El mandatario llegó puntual y fue recibido con gritos de “¡Cuauhtémoc, Cuauhtémoc!” rodeado de gente que lo siguió hasta que llegó al presídium donde ya lo esperaban el diputado federal Jorge Argüelles y los secretarios de Salud y de Obras Públicas.
“Le decía al gobernador que yo soy de aquí. Aquí nacieron mi papá y mi mamá, aquí están nuestras familias y nuestros muertos y éste pueblo me dio la oportunidad de iniciarme en la cuestión política como ayudante municipal”, dijo el alcalde Agustín Alonso en su discurso de bienvenida.
“Conozco poco al gobernador pero suficiente para darme cuenta que es un buen hombre y que busca beneficios para el estado de Morelos”, comentó.
Luego habló de la importancia de este Centro de Salud que tuvo que ser demolido tras el sismo de septiembre de 2017 y construido totalmente con recursos federales y estatales.
“Este es un claro ejemplo señor gobernador que trabajando de la mano las autoridades municipales, el gobierno del estado, la Federación y el pueblo, se pueden lograr muchísimas cosas”, apuntó el presidente municipal, quien antes de terminar su discurso dejó en claro que “no soy hipócrita, digo las cosas de frente”.
Enseguida, Marco Antonio Cantú Cuevas, secretario de Salud estatal, informó que además de la reconstrucción total del edificio, también se renovó el equipo médico e incrementó el personal para mejorar la atención a la población. El Centro de Salud de San Carlos cuenta con tres consultorios de medicina general, consultorio dental, recepción, sala de espera y farmacia.
La señora Macaria Carmela Salinas habló a nombre de la población de San Carlos. “Estamos agradecidos con usted, señor gobernador por el apoyo que nos dio para la culminación de esta obra tan importante que brindará sus servicios a las diferentes comunidades de Yautepec”, dijo.
"Hay muchas cosas por hacer, no solo en Yautepec sino en los demás municipios que han sido abandonados; y como lo he dicho antes: aquí ya no hay partidos, ya no hay colores, hay que apoyar a todos”, afirmó el gobernador Cuauhtémoc Blanco desde el atril.
Y mientras transcurrían los discursos, varios ex funcionarios del gobierno de Graco Ramírez, confundidos entre la multitud, escuchaban pero no aplaudían. Los que en otros tiempos ocuparon el presídium a la derecha del gobernador perredista e incluso soñaban guajiramente con suceder a los Alonso en la presidencia municipal, ayer peleaban con los escoltas por estar cerca del gobernador y del alcalde cuando comenzó el recorrido por las nuevas instalaciones sanitarias.
No tienen vergüenza. Participaron en el saqueo al erario y hoy quieren “desgraquizarse” para buscar acomodo en el nuevo gobierno. Sus propiedades en San Carlos son la prueba más clara de que se enriquecieron en tres años bajo la sombra de un partido hoy casi en extinción, y que hoy que la justicia los está alcanzando (uno en la cárcel, varios prófugos y otros más promoviendo amparo) niegan haber pertenecido al gobierno de Graco Ramírez.
Ahí estaba también Alexis Ayala, un joven yautepequense que tuvo en sus manos el manejo de los recursos federales y estales destinados a la reconstrucción tras el terremoto del 2017. Camina tranquilo, siempre sonriente, y es bien visto entre la gente de este municipio. Jura que no tocó un solo peso de los damnificados y hasta ahora no ha sido mencionado en ninguna de las carpetas que se integran por desvío de recursos.
A su lado, el ex presidente de la Federación de Estudiantes de la UAEM, “el niño prodigio de Tlayacapan”, Israel Reyes, quien después de encabezar las marchas para defender la autonomía de la máxima casa de estudios, se convirtió en uno de los peores enemigos del entonces rector Alejandro Vera, y luego aceptó una candidatura a diputado local que le regaló Rodrigo Gayosso, con los ya consabidos resultados.
A ambos le ha dado cobijo en su Ayuntamiento el alcalde Agustín Alonso, so pena de salir embarrado si el brazo de la justicia alcanza a sus jóvenes auxiliares.
De hecho, Agustín Alonso Gutiérrez es el más claro ejemplo de “camaleonismo” político. Llegó a la presidencia municipal de Yautepec bajo las siglas del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en 2012, cuando Graco Ramírez, con el apoyo de Andrés Manuel López Obrador, arrasaron en Morelos. Luego, Graco se convertiría en el principal crítico del líder de Morena a cambio de favores del PRI y del PAN.
Cuando buscó la reelección no fue tan difícil, pues ya pudo operar una estrategia con recursos públicos para garantizar su permanencia, pero en cuanto asumió el poder “volteó bandera” y se declaró morenista. Incluso, se bajó el sueldo como muestra de que practica la austeridad republicana de Andrés Manuel López Obrador.
Salvo ese antecedente, Agustín Alonso es bien visto por la gente. Desde que comenzó su carrera política como ayudante municipal de San Carlos, el hijo de don Agustín Alonso Mendoza ha sabido dejar amigos en todo Yautepec y sus alrededores, de ahí que a sus seguidores no les importe mucho por cuál partido va o si será independiente.
El reto que tiene Alonso Gutiérrez (al igual que muchos “graquistas”), es convencer a la gente de que participó con el PRD por una cuestión de coyuntura solamente, y que si en un momento se declaró aliado de Graco Ramírez fue para obtener beneficios que sirvieran a todos, de la misma forma que ayer recibió efusivamente al gobernador Cuauhtémoc Blanco, emanado de la alianza Morena-PT-PES.
Como dice el trabalenguas: “Agustín Alonso se quiere desgraquizar; el que lo desgraquizare será un buen desgraquizador”, y tendrá un futuro político prometedor en la entidad.
HASTA MAÑANA.