La voz de alarma la puso el abogado Enrique Paredes Sotelo: “los litigantes de Morelos estamos quebrados o al borde de la quiebra porque los tribunales y la Fiscalía están cerrados”.
A través de un video, el ex presidente del Colegio de Abogados explicó que desde el 16 de marzo pasado unos 10 mil abogadas y abogados permanecen sin la posibilidad de realizar movimientos en los expedientes de sus clientes, mismos que se encuentran desesperados, pero es peor en el caso de quienes están en prisión preventiva en espera de una sentencia.
Ayer hubo respuesta a su petición. El magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Rubén Jasso Díaz se reunió con representantes de diferentes organizaciones de abogados de la región oriente de Morelos para informarles sobre las acciones tecnológicas que está emprendiendo su administración, para buscar resarcir en la medida de lo posible la suspensión de labores jurisdiccionales que dispusieron nuevamente los integrantes del Pleno durante el periodo comprendido del uno al treinta de junio debido a la contingencia sanitaria que se mantiene en nuestra entidad por la pandemia del covid-19.
“Hemos iniciado una serie de reuniones con abogados, lo vamos hacer en todo el estado, para hacerles de su conocimiento la situación actual que guarda del Tribunal Superior de Justicia respecto a la pandemia que tenemos en el estado”, resaltó el titular del Poder Judicial en Morelos. Siguiendo los protocolos de sana distancia, los representantes de los justiciables hicieron algunas peticiones y observaciones al titular del Poder Judicial en Morelos que pudieran mejorar la administración de justicia en los distritos de esta región de la entidad.
Por su parte, Jasso Díaz informó que el equipo de sistemas del TSJ ya trabaja en las pruebas finales por lo que en breve podrá implementarse un “Portal de Citas” para que los abogados puedan ingresar sus demandas, pero primero se tiene que hacer un “tutorial” muy claro y específico, a través del cual podrán hacer un uso adecuado de esta herramienta tecnológica.
“Estamos trabajando en muchas cuestiones electrónicas para que apoyemos a los abogados en este momento, para que puedan presentar sus demandas, es el primer paso, para posteriormente ver cómo podemos agilizar los procedimientos una vez que se haya levantado la pandemia o hemos iniciado parcialmente las actividades”, aseveró.
El problema es que nadie sabe con qué abogados se reunió el recién electo presidente del Tribunal, pues fue un encuentro privado y en las fotos que se difundieron los participantes se encuentran cubiertos del rostro. Según se pudo investigar, se trata de representantes de la Asociación de Abogados de Cuautla A.C. la Barra de Abogados Delegación Cuautla y la Sociedad Única de Abogados Mutualistas.
La promesa es que en los siguientes días se estará invitando a las agrupaciones de la región sur y de la capital y su zona metropolitana.
Aunque no lo dice, Rubén Jasso tiene una doble intención con estas reuniones: que los abogados se enteren de que no está con los brazos cruzados mientras ellos ven cómo pasan los días y los tribunales siguen cerrados, pero también busca congraciarse con el gremio de los litigantes, tras su polémica elección con el voto de la mitad de los integrantes del Pleno.
Ya el presidente de la agrupación denominada “Foro Morelense de Abogados”, Pedro Martínez Bello, y el gurú de un buen número de abogados, Cipriano Sotelo Salgado, le advirtieron que no lo van a reconocer como presidente del TSJ. Ya era del dominio público que ellos estaban con Carlos Iván Arenas Ángeles o quien candidateara la fracción “disidente”.
Sin embargo, el resto de las agrupaciones no han emitido pronunciamiento alguno. En honor a la verdad, el gremio de los litigantes atraviesa por una crisis de liderazgo, y eso beneficia a los tres poderes del estado.
En la Barra de Abogados todavía es presidente Christian Iván Velasco Alcoser, pero si no se hubiera atravesado la pandemia ya se estuviera llevando a cabo el proceso de renovación de la dirigencia. La gestión de Velasco Alcoser pasará a la historia como una de las peores, ya que de lo que más se acordarán los miembros de la Barra es de las álgidas discusiones durante las sesiones mensuales y de sus arranques “dictatoriales”.
En este caso la pandemia sí le quedó “como anillo al dedo” al dirigente de los barristas, pues debía emitir la convocatoria para las asambleas de abril (instalación de la comisión de elecciones), mayo (asamblea de depuración) y junio (asamblea de elecciones).
Sin embargo, emitió una circular con fecha 29 de mayo en la que informa que el proceso de renovación se llevará a cabo a partir de que las autoridades sanitarias retiren las restricciones para la celebración de eventos con más de 50 participantes.
Dice que a partir de que el Poder Ejecutivo lo decida, el primer sábado se llevará a cabo la instalación de la comisión de elecciones, en el segundo sábado la asamblea para ver quiénes reúnen los requisitos para ser candidatos, y el tercer sábado “las elecciones y toma de protesta del nuevo comité directivo”.
En opinión de algunos barristas, al haber concluido el periodo para el que fue electo el consejo directivo 2018-2020, “la institución se encuentra acéfala en su consejo directivo así como en su comisión de honor y justicia por lo que los asociados tendrán que reunirse y nombrar un consejo directivo interino mientras dura la contingencia y una vez concluida convocar a elecciones de manera pacífica y en ambiente armónico”.
Veremos a quién dirige Rubén Jasso la invitación a acudir al TSJ para sostener una reunión como la de ayer, toda vez que, de acuerdo a algunos barristas, Christian Iván Velasco Alcoser ya no es el presidente de la agrupación de abogados con mayor representatividad en el estado, además de que su imagen pública está por los suelos tras ser denunciado por diversos delitos en Cuautla.
Se espera que en los próximos días se reúnan los expresidentes de la Barra para decidir cómo salir de este embrollo en que nos metió a todos la famosa epidemia del coronavirus.
¿Y las demás agrupaciones? Como si no existieran. Sus dirigentes se tomaron muy en serio lo de quedarse en su casa y permanecen escondidos mientras los litigantes ya se terminaron todos sus ahorros y ya no saben qué decirle a sus clientes.
HASTA MAÑANA.