Es por eso que quienes han incursionado en las tareas del ejercicio público, buscarán en todo momento regresar, porque son espacios donde de manera discrecional pueden distraer millones de pesos para su beneficio sin el temor de ser sancionados y con el mínimo esfuerzo.

Decimos esto, porque tras un buen rato de retiro obligado del quehacer gubernamental, dos "pájaros de cuenta", el ex legislador federal Víctor Sánchez Trujillo y el ex secretario del ayuntamiento de Temixco, José Evaristo Silva Bandala, andan desesperados, buscando "padrinos" para regresar, pero por lo que se les olvidó.

El domingo pasado se reunieron en el Club de Golf Paraíso Country Club, en Yautepec, con el ex gobernador, ex secretario de Gobierno y ex todo, Jorge Morales Barud para ofrecerle su apoyo "incondicional" a fin de que logre concretar sus aspiraciones, ¿por qué partido? porque se sigue diciendo priista, pero aparece en la lista de aspirantes del Partido Acción Nacional (PAN) y hay quienes afirman que en la realidad no ganaría una casilla ni en su propio pueblo, Puente de Ixtla.

El asunto es que esas "aves de mal agüero" andan en lo suyo, porque en su momento buscaron una audiencia con el presidente del CDE del tricolor, Amado Orihuela Trejo y le dijeron lo mismo. Bueno, tenemos entendido que al mismo edil de Cuernavaca, Manuel Martínez Garrigós, le llegaron con el mismo cuento.

Hay quienes poco recuerdan a esta mancuerna de personajes, los priistas añejos los tienen muy bien ubicados, porque en su momento formaron parte de sus estructuras, Sánchez Trujillo entró como regidor del PRI en el trienio 1997-2000, cuando el panismo los derrotó por primera vez en Cuernavaca con Sergio Estrada Cajigal.

A las primeras de cambio y considerando que era lo que más le convenía, renunció al tricolor, se declaró independiente, pero en realidad comenzó a trabajar de la mano de Estrada Cajigal, que le dio la cartera campesina para que lo ayudara a ganarse al sector rural.

Éste jaló a su viejo amigo Silva Bandala, que hizo lo propio, desconoció a sus compañeros de militancia y se refugió en los azules, porque le iba muy bien.

Sánchez Trujillo logró colarse con Estrada Cajigal al Gobierno del estado en calidad de Secretario de Desarrollo Agropecuario y el otro se le pegó a su paisano veracruzano Noé Sánchez Cruz en la Secretaría de Obras.

El primero pudo sacarle la bendición a SECR para que lo promoviera como diputado federal en el proceso electoral del 2006, mientras que Silva Bandala se fue con Noé a la alcaldía de Temixco en calidad de secretario de Gobierno Municipal.

Víctor participó todavía en la justa electoral del 2009 como candidato a diputado local en Cuernavaca, le dieron una paliza que lo obligó a retirarse, pero por lo visto, ya intenta el regreso.

Silva Bandala se quedó a cargo de los negocios de Noé Sánchez, entre ellos la constructora Planet, a través de la cual vienen desarrollando construcción de vivienda, contribuyendo a la destrucción de nuestro entorno natural y al crecimiento urbano desordenado.

No obstante, quieren buscar acomodo y lo que menos les importa es el partido, van con quien se les acomode, porque así como traicionaron al tricolor en su momento, lo están haciendo ahora con el PAN, sólo buscan su comodidad y acomodo.

Parece que es Sergio Estrada quien todavía los trae como lapas pagadas a la suela del zapato y a través de él quieren comprometer a alguno de quienes se perfilan como aspirantes a la gubernatura en el 2012.

Son personajes sin compromisos ni lealtades, avecindados en Morelos, donde sólo han recibido beneficios, no hay alguna aportación que puedan presumir porque no tienen vocación de servicio.

En el caso de JMB parece que están perdiendo el tiempo, el hombre a lo más que puede llegar por el lado del PRI es a una diputación federal por el distrito de su rumbo, la zona sur; tampoco el PAN parece muy interesado en sus servicios electorales, es más fácil que el secretario de Finanzas y Planeación Alejandro Villarreal Gasca sea el abanderado albiazul.