Del otro lado la lideresa nacional Beatriz Paredes Rangel, quien no dio ninguna señal que permitiera suponer que tiene predilección por alguno de los aspirantes, descartando así la posibilidad de que haya un candidato de unidad o de “dedazo” como se acostumbraba antes.
Advirtió, eso sí, de lo peligroso que resultaría un proceso en el que prevalezca la ambición y la compra de votos, por lo que hizo un enésimo llamado a que los aspirantes se pongan de acuerdo y elijan a una sola persona, pero no hubo respuesta.
Amado Orihuela insistió en que la única vía es la consulta a las bases para tener “calidad moral”. Quizás quiso decir “legitimidad”, pero no supo darse a entender.
Al final, el anuncio de que, ahora sí, en este mes saldrá la convocatoria, la cual traerá varios “candados” para evitar la infiltración de votantes, y la reiterada petición a actuar con civilidad y no caer en pugnas estériles.
Conclusión: el nuevo dirigente del PRI saldrá del voto de los militantes. No por dedazo.
LA PASARELA DE ORADORES EN EL CONGRESO
Como estrategia para conciliar el sueño, el miércoles en la noche el que esto escribe siguió la repetición de la ceremonia de inicio del periodo ordinario de Sesiones, en el Canal 3. La verdad es que fue un concurso de oratoria, algunos mejor que otros, pero nadamás. La primera fue Tania Valentina Rodríguez, quien como ya lo hemos dicho, no tiene nada qué perder y puede dar rienda suelta a las críticas.
A Othón Sánchez le hicieron un bonito discurso. Dijo que el inicio del segundo año legislativo es una posibilidad de crear oportunidades y generar consensos que permita a los diputados, construir una mayoría para garantizar la renovación de los poderes, como un camino de apertura hacia la sociedad y hacia la gobernabilidad en el estado.
Jessica Ortega de la Cruz, diputada de la fracción parlamentaria de Convergencia, igual consideró que el inicio de esta nueva etapa en la labor legislativa, debe ser una oportunidad para compartir proyectos y acciones en común, atendiendo principalmente lo que más afecta en este momento a nuestro estado, que es la seguridad.
También la diputada Karen Villegas Montoya, integrante del Partido Verde Ecologista de Morelos, subrayó que el inicio del segundo año legislativo puede ser una buena plataforma para que las ideas de progreso y democracia se materialicen en hechos.
Rabindranath Salazar Solorio, del PRD, dijo que ojalá en lugar de ser el G5 fuera el G30, y que todos trabajaran sobre el mismo objetivo.
Y que tal el discurso de Luis Miguel Ramírez Romero, nuevo presidente de la Junta Política y de Gobierno, quien llamó a sus homólogos a dejarse de ver como adversarios políticos, y constituirse en una visión constructiva que lleve al congreso a dar los resultados que demanda la sociedad. Tiempos aquellos en que el PAN dominaba el Congreso y los discursos de Oscar Sergio Hernández (ahora presente en calidad de representante del Ejecutivo) eran duros, casi agresivos.
Omar Guerra Melgar aprovechó las tablas que le dejó su chamba de lector de noticias y dijo que los diputados deben ver de frente y avanzar con paso firme, siempre con la voluntad de servir a la sociedad y con la plena convicción de abonar a la gobernabilidad y al proyecto legislativo en pro del avance democrático del estado. Le puso “la pimienta” al asunto al hablar del “manejo de la chequera” en el G5.
Finalmente, el diputado Esteban Gaona Jiménez, presidente de la Mesa Directiva del congreso, pero quizás el más limitado en cuestiones de oratoria. Despistado, se equivocó al dar el nombre del presidente del Tribunal Superior.
Reiteramos: en general todos los oradores cumplieron con los requisitos para participar en un concurso de oratoria. Lástima que lo que se requieren son acciones, no palabras.
Si así como hablan trabajaran, “otro gallo nos cantara”.
ALM: SE PERDIO LA OPORTUNIDAD DE ARREGLAR UN PROBLEMA DE FONDO
No hace falta ser experto para darse cuenta que el Mercado Adolfo López Mateos está gravemente afectado y que requiere ser demolido para ser sustituido por una nueva y funcional construcción que reúna todos los requisitos de seguridad. El lamentable incendio del mes pasado era una inmejorable oportunidad de resolver un problema social de fondo, pero las autoridades, tanto estatales como municipales, prefirieron dar paliativos que les representen bonos electorales y no “alborotar el avispero”.
Con la tecnología que hoy existe en materia de construcción, en tres o cuatro meses se pudo haber levantado una moderna estructura dotada de los más modernos sistemas contra incendio. O tan simple como construir una enorme cisterna en la parte norte del centro de abasto y poner tubería que llegue a todos los rincones del mercado, además de los extintores que son obligatorios en cualquier construcción. Tan simple como conectar el transformador adquirido durante el trienio de Jesús Giles y que las conexiones de energía eléctrica vayan en tuberías con sus respectivos cortadores de corriente.
Pero no. Las autoridades prefirieron no enfrentarse con el desunido y desorganizado gremio de los comerciantes y darles dinero rápido para evitar manifestaciones y tomas de instalaciones.
Los “expertos” se quebraron la cabeza para idear la solución: poner una malla que cubra todo el techo y evitar así que los posibles pedazos que se caigan no vayan a descalabrar a algún comerciante o marchante.
Sobre ellos, los que tuvieron en sus manos la decisión de resolver el problema de fondo, caerá el peso de la responsabilidad, más moral que jurídica, si (ojalá nunca suceda) hay un nuevo incendio o cualquier otro acontecimiento con víctimas qué lamentar.
EL CONFLICTO QUE SE APAGÓ
A principios de esta semana todo parecía indicar que se avecinaba un conflicto mayúsculo entre dos poderes fácticos. Y es que resulta que el Ejército (un sector muy poderoso en el presente sexenio) realizó uno de sus acostumbrados operativos (es decir, sin orden de cateo ni nada) en un fraccionamiento de lujo, en el que uno de los vecinos era nadamenos que el diputado Othón Sánchez Vela, representante de otro de los grupos fácticos más poderosos a nivel nacional y en Morelos.
A decir del comunicado que envió el equipo de comunicación del todavía presidente de la Mesa Directiva del Congreso, alrededor de las 20:30 horas, se encontraba laborando en sus oficinas de la Cámara de Diputados cuando recibió una llamada de su esposa informándole que hombres encapuchados y con armas de alto poder ingresaron a su zona de residencia, lo que lo forzó a recomendarle que se encerrara de inmediato en un cuarto con sus hijos y que iba para allá.
Una vez en el sitio, se percató que se trataba de personal militar que realizaba un operativo al fondo del fraccionamiento que habita y que se compone de más de 15 casas, mismos que le negaron el acceso.
Procedió a identificarse para poder pasar y reunirse con sus familiares, pero en vez de recibir la atención, las facilidades e incluso hasta la protección necesaria por ser representante de un Poder del Estado, fue objeto de agresiones y amenazas de los militares quienes le dijeron que “el fuero a nosotros nos vale madre, nosotros venimos a lo que venimos”, lo que lo obligó a confrontarlos hasta que llegó una persona que dijo que estaba al mando del operativo y le permitió el paso.
Una vez que estuvo dentro del condominio y que mantuvo el orden y la tranquilidad de su casa, observó la actitud violenta y desenfrenada de los militares quienes habían penetrado a cuatro casas sin importarles la flagrante violación a los derechos humanos y patrimoniales de sus condóminos, por lo que pidió a un agente del Ministerio Público Federal, de nombre Ángel Parra, que arribó posteriormente al lugar, que hiciera una supervisión e iniciara la averiguación previa correspondiente a lo que en todo momento se negó.
Othón Sánchez Vela, aclaró que como ya lo ha hecho en varias ocasiones, no está en contra de lo operativos militares, está en contra de las formas en que estos se llevan a cabo.
Y ya encarrerado, aprovechó para recordar que “desde diciembre del año pasado, he sido objeto de una revisión de militares en mi rancho de Ciudad Ayala, posteriormente objeto de una detención y “revisión” de militares en Tlaltizapán, luego objeto de un robo de la camioneta oficial, lo que aunado a que el Secretario de Seguridad Pública, Gastón Menchaca Arias, se negó a proporcionarme apoyo personal y familiar me obliga también a responsabilizar al gobierno de cualquier atentado o agresión que pudiera sufrir en lo individual o familiar.
Ya salió el peine, pues lo que quería el diputado era que el erario público corriera con los gastos de su seguridad personal y la de su familia. “¿Y nosotros qué?” deben estar pensando los lectores que a diario tienen que enfrentar sin más protección que sus creencias religiosas, la diaria aventura de salir a trabajar sin saber si serán víctimas de un delito o una bala perdida en una de las tantas balaceras que últimamente ocurren.
Hay dos factores que deben tomarse en cuenta en este penoso episodio:
1) La 24ava. Zona Militar envió oportunamente su comunicado en el que refiere que en el citado lugar, fraccionamiento Las Fuentes, se localizaron balas de grueso calibre y utensilios de laboratorio, además de que días antes se había recibido una llamada anónima indicando que en ese lugar había una fiesta en la que estaba presente Sergio Villarreal alias “El Grande”.
2) El Congreso local atraviesa por su peor crisis de imagen de su historia. La improductividad que caracteriza a la actual legislatura los deslegitima para hacer cualquier reclamo, peor tantito si en su mismo comunicado revela que ha solicitado a la SSP Estatal seguridad para él y su familia.
De ahí en fuera, y para conocimiento del diputado que a partir del martes volvió a ser uno más del montón, lo que él sufrió en carne propia y que seguramente lo puso al borde de un ataque de pánico (al igual que a la diputada Lilia Ibarra cuando confundieron su camioneta Tahoe con la de los narcos que balacearon la delegación estatal de la PGR) es cosa de todos los días en nuestro estado.
Igual que Othón se balconea solito con su boletín de prensa, los militares también hacen lo propio al informar que acudieron a “Las Fuentes” en respuesta a una llamada anónima y que “el personal militar jurisdiccionado a este mando territorial arribó al domicilio ubicado en Fraccionamiento Las Fuentes Prolongación Alicia 137 Colonia Ampliación Vista Hermosa y se aseguró lo siguiente”.
Afortunadamente el conflicto “se apagó” porque Othón dejó de ser presidente de la Mesa Directiva y la noticia de la detención de la Barbie opacó cualquier otra cosa.
Y por si esto fuera poco, casi al mismo tiempo que ocurría este desaguisado, el presidente Felipe Calderón definía como “cantaletas”, las quejas contra el Ejército.
Lo que a todos conviene es parar esto sin que pase a mayores. Cada quien su golpe y a seguir chambeando (bueno, es un decir que no aplica literalmente para los legisladores).
PATÉTICO EL CASO RUFO
Realmente me dio pena ajena escuchar la entrevista que le realizó Arturo Ortíz a Rufo Villegas el pasado lunes en el 97.3 de FM. En esa entrevista Rufo Villegas exhibió no solamente su pobreza política, sus limitaciones para expresar ideas básicas, sino también se exhibió como un ejemplo de la prostitución política que se ha arraigado en Morelos en los últimos años.
Por principio de cuentas, el imberbe diputado se presentó como “independiente por lo pronto”. Los radioescuchas lo imaginamos como esos futbolistas que acuden al “Draft” que se realiza antes de cada temporada, y que pasan los días y nadie se interesa por contratarlos. Así Rufo, no sabía qué playera vestiría en los siguientes días, si del América, del Chivas, o de algún cuadro sotanero.
Algunos más, lo imaginaron vestido de mujer parado en una esquina, en espera de que algún vehículo se detenga y se interese por sus servicios.
Sólo faltó que recortara un cupón del aviso clasificado gratuito de La Unión de Morelos y anunciara: “Se renta voto en el Congreso, ofrezca”.
Patético, realmente patético el muchacho.
Otro más que en el 2012 volverá al anonimato.
VALDEMAR CASTAÑEDA, A LA SECRETARIA DE GOBIERNO
Sin comunicado oficial de por medio, desde ayer despacha como secretario técnico de la Secretaría de Gobierno el ex subsecretario de Desarrollo Agropecuario, Valdemar Castañeda, en sustitución del dos veces doctor Bernardo Sierra, quien se va como Visitador del Tribunal Superior de Justicia.