Martes, 22 Mayo 2012 07:25

La lluvia, la vida y lo verde

Reportera
Lectura 2 - 4 minutos

Justo cuando nos estábamos quejando del fuerte calor, empezó a llover. Estamos apenas a mediados del mes de mayo y ya se siente la nueva vida que provoca la lluvia. Ya se siente la humedad y casi se oye a las plantas decir: ¡gracias! Y por primera vez, mi estanque tiene un inquilino muy especial: un sapo.

Es importante agradecer la frescura que causa la lluvia. Debemos darnos cuenta que somos afortunados. Los sonorenses actualmente están sufriendo temperaturas de hasta 44°C y Protección Civil aconseja a los ciudadanos evitar exponerse de manera directa al sol, tomar abundantes líquidos y refrescarse cada vez que sea necesario. El calor tan fuerte es peligroso porque provoca deshidratación en las personas y los animales, sin que se dé uno cuenta. Es muy difícil aguantar tanto calor.

No sabemos si la temporada de lluvias haya iniciado o no, pero cualquier lluvia que llegue es más que bienvenida en estos días. Es extraordinario ver los cambios en la vegetación al recibir una poca de lluvia, un agua muy rica que nutre las plantas y los árboles como ninguna otra. El pasto de los jardines se ve más verde y crece mucho más. Si uno contempla los jardines, ahora el rango de tonos en el color verde es sorprendente.

El verde es un color muy interesante. Tiene una fuerte afinidad con la naturaleza, por supuesto, y hace pensar en el ciclo de la vida que está en constante renovación. Representa la regeneración de las células y las plantas. Es cierto también que el verde nos provoca un sentimiento de confort y de relajación, de calma y de paz interior, y nos hace sentir equilibrados. No sólo se relaciona con la naturaleza sino también con la acción. El verde significa avance, seguir adelante, y el permiso para hacer lo que queramos hacer.

¿Qué más se puede decir del verde?

La próxima vez que vayas al mercado o al supermercado observa los colores a tu alrededor en la sección de las verduras y las frutas. Verás que la mayoría de ellas son verdes, en algún tono único de este color, pero claramente verdosas.

Una persona “verde” se encuentra en los primeros años de la vida y de la juventud.

Del mismo modo y dicho de una cosa, que está en sus inicios y que le falta mucho por perfeccionarse.

Se dice de una persona inexperta y poco preparada.

Una zona verde indica un espacio destinado a parque o jardín, normalmente encontrado en medio de las ciudades, y sirve como pulmón vital produciendo oxígeno para los habitantes.

Se denomina “verdes” a las personas que trabajan para cuidar el medio ambiente o a empresas o instituciones que muestran esfuerzos por ser ecológicas.

Los techos y los muros verdes están cada vez más a la vista en nuestras ciudades; hay muchos ejemplos en la Ciudad de México, afuera, a la vista de todos, o adentro, en oficinas donde su frescura genera un ambiente de paz y tranquilidad.

En los países donde hace mucho más frío que acá en México, el verde significa el inicio de la primavera. Es un momento de gran emoción cuando se ve por primera vez los brotes nuevos de las plantas después de un largo periodo de hibernación. Nos levanta el ánimo ver la riqueza de la naturaleza y nos sentimos mejor de salud, además.

Para la gente con problemas de salud, se les manda al campo para su convalecencia porque la vegetación actúa como tónico eficaz para el cuerpo, la mente y el espíritu.

En general y en conclusión, el verde se relaciona con todo lo que está vivo y en buen estado. Es un color positivo, fresco, atractivo, que nos da esperanza y tranquilidad y que confirma lo que a veces dudamos: que la vida sigue... Y todo esto porque cayeron unas gotas de agua del cielo este mes y nos sentimos renovados. Espero que siga lloviendo y espero con todo mi corazón que este año la terrible sequía en el norte de México termine. Tiene que llover para devolverles la vida y lo verde a nuestros hermanos norteños.

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