Capítulo dos
Martha
Nuestros encuentros clandestinos me llenaban de adrenalina.
Cuando mi reloj apuntaban las nueve en punto de la mañana, mi corazón se aceleraba. Era la hora del encuentro de la mañana. Un poco de perfume y brillo labial mis armas de seducción.
Salía corriendo ya que teníamos poco tiempo para disfrutarnos. Yo súper puntual, el impuntual, lo perdonaba porque llegaba con esa sonrisa de niño y un gran ramo de flores, me hizo la promesa que todos los martes tendría flores. Media hora o 45 minutos duraba nuestra cita que transcurría entre besos, caricias, risas y fotos robadas.
“Me tengo que ir, ya es tarde”, era la frase que termina con el encanto de la mañana. El trabajo nos esperaba.
Nos separábamos físicamente, pero mentalmente ¡no! Todo el día nos mandábamos whats app o nos llamábamos. ¡Así el día se me iba volando!
A las ocho terminaba mi jornada laboral. La intención siempre era volver a vernos aunque sea unos minutos. Pero había un detalle, pequeño detalle. Yo... ¡tenía novio!
Sí fui infiel y en mi defensa puedo decir que no era mi plan tener nada serio con él. Siempre pensaba hoy va a ser el último día que lo vea. Pablo era un hombre maduro de buenos sentimientos con el cual llevaba un año de relación. Nunca había cruzado por mi mente o por mi corazón engañarlo, me sentía bien en esa relación. Como todas tenía sus detalles, no era perfecta, pero me gustaba.
Empecé por cancelar mis citas con Pablo algunas noches para poder verme con Carlos...
Carlos
Me volvió loco desde aquella primera vez que escuché sonar sus tacones impactando el piso de aquel pasillo donde esperaba al fondo, estaba pasmado, todo cambió cuando ella sonrió y me tomó de la mano.
Y me dejó con más ansias de verla, de estar con ella cada segundo, enamoramiento le dicen. Pero ella me enamora cada mañana, todos los días despertaba temprano, era muy raro en mí, más habiendo desvelo por causa de mi trabajo, aún así lo hacía, prometí verla cada segundo que ella pudiera regalarme, sabía de nuestra diferencia de edades y la desgracia de que hubiese un tercero entre los dos, pero no me importó. Ella creó un monstruo de amor dentro de mi ser, que le adoro desde el primer beso, que sólo vivía por ella, por ella y esos ojos que se volvieron mi universo.
Llegaba el alba y no podía hacer más que rodar por el teléfono de inmediato, llamarla, decirle buenos días y un “te amo”. Me volvía loco darme cuenta que me ganaba saludándome con una foto enviándome un beso y su buenos días por whats app. Yo levantaba mi ser por partes de la cama, tenía que hacer un par de cosas antes de salir a su encuentro, obviamente incluía alistar la barba, un buen baño para quitar la cara de sueño y perfume, esa es la clave con la mujer de tus sueños, que huelas rico para ella. Acá entre nos, llegaba tarde casi siempre o rayando la hora de la cita, me apenaba demasiado esa situación, pero les cuento que a veces tenía que cruzar la ciudad completa para llegar al lugar, a veces mi retardo equivalía al humor del florista, o que tuviera que buscar una florería abierta a esas horas de la mañana para llegar con flores frescas. Sí, a veces tenía que ir a dos o más lugares para poder llevarle "casa blancas" o unas lindas y grandes gerberas. A veces tenía que conformarme con una docena de rosa de invernadero porque aún no llegaba el proveedor, pero su cara al recibirlas y su "no te hubieras molestado" con esa sonrisa tan profunda y hermosa, hacia que todo el show se olvidara. Admito que más de un par de veces me salve de chocar, por tratar de ganarle a llegar al lugar donde pasaban los minutos más hermosos de la mañana, algunos besos, caricias, miradas, a veces fotos juntos, a veces simplemente un abrazo profundo.
Llegaba un momento raro, despedirnos, a veces antes de subir al coche nos estábamos llamando nuevamente, mensajitos por whats app, llamadas furtivas para decirle que la quiero demasiado, durante el día, hacían que el día transcurriera muy lentamente y al final por la noche no podía soportar más y cualquier pretexto era bueno para verla aunque fueran cinco minutos y comenzaba de nuevo la aventura, cruzar la ciudad para llegar hasta ella, a sus brazos, besar sus labios... Todo tenía sentido, el universo por fin se alineaba y sonreía.
Martha
Las cosas para mí se fueron complicando. Era como si llevara una vida doble, o al menos así lo sentía yo. Una mentira aquí, otra allá, la situación se estaba volviendo insostenible. La demanda de tiempo de Carlos ya era una presión para mí, pero al mismo tiempo eran mis ganas de verlo. Se acercaba el momento de elegir.
Pasaron al menos un par de meses cuando tomé la decisión de dejar a Pablo. Carlos me daba cosas que Pablo no, y no me refiero a cosas materiales.
Llegó el día que le tuve que contar a Pablo todo lo que estaba ocurriendo a sus espaldas, obvio él ya había notado algo extraño en mi comportamiento. No hubo discusión aunque sí bloqueos, nos deseamos lo mejor y aun recuerdo su último sarcástico chiste "qué bueno que no nunca te presente a mi hijo", haciendo referencia a la edad de Carlos.
Pienso que por sus pocos años, Carlos es detallista además de extremadamente romántico, tanto que a veces tengo la sensación de regresar a casa con un séquito de abejas tras de mí, despido miel después de estar con él.
Pablo por su lado era más seco, no demostraba mucho su amor aunque yo sabía que me quería, incluso ya me había pedido matrimonio. Pero descubrir algo que fue lo que detonó mi decisión. Me di cuenta de que me gustaba más el trato empalagoso de Carlos. Me enamoraron sus detalles y sí lo tengo que reconocer, me encantó que en tan poco tiempo me haya incluido en todos sus planes, en su proyecto de vida, parecía no tener secretos...
Continuará.
Hola amable lector lo invito a que sea parte de esta historia que apenas inicia entre Martha, empresaria, y Carlos, licenciado en Artes. Lo interesante es que usted podrá opinar y sugerir situaciones. Será la historia de todos y juntos la llevaremos al desenlace, ¿les gusta la idea? Queda a su disposición mi correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. para recibir sus sugerencias. ¡Hasta la próxima!