“Sui géneris”, locución adverbial procedente del latín que significa ‘de su propio género o especie’, y que se usa en español para denotar que aquello a lo que se aplica es de un género o especie muy singular y excepcional —único, sin igual e inclasificable—.
Así va a ser el Proceso Electoral 2021 que comenzó ayer con una sesión que por sí misma es representativa de que nada será igual que antes: en lugar de la ceremonia típica en un salón de eventos, fue a través de la plataforma Zoom y se pudo ver en Facebook Live y Youtube.
La “nueva normalidad” tiene sus ventajas y desventajas. Ayer mismo nos dábamos cuenta de la dificultad que tenemos todos aún para el manejo de esta nueva herramienta de la comunicación. Al presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) el micrófono “lo pilló” dando órdenes a gritos a sus subalternos y varios más dieron muestra de que la tecnología no es lo suyo.
La propia presidenta del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), Ana Isabel León Trueba, seguramente odiará toda su vida esta aplicación informática que la exhibió en una sesión de Consejo y nos permitió a todos conocer su sentir acerca de algunos de sus compañeros consejeros, aunque ella jura y perjura que no iba dirigido a nadie de los presentes.
Se puede considerar que el proceso electoral comenzó la semana pasada, cuando fue publicada en el Periódico Oficial “Tierra y Libertad” la convocatoria a ciudadanos y a partidos políticos a participar en el proceso electoral ordinario 2021, para elección de diputados y diputadas del Congreso local, así como de integrantes de los ayuntamientos.
El acuerdo parlamentario publicado incluye las bases del proceso electoral, y establece que el proceso electoral iniciará con la Sesión de Instalación del Consejo Estatal Electoral del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), lo que ocurrió ayer al mediodía.
Este día se instaló la sesión solemne extraordinaria del Consejo Estatal Electoral (CEE) del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), en la que se dio la declaratoria del inicio del proceso electoral local ordinario 2020-2021.
Presentes, además de los consejeros electorales y representantes de todos los partidos con registro (19 en total y uno más que no tarda en llegar, según adelantó León Trueba) los representantes de los tres poderes del estado: el secretario de Gobierno, Pablo Ojeda Cárdenas; el magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Rubén Jasso Díaz y el diputado José Luis Galindo Cortez.
Como invitadas especiales las magistradas electorales Marta Elena Mejía e Ixel Mendoza Aragón (ésta última ex consejera del Impepac).
Durante su mensaje de declaratoria de instalación del proceso, la consejera presidenta del Impepac, Ana Isabel León Trueba, admitió que Morelos y todo el país enfrentan una situación complicada para llevar a cabo elecciones; sin embargo, aseguró que las instituciones garantizarán a la ciudadanía su seguridad sanitaria para que salgan a votar el próximo seis de junio.
Para las elecciones del seis de junio se elegirán 315 cargos municipales y 20 diputaciones locales, que se disputarán 20 partidos políticos y un número indeterminado de candidatos independientes. Algo nunca antes visto.
Alfredo Javier Arias Casas, consejero del Impepac, hizo un llamado a todos los presentes para poner el mejor de sus esfuerzos en este proceso electoral, “con independencia de las adversidades a que nos vamos a enfrentar, en aras de que sea lo más exitoso posible; que cumpla con la finalidad de instalar el Poder Legislativo que tendrá que designarse nuevamente por el electorado, los ayuntamientos de nuestro estado, pero más allá de ello, mantener la paz social y la Gobernabilidad; hoy el estado de Morelos necesita de instituciones sólidas y tenemos la oportunidad de consolidarlo”.
Siempre crítico, Arias Casas reprochó que, si bien ninguna institución de México ni del mundo estaba preparada para una situación como la que nos enfrentamos, la pandemia dejó ver la debilidad con la que se ha trabajado en la construcción de la equidad social.
“Hoy están al descubierto las desigualdades económicas, sociales, culturales”, acotó. Insistió en que hoy tenemos la posibilidad de volver a plantearnos un plan, una estrategia, porque el reconocimiento de las diferencias a las que hoy nos estamos enfrentando es la única vía para poder hablar de democracia en el estado de Morelos”.
El representante del PRI, Jonathán Márquez Godínez, lo sintetizó aún mejor: “Los morelenses tenemos el mayor desafío democrático en el marco de uno de los contextos políticos, sociales, económicos y sanitarios más complicados que hayamos vivido”.
En su discurso, aprovechó para promocionar que la estructura político-electoral del Partido Revolucionario Institucional se encuentra lista para el proceso electoral 2020 -2021 y que apoyará indefectiblemente a las mujeres, jóvenes e indígenas que jugarán un papel trascendental en este proceso.
Una mujer que viene desde abajo y que hoy ocupa una de las tres magistraturas del Tribunal Estatal Electoral, Martha Elena Mejía, dijo a nombre de sus compañeros que esa institución que el próximo 8 de octubre cumplirá 27 años de existencia, “camina con pasos firmes, con bases sólidas para el proceso que hoy comienza, estamos preparados para emprender este ejercicio democrático, con profesionalidad, objetividad e imparcialidad para ejercer nuestro papel como máxima autoridad jurisdiccional en materia electoral en el Estado, guiando nuestro actuar bajo la premisa democrática de que sea únicamente la voluntad de los morelenses la que defina quién les representa, garantizando con ello la paz social y la armonía en nuestro Estado”.
Comentó que en esta elección de 2021, las autoridades administrativas y jurisdiccionales llegan con nuevos retos y desafíos, uno de ellos las candidaturas indígenas, la erradicación de la violencia política en razón de género, el cumplimiento del principio de paridad, no sólo en el registro, sino en la integración del Congreso y los Cabildos, por mencionar algunas.
Una cosa que se perdió con esta modalidad de ceremonias virtuales es el “aplausómetro”, que permitía medir el grado de aceptación o indiferencia que provocan los discursos. Ahora el orador se limita a dar las gracias y apagar su micrófono.
Todo parece indicar que la costumbre de llevar “acarreados” para que aplaudan, también se acabó con la pandemia.
HASTA MAÑANA.