En un descuido me endeude con el banco, ya saben empecé a dar tarjetazo y a gastar más de lo que ganaba. Pensaba, para el próximo mes seguro tendré para pagar, quizás hasta más.
Pues nada de eso, soy malísima para recordar mis fechas de pago. Un atraso, luego otro, seguido de otro… Y fue así como empezó a crecer la bola de nieve, hasta que me rebasó... Los intereses no se hicieron esperar, me queda claro que el banco sabe como ganar, por cada ocasión que se me olvido depositar, de multa fueron como 350 pesos y no fue tan mal porque hay otros que cobran ¡hasta 500!
Esa tarjeta que muchas veces me había salvado la vida, hoy me estaba hundiendo.
Fácil, recibí como unas mil llamadas a mi celular y al número de mi casa y así como otros mil correos electrónicos, donde me pedían me comunicara a la brevedad. Hice caso omiso y confiando en que mi suerte mejoraría, me hacía la ilusión de que para el próximo mes tendría dinero para saldar la deuda.
Mi ansiedad de querer todo lo que veía en los escaparates, me llevaron a darle un mal uso. Ahora sí que como dice la canción "y muy tarde comprendí" que una línea de crédito no es un dinero extra, es un dinero que se debe y se tiene que pagar.
En un acto de valentía tomé la llamada del banco, siempre las había desviado, y finalmente no fue tan malo, sin duda fue lo mejor que pude haber hecho.
La señorita que me atendió fue muy amable y accesible, finalmente el banco lo que quiere es su dinero, así que llegamos a un acuerdo de pago que fue muy favorable y nada asfixiante, y mi historial crediticio pues no quedara manchado.
El desconocer el manejo básico de la tarjeta de crédito me llevó a este error. Prometo no volver a abusar de las compras a meses sin intereses, porque haciendo memoria, la suma de estas compras sumaban un dineral.
Nunca me tomé la molestia de ver mi estado de cuenta, en ella encuentras la información para salvarte de los espantosos intereses. Es más, muchas veces ni siquiera abrí el sobre, siempre lo dejaba para después...
Y ahora que ya lo revisé a conciencia, me di cuenta de que ahí la siguiente información, que una vez que la conoces, hace la diferencia.
Viene la fecha de corte. Si la utilizas un día después del día de corte, hay un margen de dos meses para liquidar la compra.
La fecha de pago. Si sufres de Alzheimer, como yo, habrá penalización.
Pago mínimo. Ese pago no exenta de los intereses, pero sí de que se vea afectado tu historial crediticio. Y obviamente lo más recomendable es pagar la cantidad total para no generar ni el más mínimo interés, es decir ser una cuentahabiente totalera.
Ahora que me ponga al corriente en mi deuda, la usaré responsablemente. Nada de caprichos, sólo necesidades reales y emergencias (enfermedad, descompostura del auto, seguro de vida, etcétera).
Desde ya estoy llevando un registro de mis gastos, bueno estoy hasta incluyendo las fugas hormiga (como pueden ser propinas, agua, etcétera), entonces amable lector llegamos a la conclusión de que el crédito es una herramienta útil cuando se sabe utilizar y que es de "divas" saber cómo y cuándo deben utilizarse.
Hasta la próxima