereses, no de hace semanas sino de años y que por ello difícilmente se actuaría en contra de quienes dejan el poder público con el final de este mes. Pero hay indicios y señales de que sí pudiera haber dos o tres funcionarios de primer nivel que la van a sufrir.
Sostenemos que en la recta final MAC descuidó algunas áreas internas y permitió que dos o tres de sus colaboradores hicieran de las suyas, se fueron de más y tenemos entendido que por lo menos dos miembros del gabinete tendrán que enfrentar procesos formales a través de la Contraloría General de Gobierno.
Sabemos más o menos por donde va la cosa, no deseamos especular, pero por lo que se ha podido saber desde el interior de la Contraloría, los expedientes ya están listos y seguramente el propio Gobernador Adame lo sabe, no consideramos que aún con elementos probados, la contralora se aviente el paquete por la vía libre. Esto suele consultarse con el Jefe del Poder Ejecutivo en turno, así que debe estar enterado y si las cosas van hasta donde tope, es porque Adame lo ha aprobado.
Y por el otro lado, aún con acuerdos y pactos, Graco Ramírez necesitará dar un golpe de timón desde el principio para mantener la calma mientras empieza a dar resultados y lo mejor es que si hay servidores públicos que se pasaron de listos, sean llamados a cuentas y colocados en el banquillo de los acusados, siempre será necesario un escarmiento. Y sí, hasta entre cambios de Gobierno del mismo partido se daban esas cosas, ¿cómo se vería que en una alternancia de partidos no?