Mantener en calma esas estructuras donde convergen toda clase de intereses y hasta grupos con tendencias ideológicas o partidistas distintas no siempre ha sido fácil.
Si bien es cierto que comparativamente con otras entidades el sector en Morelos es relativamente pequeño, aún así, por concentrar a cerca de 30 mil empleados, desde maestros, intendentes, auxiliares administrativos, supervisores y mandos superiores, sólo por citar algunos, ofrece facilidades para sacar beneficios, atendiendo aquella expresión de “a río revuelto, ganancia de pescadores”.
Es decir, la nómina es tan amplia que difícilmente se pueden detectar posibles irregularidades y de ello se ha insistido mucho en tiempos anteriores. Bueno, un ex funcionario decía a La Unión de Morelos que le consta cómo durante el sexenio de Sergio Estrada Cajigal, el sector educativo básico fue usado como caja chica de la administración estatal.
Se recordará que en el 2008 se enfrentó un duro problema por el rechazo de los profesores a la modernización educativa, que mereció la intervención directa del CEN del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), en aquellos tiempos, comandado por la profesora Elba Esther Gordillo Morales.
Los operadores del centro debieron hacerse cargo del IEBEM a fin de ir apaciguando los ánimos, porque el gobierno de Marco Adame Castillo se vio rebasado. Por la cercanía con algunos de los enviados de Elba Esther, se pudo saber que mensualmente, el gobierno local lavaba algo así como nueve millones de pesos mensuales a través de las nóminas del instituto.
Para acabar pronto, no siempre se usan correctamente los fondos públicos destinados a la educación en la entidad, para bien de nuestros niños y jóvenes. Es un asunto casi superado, pero también se hablaba de cómo se vendían las plazas a los maestros de nuevo ingreso en una especie de mercado negro que daba millones de pesos a quienes “dirigían” esa importante parcela.
Bueno, este gobierno recibió un IEBEM con serios problemas financieros, un funcionario actual recordaba que los pasivos alcanzaban los dos mil millones de pesos, no por la insuficiencia presupuestal, sino porque se le metía la mano con ganas al dinero destinado a esos propósitos.
Como se ve, sea por un motivo o por otro, la cosa en torno al IEBEM es algo interesante, pero por otro lado y como decíamos, mantener en calma a todos los involucrados en ese tema es tarea titánica y no pocos directores han preferido tirar la toalla por falta de capacidad de maniobra u operativa, porque ahí hay que tener la mente muy clara a fin de no resbalar o ser rehén de algún grupo de poder.
Dadas las dimensiones de las responsabilidades que se deben manejar, ocupar el cargo de director general resulta mucho más pesado que el de secretario del ramo. Los problemas se enfrentan desde la dirección, ya a nivel de secretario de despacho tienen que llegar resueltos o amortiguados, de otra manera, la cabeza del titular puede estar en riesgo.
Es de considerar que en algunos aspectos fundamentales se han logrado ciertos avances; sí se puede apreciar una mayor transparencia en lo que tiene que ver con la asignación de plazas cada inicio de año por los maestros o educadoras de nuevo ingreso. Se llega a partir de exámenes y valoraciones en las diversas regiones en que se compone el estado en ese aspecto.
Se decía, son tantos los intereses que hay al interior del sector educativo que no se descartan sucesos de alta peligrosidad. Tenemos conocimiento de que al actual director, Fernando Celerino Pacheco Godínez le han tenido que asignar elementos de seguridad personal, porque hace poco habría recibido amenazas de muerte, conjuntamente con algunos directores en la región oriente.
Las acciones de delincuencia aparecen en todos lados, el IEBEM no está exento de ello, así que hay que encarar todo tipo de inconvenientes a nivel de autoridad. Por cierto, sorprende que Pacheco Godínez haya logrado mantenerse al frente del instituto, ya por un largo tiempo. Hace algunos meses se especulaba sobre su salida, incluso algunos integrantes del gabinete estatal lo daban por hecho, pero sólo fue una especulación, el hombre sigue ahí.
Sin muchos antecedentes y experiencia en cuestión de manejo operativo, de negociación y de posiciones relevantes en esa materia, ha podido apaciguar casi todos los ánimos y a pesar de que nunca faltan inconformidades, por la dimensión del monstruo, hoy día muestra cierta tranquilidad.
Aquí, a diferencia de entidades aledañas, las reacciones en contra de la reforma educativa tuvieron escaso eco, siempre se trató de grupos reducidos que no alcanzaron el tamaño de movimientos como los de Guerrero, Oaxaca o Michoacán, que trastocaron la vida política y social en aquellos estados.
Esta administración en el IEBEM logró igualmente recuperar su autonomía y control, porque cuando llegaron, eran enviados del SNTE quienes lo manejaban todo. Se entiende que con las dirigencias magisteriales sindicales, tanto a nivel cúpula como en lo local, la relación es de sana distancia. Cada quien desarrolla un papel distinto, pero el trato es cordial.
Por cierto, ya está programada una visita del secretario general del sindicato nacional, Juan Díaz de la Torre. Presidirá un evento en el centro de convenciones de la entidad, a finales de este mes. Ahí hará la presentación de un libro y el acto obedece también a la celebración de el día de la Educadora.
Para tal efecto, se ha corrido la invitación a un selecto número de concurrentes del sector magisterial, particularmente educadoras, por ser su día, pero desde luego, están invitados todo tipo de funcionarios públicos, incluyendo los gubernamentales.
Díaz de la Torre formó parte del grupo de operadores de Gordillo Morales en el 2008, conoce perfectamente cómo se mueven las aguas aquí, busca incluso influir en la sucesión del gobernador en el 2018 y para eso tiene relaciones con figuras de mucho poder a nivel federal, que viene explotando para apoyar a algunos de sus cuadros en la justa que ya se aproxima.