Salvo algunos personajes que por sí solos están invirtiendo un poco en publicidad y propaganda, como el senador Adrián Rivera Pérez, pretextando su informe de labores legislativas, es difícil encontrar algunas señas del PAN en cualquier parte del estado, incluida Cuernavaca que ha sido siempre su guarida.

El asunto es que estamos ya muy cerca del proceso electoral. Este fin de año, se supone, cada instituto político deberá llegar prácticamente perfilado con los cuadros de competencia para la justa constitucional del 2012, y ciertamente que no se ve entre los azules gran movimiento.

Por ello algunos aspirantes estiman que la relación del gobierno con el partido tendrá que modificarse, acabar con aquella expresión de "sana distancia" y trabajar muy de cerca para poder reactivar una maquinaria que hasta este momento parece andar sin aceite.

En contraparte, particularmente el priismo anda bastante acelerado, las organizaciones y sectores vienen desarrollando una intensa actividad de fondo. Parece que están preparándose en serio para la contienda, no obstante que las tendencias parecen favorecerlos.

Y todo indica que ante los serios problemas que tiene el panismo para levantar el nivel de presencia ante el electorado, le vienen apostando a dos factores como base para contrarrestar lo que pareciera una anticipada derrota.

Por un lado, prenden veladoras a fin de que las diversas corrientes del Revolucionario Institucional entren en conflicto y ruptura en la lucha por las candidaturas.

No están lejos de que esto pueda darse. Históricamente así ha sido. En el 2009 fue la oportuna intervención de la dirigente del CEN, Beatriz Paredes Rangel, lo que evitó el choque de trenes y coadyuvó de manera decisiva en la victoria electoral del tricolor, ¿esto volverá a suceder en la contienda en puerta?

Si no es así, las cosas se pondrán bastante serias porque hay priistas que le apuestan a los golpes como manera de concretar sus ambiciones. Entre ellos están Guillermo del Valle y Maricela Sánchez, quienes además tienen "arreglos" precisamente con los panistas a través del secretario de Gobierno, Óscar Sergio Hernández Benítez.

Tendrán entonces que ser muy maduros para poder superar sin grandes contratiempos la elección de cuadros. Si no es así, la brecha que los separa con el partido en el poder se adelgazará peligrosamente.

Pero además de este elemento, la élite panista, con base en el ejercicio del poder público tanto estatal como federal, ha logrado integrar una serie de expedientes "negros" --por lo menos ellos así los consideran-- de las principales figuras del PRI, que explotarán públicamente en el momento oportuno.

Sí, hasta donde tenemos conocimiento ya cuentan con una serie de antecedentes de quienes se estima que disputarán la candidatura al gobierno estatal por ese instituto, Manuel Martínez Garrigós y Amado Orihuela Trejo.

Claro, son los principales personajes hoy día, pero disponen de cientos de archivos que involucran a la mayor parte de priistas con posibilidades de lograr una candidatura, ya sea a las 33 alcaldías o a las 18 legislaturas locales de mayoría o las federales.

Ésas son las dos vías por las cuales va a transitar el PAN en la elección que se avecina y tratará de desacreditar a los candidatos de su principal opositor en una serie de campañas negras de golpes y desprestigio.

¿Qué tanto funcionará esta estrategia? Dependerá mucho de las medidas preventivas que los tricolores echen a caminar para contrarrestar los embates, pero necesariamente tendrán un impacto.

Ya han mostrado parte de la estrategia en contra del líder nacional del PRI, Humberto Moreira Valdez, con eso del endeudamiento de Coahuila cuando fue gobernador y eso lo reproducirán miles de veces en todo el territorio nacional contra los priistas.

Pero lo cierto es que han tenido que apostarle a factores casi fuera de su alcance ante la infuncionalidad de su propio partido. En lo que respecta a Morelos, Germán Castañón es una figura decorativa.2011-10-10

esperanza.