La próxima terminación para acreditar a los policías municipales de Morelos ha revelado que en el futuro inmediato de al menos 22 municipios se cierne una verdadera crisis, porque aquellos agentes que no logren certificarse serán dados de baja y sus ayuntamientos perderán los recursos federales y estatales destinados a seguridad pública.
El procedimiento tiene fallas de origen, pues una parte de los exámenes a los que debe someterse los agentes tiene un costo, cuando por tratarse de un tema de interés público deberían estar subsidiados.
Pero más allá de eso -aunque no es un asunto menor- es difícil que en el poco tiempo que queda se puedan cumplir todos los requisitos, sobre todo por el cierre de las oficinas públicas a causa del covid.
Hablamos de que al vencer el plazo al menos mil policías quedarán sin trabajo, lo que no solo dificultará aún más la seguridad pública, sino que ofrecerá al crimen organizado esos recursos humanos especializados.
Ninguno de los dos escenarios debe cumplirse.