Bueno, un compañero decía que hace poco, cuando tomaba nota en una entrevista con un aspirante a un cargo de elección popular, donde se supone, sólo estaban reporteros, camarógrafos y fotógrafos de los medios informativos, le bajaron la cartera, o sea, que incluso raterillos de mala muerte se hacen pasar como informadores para hacer de las suyas.
Eso tampoco es nuevo, a muchos compañeros les han robado sus grabadoras, cámaras y demás equipo de trabajo en eventos donde la presencia es exclusivamente del gremio, ante ello, hay la necesidad de buscar mecanismos que nos lleven a una depuración, porque esto anda muy pervertido.
Claro, tampoco negamos que entre quienes desarrollan esta actividad pueda haber aquellos que se aprovechan del descuido natural en las entrevistas, sobre todo de banqueta para despojar a sus propios compañeros de sus elementos de trabajo, sin embargo, en mucho se trata de personajes que en mal momento se vienen haciendo pasar como empleados de algún medio de difusión para obtener beneficios.
Y lo malo es que se dedican a la extorsión, porque muchos servidores públicos no conocen muy bien quién es quién y se prestan a sus fechorías, por eso insistimos en que es urgente encontrar un mecanismo que nos lleve a sacudirnos de todos esos aventureros que nos vienen a perjudicar.
Alguien proponía la creación de una especie de colegio que fuera la instancia legal de validación y acreditación de periodistas mediante la constancia en el trabajo, ya sea de manera propia o a través de alguna empresa, es decir, que aquellos que nada tienen que hacer en esto, tomen distancia y en las mismas conferencias de prensa, se les impida el acceso, sólo de esta manera podremos ir saneando el ambiente de trabajo que ciertamente es preocupante por esos sucesos.
Bueno, algo histórico y que ya hasta lo tomamos como normal, es que muchos agentes encubiertos de las diversas corporaciones policiacas y hasta del Ejército, cuya labor es recabar información de toda naturaleza, son casi parte de nuestra composición, pero a decir verdad, en su mayoría se trata de jóvenes decentes y que cuando se requiere, pasan datos que ayudan mucho en trabajos de investigación.
De todas maneras, mucha falta hace acabar con todos los vicios que contaminan parte de la labor informativa y que generan daños colaterales al ya de por sí poco prestigiado gremio.
Crimen, no cesa
Por otro lado, sigue bastante preocupante y crítico el aspecto que tiene que ver con la justicia y seguridad, pareciera que nada puede con la delincuencia y los sucesos desafortunados se siguen uno a otro, no hay tregua mientras la sociedad observa ya con cierta indiferencia la pasividad con la que se comportan las autoridades “competentes” en la materia frente a ello.
Claro, empeñadas en salvaguardar la imagen pública, las instancias relacionadas con la prevención, persecución o sanción del delito ocultan hasta donde es posible los hechos, a pesar de ello, con la poca información que conocemos, es más que suficiente para darnos cuenta del tamaño del monstruo.
Nadie está a salvo, hace poco nos platicaban cómo hace aproximadamente una semana o más en la parte sur del estado, parte baja de Alpuyeca, para ser exactos, despojaron de pertenencias y unidad vehicular al ex candidato del Partido Acción Nacional (PAN) a la presidencia municipal de Cuernavaca. Lo dejaron a pie, sin que nadie lograra intervenir.
El ex legislador local, Gabriel Rivas Ríos acaba de denunciar una agresión en la casa de su madre y ayer, en plena mañana, decenas de elementos de seguridad, incluyendo al Ejército y la Marina protagonizaron hechos inéditos, agentes federales habrían herido a dos instructores de la DEA, lo que nos puede llevar incluso a un conflicto de relaciones entre México y Estados Unidos, los lesionados estaban siendo atendidos en el hospital Innovamed.
Este espacio resulta insuficiente para continuar relatando acontecimientos que nos ponen los cabellos de punta por la facilidad con la que se agrede al ciudadano, mientras las instancias oficiales en sus tres niveles de Gobierno continúan evidenciando que han sido rebasadas.
Es de destacar que hace unos cuantos días se encontraron cuerpos sin vida de diversas mujeres, lo que despertó una oleada de críticas que reclamaron mayor empeño de la Procuraduría y la Secretaría de Seguridad Pública en tareas de prevención.
A este Gobierno estatal ya le faltó tiempo para cumplir con la promesa de acabar con la maldad, y a ellos mismos les van a hacer más falta acciones que discursos y advertencias para sobreponerse a lo que ocurre, como que los enemigos públicos ya les encontraron el tamaño y no les tienen miedo, por el contrario, hay indicios de que buscan provocarlos y eso que se supone que seguimos con el famoso operativo de “Morelos seguro”, de otra manera quizás las cosas andarían peor.