Sin embargo, hoy día estamos ya llegando a un equilibrio entre ambos sexos, con aquello de la paridad de género que pareciera ofrecer una muestra de la realidad en el proceso electoral del Estado de México.
Aquí, como en cualquier proceso electoral, son muchos los aspirantes a la gubernatura, por tantos partidos que hay, a pesar de que la mayoría no tiene razón de ser, pero aparecen sólo cuatro con tendencias que justifican su inclusión en la contienda.
Ellos son el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alfredo del Mazo Maza; la aspirante del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) Delfina Gómez; el del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Juan Zepeda, y la abanderada de Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota.
Son entonces dos hombres y dos mujeres, una conformación que refleja un ajuste casi perfecto a las normas y reclamos del sector femenino en el terreno de la lucha por las posiciones de rango en el ejercicio del poder público y, si no se dan mayores cambios en lo que resta de las campañas en ese estado vecino, la gubernatura en efecto la pelearán uno y una, Del Mazo Maza y Delfina Gómez, porque los otros dos se están quedando algo detrás en las tendencias.
El perredista avanzó un poco en las recientes semanas, como que comienzan a observarse ciertas estrategias de los grupos de poder a fin de contener el avance de las huestes del presidenciable Andrés Manuel López Obrador. El que Zepeda remontara seguramente lleva la intención de dividir el sufragio de izquierda para abrirle un boquete al tabasqueño, cuya fórmula sigue siendo motivo de preocupación.
En el Estado de México se ubican grupos de mucho poder político, económico y de influencia nacional que difícilmente permitirán el ascenso de una fuerza emergente como la de AMLO, ello sería colocarlo ya en la antesala de la presidencia de la república, por eso se hará lo que al alcance esté para impedirlo y por ahí se ve que va la cosa.
Finalmente con el PRD y el PAN se puede llegar a negociaciones de toda índole, no así con los otros, que a pesar de todo se vienen defendiendo. No obstante, el que el propio López Obrador saliera a pedirle al resto de los partidos de izquierda, sobre todo al perredismo, sumarse en un solo frente si se quiere tener éxito, tanto en esa justa de junio próximo como en la presidencial del 2018, es señal de que se siente vulnerable y de que los números comienzan a preocuparle, sabe que puede ser derrotado.
La panista se antoja en picada, Juan Zepeda no llegará a niveles suficientes como para pensar en un triunfo, la pelea real es pues entre PRI y Morena, pero en la recta final, todos los demás le darán montón a la aspirante izquierdista, eso es un hecho, por eso ya a éstas alturas se observan jugadas de inteligencia que van sembrando la percepción de que los priistas adelantan en las preferencias.
EL ASCENSO DE LA MUJER
Y respecto al mismo asunto de la equidad de género, desde las elecciones parciales del 2015, en el estado los órganos electorales condicionaron las fórmulas de participación de los partidos políticos a una paridad de género que incluso llevó a la inclusión de mujeres de último momento, en la composición de poderes como el legislativo local.
Lo anterior se verá mucho más fuerte en la elección del 2018, por eso, ya quienes aspiran a cargos de elección, en éste caso, a los ayuntamientos, obligadamente están buscando cuadros femeninos a fin de evitar complicaciones a la hora de los registros.
Una de las excusas de los líderes partidistas suele ser aquello de que no hay suficientes mujeres con formación en la materia como para llenar todos los espacios que legalmente les corresponde, sin embargo y si así fuera, la culpa es de ellos mismos, porque no han fomentado su crecimiento. Lo decíamos, hasta hace algunos años, la política y el ejercicio del poder era reservado a los hombres, acaso sitios de segunda o tercera importancia se daban a la mujer y con base en una acción de voluntad.
Lo decíamos, en la batalla por la gubernatura del Estado de México, curiosamente llegan a la recta final dos contra dos y en el último jalón quedarán uno contra una. Hacia la presidencia de la República, se advierte al menos de una fémina por la pelea de candidaturas, Margarita Zavala de Acción Nacional, algo que poco se había presentado en el pasado.
A nivel de fórmulas municipales y de candidaturas a legislaturas, ya sean locales o federales, cada instituto político tendrá que armar ofertas con equidad o volverán a tener problemas con los órganos competentes en esa materia. No se perciben aún con claridad los movimientos en los ayuntamientos, aunque sí se ve ya cierto trabajo de más de una figura con miras a pelear las posiciones, particularmente la de presidente municipal, curiosamente la mayoría son varones.
En Jiutepec, sin duda volveremos a ver en las boletas electorales a gente como Rafael Reyes Reyes, que igual, contendiera por el PRI a la comuna en la justa del 2015 y que va por la segunda vuelta, porque parece que le domina el ansia de poder. En Temixco, más allá de partidos, se mueve otra vez Andrés Huicochea Santaolaya, pese al desprestigio que acarrea, igual que Miguel Ángel Tovar Martínez, ex síndico.
Reiteramos, en todos esos casos curiosamente no vemos aún mujeres abriendo camino, pero las leyes hoy día obligan a la paridad y entonces más vale que aquellos con posibilidades reales de ganar espacios armen sus proyectos en igualdad. Sí existen mujeres capaces y sobre todo, con compromiso ciudadano. Lauro Ortega aseguraba que ellas son más inteligentes para cuidar el dinero y más que eso, honestas en el ejercicio de los recursos que los hombres, por lo que se les tiene que dar la oportunidad.