Lo anterior es muy significativo porque el recinto tiene fijada ya una fecha para cerrar trabajos en lo que tiene que ver con la reforma electoral, a fin de que sea aplicable en el proceso electoral del 2018. Como que de pronto esa unidad que se venía mostrando hace buen rato enseña posibilidades de rompimiento.
Las otras fuerzas, en su conjunto, suman 19 votos, ante 10 y la adhesión de Escamilla hacia alguno de los bloques. Pudiera convertirse en el fiel de la balanza. El señor cobra singular importancia en ese equilibrio de fuerzas y muy posiblemente se incline hacia el grupo menor, porque de algunos del otro lado no ha recibido un trato que digamos muy caballeroso.
Se ven entonces vientos de recomposición en la Cámara local de diputados. Esas podrían ser señales ya orientadas a asumir posturas de oposición real al interior del recinto, con intereses meramente electorales. Fue de cierta manera hasta sorpresivo aquello de proponer auditar al mismo Poder Legislativo, sugiriendo incluso ampliar la revisión al trienio anterior.
Por lo menos coyunturalmente vemos una lucha en el comportamiento de los representantes populares, aunque eso podría ser bastante pasajero; igual y sólo se busca alguna negociación.
Pero ese tipo de expresiones suelen ser una característica cuando se aproxima una elección, y la que está en puerta es por demás trascendente.
Los 30 diputados –es una aspiración entendible- buscarán a toda costa colocarse en el siguiente organigrama político de mandos, ya sea con base en otro cargo de elección popular, que sería lo más seguro, o apostarle a los ganadores para ser incluidos en la administración de gobierno estatal en los siguientes seis años.
La mayoría de quienes se dedican al arte del ejercicio político consideran como un error estar fuera del presupuesto, más aún que en buena medida no están formados para tareas distintas y siempre será cómodo disponer de un ingreso seguro, porque afuera las cosas no están muy a modo.
Estamos muy cerca de que inicie el proceso electoral federal, en septiembre se da luz verde, nos encontramos a la vuelta de la esquina, son momentos decisivos para aquellos que quieran aspirar a otra posición, incluso pudiera decir que llegan tarde. Y aunque en lo referente a lo local se arranca tres meses después, ya a éstas alturas tiene que haber un trabajo importante en la materia si se desea ser competitivo.
Por ahí parece venir la cosa en lo relacionado al comportamiento de grupos en el recinto legislativo.
Aún así, el bloque mayoritario tiene ciertas ventajas, porque maneja más recursos e igualmente depende de un solo voto y por ahora, el ambiente se antoja bastante interesante.
En todo esto, el sólo hecho de proponer una auditoría al manejo de las finanzas internas de ese recinto es de mucha trascendencia, ya que es el único de los tres poderes que está exento de ello, porque las instancias encargadas de hacerlo son manejadas por los mismos diputados, lo que lleva a restar credibilidad a cualquier dato en ese sentido.
Claro, si se llega a avanzar en dicho terreno, tendría que ser con base en despachos contables externos, desprovistos de intereses en el asunto, pues algo distinto no tendría mucho sentido. Pero puede ser, porque finalmente los 30 legisladores locales, sobre todo aquellos que intenten contender por otro representación, tienen un pie fuera.
¿ ADIÓS AL ZACATEPEC?
Y en el tema deportivo estatal, mucho se insiste ya en que el club Zacatepec está por cerrar una página más y que dejará de figurar en esa liga de ascenso a partir del siguiente torneo, lo que debe generar cierta nostalgia en muchos que, por el contrario, añoraban regresar a tiempos de gloria, cuando el equipo pasó por sus mejores momentos como cuadro de primera división.
Cierto, la contratación de la franquicia del Cruz azul Hidalgo, que aceptó ponerse la camiseta del cuadro cañero, no logró el propósito esencial, volver a las grandes ligas.
Sin embargo, su actuación, cada quince días en el estadio Agustín “Coruco” Díaz coadyuvaba en el estímulo a la actividad económica de la zona, que entró en crisis desde hace ya bastantes años a partir de dos factores, la venta a empresas particulares, del ingenio cañero, Emiliano Zapata, de Zacatepec, y el descenso del equipo de tantas glorias, lo que ocasionó un desastre económico.
En ese municipio todo era bonanza, había dinero para todos, la visita de contrincantes de la talla del América o el Guadalajara atraía a miles de morelenses.
Bueno, conocemos a algunos de quienes jugaron en el cuadro, como Oscar Cázares, el “negro”, de procedencia argentina y sus relatos son de ensueño. Cuando el visitante era grande, venían de la Ciudad de México, del estado de Puebla o de Guerrero a presenciar el encuentro.
Ya imagina usted el nivel de apasionamiento de los lugareños; el estadio resultaba insuficiente para tal efecto.
Algo no debió salir bien en estos años de intento, como que la directiva -como suele suceder casi en todo equipo grande- prefirió vender a jugadores con cierta rentabilidad al final de cada torneo, obligando a un reinicio indefinido.
De cualquier manera, al menos se invirtió en la mejora de ese espacio deportivo, falta complementarlo, sobre todo en lo relacionado a los estacionamientos, pero si las cosas van por donde ya se advierte, se le deberá apostar a otro cuadro mañana.
La afición morelense, cuando se requirió, demostró su apoyo incondicional al cuadro, así que la plaza es buena, sólo se requiere de algo más de inversión y de trabajo real a fin de lograr la hazaña. Claro, en aquellos tiempos, buena parte del financiamiento venía del ingenio cañero, que igual, pasaba por sus mejores momentos.
Seguramente que es cuestión de horas o días para que se hable con claridad sobre el tema, pero consideramos que ya los encargados de ello han empezado a filtrar información para ir bajándole de intensidad y hacerlo mucho más manejable ante las posibles críticas y reacciones. No es un asunto menor para los amantes del deporte.