Lo que ha estado ocurriendo en el municipio de Cuautla bien podría ser el libreto de una de esas series de Netflix donde los diferentes grupos (formales y fácticos) se disputan el poder. Y es que no solamente hay drama y acción, sino que también los escenarios van cambiando día con día, así que hay que estar bien enterados de lo que está ocurriendo hoy, porque mañana puede cambiar radicalmente.
Vamos analizando cronológicamente:
El 13 de abril del 2019, sábado por la tarde, hombres armados irrumpieron en el restaurante “Los Estanques”, en Cuautla. Autoridades oficiales confirmaron en ese momento la muerte de seis personas, cuatro adultos y dos menores de edad. Con el paso de los días fallecería una menor y una mujer mayor.
Lo primero que todo pensamos y causó la indignación generalizada, es que se trataba del clásico ataque porque los dueños no accedieron a pagar la famosa “cuota” también conocido como “derecho de piso” que solicitan los grupos de delincuencia organizada.
Luego trascendió que entre las víctimas había dos médicos, lo que incrementó la indignación porque ese gremio tiene un amplio reconocimiento en la sociedad.
Los nombres de los médicos que ese día estaban como comensales son Guillermo Domínguez Muñoz, quien tenía poco tiempo de haber dejado la dirección del Hospital General de Cuautla, y Alejandro Elizalde Hernández, oriundo de Huexca.
Durante todo el domingo las redes sociales se llenaron de reproches al gobierno del estado y durante toda la mañana del lunes reporteros de todos los medios esperaban afuera de Palacio de Gobierno a que saliera el vicealmirante Antonio Ortíz Guarneros, a quien le exigían una explicación.
Fue hasta pasadas las 3 de la tarde que el vicealmirante hizo una declaración a los medios de comunicación que vino a dar un vuelco a la situación, y los médicos pasaron de víctimas a sospechosos.
Y es que, según Ortiz Guarneros, no hubo amenazas previas o solicitudes expresas de dinero por parte de alguno de los cinco grupos de delincuencia organizada que se disputan el territorio morelense, en contra de los propietarios de “Los Estanques”.
De acuerdo a testigos, llegaron dos familias y pidieron un lugar “apartado, privado”, a lo que los meseros contestaron que no tenían nada con esas características, ante lo cual los visitantes optaron por quedarse, pero pidieron que las mesas estuvieran en la parte de atrás del restaurante.
Al poco tiempo llegó una camioneta tipo Suburban de donde descendieron varios sujetos fuertemente armados y comenzaron a disparar específicamente contra esas dos familias. Habiendo podido hacerlo, no le dispararon a ningún otro comensal ni a trabajadores del restaurante, advirtió el marino. “Mañana el fiscal les va a dar más detalles en conferencia de prensa”, anunció Ortíz Guarneros.
El detalle que le vino a dar un ingrediente político al asunto es que hubo una “filtración” de unas fotografías de pantallas de conversaciones en “Whatsapp”, en las que alguien que al parecer trabaja en el Ayuntamiento de Cuautla estaba organizando una marcha en contra del gobierno estatal.
En esas conversaciones el empleado municipal le pedía a los miembros del grupo de “Whatsapp” hacer viral unos videos en los que se pedía la renuncia del gobernador y de Guarneros. “En el estacionamiento estaremos pasando lista el licenciado Ricardo Robledo y un servidor”, advierte el usuario.
Eso desató una guerra en Facebook a través de páginas falsas en las que se recordó que Lucía Meza fue diputada local por el Partido de la Revolución Democrática y trabajó muy de cerca con el ex gobernador Graco Ramírez, además de que su esposo fue subsecretario de Gobierno.
Y lo que es un secreto a voces: que ante las limitaciones del alcalde Jesús Corona quien ha tomado las riendas del Ayuntamiento de Cuautla ha sido Lucy Meza, Ricardo Robledo y su familia.
Por si esto fuera poco, en el movimiento en defensa de los médicos agredidos aparece Arturo Cruz Mendoza, médico de profesión, presidente municipal de Cuautla hace varios años y quien le dio la primera oportunidad de trabajo a la hoy senadora Meza.
Hábil como siempre ha sido (supo cambiarse del PRD a Morena justo a tiempo), su equipo de Lucía Meza difundió un boletín en el que “respaldó la postura del gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo y la estrategia de seguridad anunciada el día de hoy (miércoles 17), tendiente a garantizar la protección de la integridad física de los turistas que acudirán a Morelos en este periodo vacacional de Semana Santa”.
“Coincido con el gobernador Cuauhtémoc Blanco en que existen actores políticos que se aprovechan de las circunstancias adversas y de hechos sangrientos, para generar confrontaciones. A esos actores políticos yo les digo que no se van a salir con la suya, no van a lograr desestabilizar al gobierno ni a destruir las alianzas en favor de Morelos”, concluye el comunicado.
Pero el gobierno de Cuauhtémoc Blanco no se quedó atrás, y en un “jugada maestra”, se sentó a dialogar con los médicos de Cuautla y les puso al fiscal Uriel Carmona para que les explicara los avances del caso.
La información oficial es que el gobierno se comprometió a llegar hasta sus últimas consecuencias para hacer justicia al médico que falleció. Pero de acuerdo con fuentes internas del gobierno estatal, en la reunión privada “se abrieron” los funcionarios y les dijeron a los galenos que sus colegas están metidos hasta el cuello en asuntos de drogas, lo que hizo que dieran marcha atrás a sus intenciones de encabezar movilizaciones.
¿Y se acuerdan que había varios heridos hospitalizados? Pues resulta que entre esos están dos de los atacantes, lo que echa por tierra la versión de que fue un ataque directo y refuerza la hipótesis de que fue un enfrentamiento entre dos bandas antagonistas.
Incluso dan un nombre: Raymundo Castro Salgado, apodado El Ray. Aunque al principio sobresalió la hipótesis de la confusión (que hizo famosa Carpizo McGregor en el caso del Obispo Posadas Ocampo), al final se mantiene la posibilidad de que iban por “El Ray”, pero también que hubiera una relación de amistad entre el supuesto jefe de plaza del cartel Jalisco Nueva Generación y los médicos atacados, uno de los cuales, por cierto, sigue vivo.
HASTA EL LUNES.