Martes, 08 Mayo 2012 07:24

Cuidemos los árboles, ¡ya no más incendios forestales!

Reportera
Lectura 3 - 5 minutos

El tema de los incendios forestales ha sido muy notorio estos últimos días y todos hemos visto en la televisión o en el periódico el desastre ecológico ocurrido en el estado de Jalisco, en la reserva La Primavera. Hoy tenemos un problema fuerte más cercano: diversos vastos incendios consumen superficies de las reservas ecológicas de Sierra Monte Negro y del corredor Ajusco-Chichinautzin, en los municipios de Emiliano Zapata y Tepoztlán, respectivamente.

Todos los años, en la temporada de sequía, nuestro país sufre de incendios forestales. La mayoría de ellos podrían ser evitados si no fuera por la estupidez humana. Hay quien tira un cigarrillo o un cerillo encendido al suelo y no piensa ni por un minuto en las consecuencias. Es cuestión de estar consciente de las condiciones de sequía, de los pastoreos, arbustos y árboles que están muy secos en esta temporada y que se inflaman en un instante. Hay gente que quema basura, o que organiza una fogata, y la dejan desatendida y en poco tiempo se convierte en un incendio fuera de control. A algunos sencillamente se les antoja prender algo y qué mejor que un campo seco, donde las llamas corren a velocidades inimaginables.  Estas personas son criminales. También hay gente que a propósito hace arder los bosques. Esto es un acto abominable y esas personas son de las peores.

El incendio en la reserva La Primavera ha sido vencido sólo después de unas 120 horas de fuego y el daño que causó fue enorme. Informa la Semarnat que devastó entre 3 mil 500 y 4 mil hectáreas y que “no se descarta que el siniestro fuera ocasionado por grupos criminales” (www.eluniversal.com.mx). Existe discusión sobre las cifras correctas del área devastada, pero créanme que afectó un área muy extensa y que el daño a los árboles fue terrible. Alrededor de 900 brigadistas tuvieron que combatir el fuego, poniendo en riesgo sus vidas. La nube de humo que resultó del incendio llegó hasta la Zona Metropolitana de Guadalajara, tapando el sol y causando problemas de respiración.

En el caso de Morelos, varios incendios consumieron superficies de las reservas ecológicas de la Sierra Monte Negro y del corredor Ajusco-Chichinautzi. La Comisión Estatal de Agua y Medio Ambiente (CEAMA) informa que el origen de los incendios en la Sierra Monte Negro podría haber sido por manejo inadecuado en la quema de un predio... o cualquier otra quema irresponsable de algún material.

Por eso utilicé la palabra “estupidez” cuando me referí a la gente que provoca los incendios. ¿Se trata de ignorancia? No lo creo. ¿No entienden el poder de un incendio? Supongo que no. ¿Son personas que no están al tanto de las noticias? Es posible. ¿No saben que estamos en la temporada de sequía? Sí, claro que lo saben. Entonces, ¿de qué se trata? Para mí, es muestra de un alto nivel de egoísmo, de una falta total de conciencia ecológica y de cero respeto por el medio ambiente. Además, deben ser personas que odian la naturaleza. La Real Academia Española define estupidez así: “torpeza notable en comprender las cosas; o dicho o hecho propio de un estúpido”. Y un estúpido es alguien a quien “le falta inteligencia” (www.rae.es).

Tal vez suene feo llamarle a alguien estúpido, pero es la única explicación que se me ocurre. Ser responsable por matar árboles, arbustos, hierbas, pasto, flores, insectos, animales y pájaros, además de destruir viviendas y contribuir a la contaminación del aire es impensable para mí. Es más, la única manera de apagar un fuego es con agua, el vital líquido que no nos sobra actualmente, y para las personas que con mucha valentía combaten los incendios representa un momento de alto estrés, contaminación y cansancio total. El costo involucrado en controlar un incendio forestal es altísimo. Todo lo que tiene que ver con un siniestro implica un costo elevado, en todos los sentidos.

Quiero hacer mención de la destrucción arbórea en Cuernavaca citada por Guardianes de los Árboles, A.C., en un boletín reciente. Seguimos destruyendo los árboles de la zona en el nombre del progreso y el desarrollo. No los queman; simplemente los talan. Esto también es un crimen contra la naturaleza y en contra del bienestar de los ciudadanos morelenses: “... nos está llevando hacia una degradación ambiental sumamente preocupante ante el calentamiento global y cambio climático, fenómeno que ya es un hecho al aumentar 2°C de temperatura al norponiente de nuestra ciudad” (www.guardianesdelosárboles.com).

Pregunto: ¿cómo vamos a sobrevivir y progresar si no tenemos árboles, si no hay agua, si el calor se vuelve inaguantable? Cuidemos los árboles, por favor.

Actualizado Martes, 08 Mayo 2012 07:27
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