Tras haber tocado el cielo, tanto a nivel estatal como de la Presidencia de la República, los azules regresan casi al tamaño que siempre tuvieron durante cinco décadas, hasta antes del 2000 no supieron articular un proyecto de partido a largo plazo apoyados en el ejercicio del poder y pagarán el error.
Conscientes de que lo único que les queda es el CDE, andan hechos bolas, porque cada facción pretende buscar refugio en la dirigencia y los lugares son limitados, no alcanzan para cobijar a todos a pesar de que ya son pocos y aquellos que manejaron la institución partidista como si fuera una propiedad privada, se sienten dueños y lucharán con todos por no permitir el acceso de los que ven como avecindados o neo panistas, como ellos mismos se autonombran.
Con la reestructuración de la Presidencia estatal deberán ir por un nuevo amanecer, pero para eso requerirán de pensar bastante bien a favor de quien le apuestan. Nosotros, desde este pequeño espacio, insistimos en que fue un grave error haber permitido la reelección de Germán Castañón Galaviz, tras las derrotas apabullantes que ya habían sufrido en las elecciones parciales del 2009.
El hombre puede no ser malo, pero le falta carácter y reciedumbre para saber imponer sus decisiones y hoy estimamos que en mucho de lo que les pasó, tuvo que ver tal personalidad, porque con otra visión, habría obligado al gobernador en turno y a muchas otras figuras benefactoras del ejercicio del poder local, a participar más con el PAN en todos los sentidos.
No obstante ser gobierno, el panismo como partido padeció siempre de inclemencias económicas y eso era hasta increíble, ateniéndonos a todo tipo de antecedentes históricos en la materia. En fin, el asunto es que van por una elección para renovar sus cuadros.
Sufrirán más conflictos y consecuentemente posibles rupturas, el ex candidato a gobernador Adrián Rivera Pérez busca quedarse por lo menos con lo que dejaron de institución, pero hay más que lo consideran improcedente.
Argumentos para descalificarse mutuamente tienen todos los que van a participar, seguramente, sin embargo deberán aprovechar la oportunidad para pensar en alguien con cierta experiencia y capacidades, visión operativa y mucha fuerza, habrá ocasiones en las que tendrán que levantar el tono de voz para no seguir siendo avasallados.
¿Quiénes podrían participar? Son algunos, entre ellos, el ex aspirante al gobierno estatal Adrián Rivera, otro que también buscó esa candidatura, Demetrio Román Isidoro; y quien fuera coordinador de asesores y de comunicación política Javier López Sánchez. Insistimos, deberían deponer intereses personales y de grupo, porque en mucho, esto fue lo que los llevó a perder el poder público, especialmente lo que tiene que ver con la “Sagrada Familia”, no valorarlo es desaprovechar desafortunadas experiencias.
REACCIONES AL CONCLAVE PERREDISTA
Por otro lado, y respecto a la posición adoptada por la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), sus aliados y autoridades electas, en el sentido de aceptar la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación respecto al proceso presidencial, en el caso muy particular de Morelos hay diversas reacciones.
Aquellas corrientes que trabajaron directamente por la candidatura de Andrés Manuel López Obrador se sintieron desilusionadas, al concluir que el acuerdo en ese encuentro realizado en Acapulco, fue un espaldarazo a Enrique Peña Nieto como virtual presidente de la república y un desconocimiento a la resistencia que mantiene el tabasqueño.
Bueno, ya a consecuencia de eso, algunos líderes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) están articulando acciones, entre las cuales se contempla mostrar una posición pública contraria a esas decisiones cupulares y es parte de inconveniencias tempranas a enfrentar de parte del gobernador electo Graco Ramírez.
Y mire que se trata de figuras acostumbradas a remar contra la corriente, fraguadas en las permanentes luchas partidistas y no miden los alcances de sus actos, más si éstos son sustentados en la convicción política y social que por años han desplegado en la búsqueda de opciones reales de democratización y emancipación popular.
Desde ahora y antes de que asuman el control de la administración pública y a pesar de haber ganado, los perredistas deberán buscar puntos de coincidencia y encontrar la forma de eliminar divergencias, de otra manera serán ellos mismos quienes sean noticia por puntos de vista distintos entre las partes.
Pero el punto de partida de esas inconveniencias se multiplicaron a partir de los acuerdos de Acapulco, incluso uno de los líderes, por cierto ex presidente del CDE del PRD, dijo al reportero que “esos camaradas piensan que con el desconocimiento que están haciendo hacia las luchas obradoristas, van a enterrar la figura y futuro político de Andrés Manuel, pero están equivocados, jamás lo van a lograr”.
Sin embargo, la decisión cupular ya está tomada, nosotros estábamos seguros de que así sería, con base en las experiencias del 2006 frente al Gobierno de Felipe Calderón y no nos equivocamos, quienes difieren sólo les quedará el recurso de la protesta, porque el posicionamiento no va a cambiar, de eso igualmente estamos ciertos.