La madrugada del 9 de febrero del 2017 en las instalaciones del Ministerio Público de Yautepec ocurrió un hecho nunca antes visto. El presidente municipal de esa localidad, Agustín Alonso Gutiérrez, se bajó de su camioneta, se acercó hasta la puerta de las oficinas y dijo en tono enérgico: “Vengo a que me entreguen a mis policías y no me voy a ir de aquí hasta lograrlo”.
El contexto en que se dio este acontecimiento fue el siguiente:
Durante el gobierno de Graco Ramírez Garrido inició lo que se denominó la “Policía del Mando Único”, que era (y sigue siendo) que el Ayuntamiento paga los sueldos pero operativamente sólo hay un jefe en todo el estado que recibe órdenes directas del jefe del Ejecutivo.
Muchos municipios firmaron un convenio, pero para quienes no lo aceptaron, el gobierno de Graco Ramírez emitió el decreto del 3 de enero del 2016, que es una determinación unilateral de que el gobierno estatal se encargue de la seguridad de todo el territorio morelense.
En algunos casos, los presidentes municipales intentaron mantener su Policía bajo otra denominación. En el municipio de Yautepec el presidente creó una “Dirección de Proximidad Social”, que según él era una especie de “Ángeles Verdes” que ayudan a la gente que tiene problemas en carretera.
Pero para el comisionado estatal de seguridad pública, Alberto Capella Ibarra, esa era una corporación que usurpaba las funciones de la Policía de Tránsito, que dependía del Mando Único, así que la noche del 8 de febrero de ese año elementos estatales interceptaron al director de Proximidad Social, Julio Cesar Núñez Hipólito, y a su chofer Fernando Bolaños Rosas, cuando circulaban sobre la carretera Oacalco-Tepoztlán, y los pusieron a disposición del Ministerio Público por el delito de Usurpación de Funciones.
Por la mañana, pobladores de Yautepec acudieron a apoyar a su alcalde, quien cumplía su promesa de no irse de las oficinas de la Procuraduría de Justicia si no era acompañado de los detenidos, aunque tuviera que bloquear la carretera federal Cuernavaca-Cuautla.
La mesa de diálogo se llevó a cabo en el interior de las oficinas de la Dirección de Impuesto Predial y Catastro, ubicadas a un costado de las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal. Hasta ahí llegó alrededor del mediodía el secretario de Gobierno, Matías Quiroz Medina, quien le exigió a Agustín Alonso que permitiera que el proceso legal contra los falsos policías continuara.
Pero el alcalde defendió su posición de que no estaban cometiendo ningún delito, y exigió que se los entregaran. A una llamada suya, cerca de 300 personas y ocho camiones torton bloquearon la carretera federal Cuautla-Cuernavaca, a la altura de la avenida Revolución de la colonia Atlihuayán, durante 15 minutos.
Nadie sabe qué sucedió en esa reunión al interior de esas oficinas, ni como se resolvió jurídicamente, pero alrededor de las 13 horas salió el edil y tomó el altavoz para dirigirse a los manifestantes.
“Esta pequeña lucha, que hoy hicimos en contra de una injusticia de la detención de dos de nuestros compañeros Julio y Fernando, gracias a Dios, se concluyó en buena forma y en buena manera y hoy también la remoción del Señor Secretario de Seguridad Pública. Esto nos une y nos fortalece para seguir luchando en contra de las injusticias. Así que amigos y amigas, yo creo que, denme la oportunidad, vamos a desbloquear porque ya tenemos el acuerdo que estamos buscando, eran dos los acuerdos, uno, que estuvieran libres Julio y Fernando, ya los tenemos libres, ya los dejaron salir del ministerio público, donde los tenían detenidos y el otro que el Secretario de Seguridad fuera destituido y también ya se logró, así que ya se lograron los objetivos y vamos a disolver esta manifestación”, dijo.
El secretario de Gobierno, Matías Quiroz, se fue muy contento por haber desactivado un conflicto social sin que fueran bloqueadas las vías de comunicación. Pero la sonrisa se le borró cuando llegó a Cuernavaca y el gobernador Graco Ramírez le puso una regañiza por haber contraído compromisos que no le correspondían. No era la primera vez que cumplía cabalmente como “apagafuego”, y su jefe no respetaba los acuerdos.
Nunca se supo tampoco qué le dijo Graco Ramírez a Agustín Alonso Gutiérrez, quien llegó a la presidencia municipal bajo las siglas del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que manejaba Rodrigo Gayosso, hijastro del gobernador.
El hecho es que al otro día tuvo que ofrecer una conferencia de prensa en palacio de Gobierno con el alcalde a su derecha y el comisionado Alberto Capella a su izquierda, para aclarar que el nombramiento que hizo Capella seguía intacto y que era el edil quien tendría que modificar su “Dirección de Proximidad Social” para que no contraviniera ni duplicara las labores de la Policía Estatal.
El comisionado Capella esbozaba una sonrisa burlona mientras que Agustín estaba “que trinaba”, como se dice coloquialmente.
Y esa cara no la habíamos vuelto a ver hasta hace unos días, cuando volvió a “explotar”, y nuevamente por uno de sus policías. Resulta que el pasado domingo 5 de julio fue asesinado un policía vecino de Yautepec cuando se dirigía a su trabajo a bordo de su vehículo.
El alcalde volvió a montar en cólera, pero ahora lo reflejó en su muro de Facebook:
“Estoy hasta la madre de que en esta lucha en la que estamos solos los municipios“, escribió.
Y agregó:
“En lo que va del año ya son más de 780 muertos por violencia, más los desaparecidos, más los secuestrados, más los asaltados, más los carros y motos robados, más los extorsionados, etc. Salgan y digan algo los responsables directos de la seguridad, para qué carajos querían el Mando Coordinado, ¿para administrar el dinero que llega a seguridad pública o para dar resultados?”, escribió molesto, mencionando además que sólo una vez se ha reunido con alcaldes el comisionado Antonio Ortíz Guarneros.
Las dos anécdotas anteriores nos pintan de cuerpo entero al alcalde de Yautepec. Es entrón, tozudo, perseverante, lo que para algunos son defectos, pero para otros cualidades que se requieren en la política.
Por cierto, a partir de su publicación en Facebook el almirante Ortíz Guarneros lo invitó a recorrer el C5 y al parecer habrá mayor seguridad en Yautepec.
HASTA MAÑANA.